La mejor manera de enseñar a tus hijos a comer bien, es cocinar y comer juntos. Si le permites que te ayude a preparar la comida (tan pronto como sea capaz) se sentirá motivado a probar nuevos alimentos que él mismo ha preparado.
Los niños más pequeños pueden hacer sencillas tareas que le despertarán sus sentidos, su curiosidad, su desarrollo psicomotor y el sentido de responsabilidad, por nombrar algunos beneficios que esta actividad les proporciona.
En la cocina los enanos de la casa pueden participar haciendo estas tareas:
- Lavar las frutas y vegetales: patatas, zanahorias, judías verdes.
- Romper la lechuga en trozitos para hacer la ensalada (la actividad preferida de mi hijo que come lechuga como una tortuga).
- Mezclar los alimentos en un bol: dale una cuchara grande para remover masa de tartas, pasteles, panquecas.
- Untar cremas: mantequilla, crema de leche etc.
- Pelar frutas: naranjas, plátanos.
- Aplastar patatas, calabaza, batata.
- Pelar huevos duros.
- Poner la mesa.
- Limpiar después de cocinar.
- Limpiar la mesa.
Cuando haga estas pequeñas tareas debes elogiarle. Verás cuanto disfruta y lo orgulloso que se sentirá. Y tú seguro ganarás un ayudante en la cocina.
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