Una vez hemos comprado y colocado correctamente el sistema de retención infantil (SRI), debemos tener en cuenta estas normas de uso, que pueden suponer una garantía de buen funcionamiento y protección en caso de accidente.
Los consejos de compra que vimos no son válidos si no aplicamos estos puntos a la hora de viajar en coche.
El uso de los sistemas de retención infantil (SRI) está regulado por la Directiva Europea, que establece la obligatoriedad de utilizar sistemas de retención infantil para niños menores de tres años o bien niños que no superen 1,35 metros de altura.
Estos niños deben ir siempre bien sujetos en los sistemas, por muy corto que sea el trayecto que vayamos a realizar. Como se suele decir, muchos de los accidentes graves suceden en los desplazamientos más cortos y conocidos.
El incumplimiento de esta directiva, referida tanto a cinturones de seguridad como a SRI, está tipificado como infracción grave, y podría conllevar sanciones económicas y hasta una posible retirada de carné. Además, con el nuevo sistema de permiso por puntos en España se retiran tres puntos por no utilizar los sistemas de retención.
En ningún caso deben colocarse las sillas de seguridad en un asiento con air-bag. Si el vehículo cuanta con este sistema en el asiento en que vaya el SRI, estará desconectado, ya que el air-bag supone un peligro para el bebé, pudiendo causarle lesiones si se activa.
Tampoco se debe llevar al niño en brazos, ni siquiera a los bebés, pues un golpe por pequeño que sea puede hacer que salga disparado de nuestro regazo.
Siempre se han de leer todas las advertencias e instrucciones de instalación, tanto en el manual del vehículo como en las instrucciones del sistema de retención infantil.
Por supuesto, los adultos deberíamos usar siempre el cinturón, aparte de para nuestra propia seguridad, para dar ejemplo a los niños. Además, evitaremos que al ser despedidos nosotros dañemos a los pequeños.
No se debe arrancar el coche hasta que el niño esté bien sujeto.
Nunca se debe emplear el sujetar al niño como amenaza o castigo, sino hacerles entender que es por su seguridad y que es necesario. Se puede convertir en un momento divertido (“Vamos a asegurarnos para el despegue”...).
Viajar en coche puede ser divertido, pero sin moverse ni intentar zafarse de