Papá y mamá: “¡oh, qué bonito!”

Papá y mamá: “¡oh, qué bonito!”
4 comentarios

Ya se han acabado las Navidades y llega el momento de hacer balance (para el que quiera) sobre lo acontecido en ellas.

Por mi parte quiero comentar dos cosas. La primera es que puedo asegurar que mi hijo ha recibido más juguetes de los que su mente y espacio vital pueden gestionar a tenor de lo abandonados que están algunos de ellos y para la segunda quiero relatar una reflexión (totalmente personal y transferible) con respecto al recibimiento y apertura de regalos que he hecho estas fiestas.

Se me puso la mosca tras la oreja el día 25 y el día 6 lo corroboré. En el momento de abrir los regalos de mi hijo Jon, de casi tres años de edad, me sorprendí a mi mismo con un: “¡oh, qué bonito!” en el primer regalo que abrí (Jon me los da a mí para que se los abra).

Acto seguido le mostré el regalo a Jon y le dije: “¿has visto qué chulo?”, a lo que él me respondió “¡qué chulo!”. Abrió el regalo, le dio tres o cuatro vueltas y me lo devolvió. Ahí mi mente hizo click. La comunicación no verbal de mi hijo no casaba con la verbal y con su acto de devolución me demostró su auténtico sentir.

Me había dicho “qué chulo” simple y llanamente porque yo le había dicho que me parecía chulo, no porque él lo pensara realmente.

Seguimos abriendo regalos y decidí contemplar la escena sin más. Cada vez que yo abría uno mis padres, mis hermanos y/o mi mujer exclamaban un “¡ohhh, qué bonito!”, “y mira, se abre por aquí y hay más”, “¡¡ohhhh, y puedes hacer esto y esto otro!!” todo ello con voz teatral y desbordado entusiasmo.

Jon respondía a todo ello con una sonrisa prejuicio (antes del juicio), es decir, antes de saber si le producía felicidad, de la misma manera que a mí me había dicho “qué chulo” sin tener claro todavía si le gustaba o siquiera qué era lo que le tenía que gustar.

Entonces pensé ¿por qué hacemos esto? Con cada “qué chulo” o con cada “¡oh, qué bonito!” ¿no estamos intentando traspasar a nuestros hijos nuestro comportamiento a menudo hipócrita ante las personas que nos regalan cosas?

Expresar nuestro agrado con los regalos que nos gustan es lógico, pero anticiparnos a la opinión de los niños y magnificarlo de manera exagerada para tratar de que ellos piensen igual o cuanto menos expresen lo mismo, pese a que puedan no pensar igual, ¿no es eso un modo de enseñarles a mentir? ¿No es, además, una manera de ensalzar hasta el infinito y más allá los objetos materiales e inanimados que acuden a nuestras vidas? ¿No es eso educar en cierto modo en el consumismo?

Los niños nos imitan en muchísimas cosas y yo (personalmente) prefiero, a partir de hoy, esperar a que mi hijo juzgue si algo le gusta o no y limitarme a decir: “mira Jon, para ti” y “gracias por el regalo”.

De esta manera no intervengo en la opinión de mi hijo y muestro mi gratitud con la persona que regala, así mi hijo aprenderá a agradecer los regalos sin la necesidad de mentir (o eso creo). Pienso que es mejor un “gracias, pero no me gusta” que un “gracias, me encanta” (pero no me gusta).

¿Que decís? ¿Lo veis igual que yo o me estaré volviendo paranoico?

Por cierto, ayer me trajeron a casa un paquete que había pedido (tinta para la impresora). Jon lo vio y debió de pensar que era un regalo pues quiso que lo abriéramos enseguida. No lo había hecho nunca con ningún paquete, pero es normal, hace dos días aprendió a valorar desmesuradamente todo lo que viene oculto en papel, nosotros, los adultos, le enseñamos a hacerlo.

Ilustración | Armando Bastida
En Bebés y más | La espiral de mentiras navideñas, Los padres mentimos a nuestros hijos una vez al día

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Comentarios cerrados
    • al final creo que a todos (as) nos pasa, la ventaja es que yo no le regale nada esos dias ya q esta muy pequeño pero... acaso en estas fechas no nos volvemos consumistas, compradores compulsivos?

    • Como va a ser mejor un "gracias, pero no me gusta" que, "gracias, me encanta." Lo primero no creo que lo prefiera nadie. La mayoria de las personas que hace un regalo lo elige pensando en la ilusion que le va a hacer a la otra persona y se sentiria mal si le dijera que no le gusta nada.(claro que hay gente que coge cualquier cosa del estante o coge alguna cosa de casa y lo envuelve como regalo)No creo que ser un poco falso en esas cosas sea algo malo, al contrario, es ser educado.(tarta de zanahoria casera!mmm que rica,pero sí que llena mucho). En holanda(donde nací)se lleva mucho eso de la sinceridad y si llevas tiempo acostumbrada a la `falsedad´ española te sorprende las borderias que puede soltar la gente sin inmutarse. Tampoco creo que actuar asi haga al niño mas consumista. Al revés, el regalo se convierte en algo chulo por el mero hecho de ser un regalo y no es tratado como un juguete mas acumulado. También educamos a los niños a valorar lo que les regalan. No solo depende si les guste a ellos en ese momento o no. Mi hija de un año y medio todavia no puede emocionarse demasiado con la granja de juguete que lo hemos regalado porque es muy pequeña para saber lo que es. Que le llaman la atencion los animales, si, pero todavia no sabe lo que es una granja ni las cosas a las que se puede jugar con eso. También los padres actuan asi, muchas veces con su entusiasmo exagerado a `complementar´ de alguna manera el poco entusiasmo de los crios para que la persona `regaladora´no se sienta un poco mal. La educacion en el consumismo depende, claro, de como actuan los padres con cada cosa. Solo se emocionan con los mas caros, de marca y los mas grandes?o tambien saben valorar un album de pegatinas de los chinos? Yo vi una vez como los reyes le regalaban una cosa al primito de mi marido y inmediatamente después de sacarlo de la bolsa del alcampo(porque los reyes seguro que opinaban que lo que importaba era el objeto en si, no el paquetillo)las madres empezaban a hablar de que estaba también en otro color, que si no le gustaba se descambiaba por otra cosa. Sin enseñarle al niño lo que era. Sin duda prefiero la manera de abrir los regalos del niño de mi amiga(yo creo que es sincero pero igual le han educado asi para que se lo creo el mismo)que con cada regalo que recibe exclama muy fuerte:"halaaaa,lo que yo queríííía", sea lo que sea.

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    • Avatar de marieke Respondiendo a marieke
      interesante

      Ya, marieke, entiendo eso de mentir para no dañar, pero no deja de rechinarme enseñarle a mi hijo a mentir para que los demás no se sientan dolidos... será que a mí la mentira y la hipocresía me gustan poco. Ojo, que no quiere decir que yo diga "no me gusta", pero cuando algo no me gusta, pues digo gracias por el regalo, pero no magnifico porque es que no sale de mí...

      Yo trato básicamente de que sean agradecidos. Creo que eso debe ser suficiente. Que le guste o no algo, ya es cosa de ellos.

    • hombre, se trata de mostar agradecimiento claro..tampoco hay que alucinar con cada cosa,y menos con algo que no te gusta. tambien conozco a quien se echa tres trozos de la tarta y luego comenta en bajito: "..que asco.." es que para ser asi tienes que tener arte,jaja. A mi alguna vez me hubiera gustado saber figir mejor por la fatiga que me ha dado que se nota a tres leguas que no me ha gustado tanto. Visto asi, es mejor como tu dices, mostrarse agradecido y ya está. mas natural y tb te evitas complicaciones.

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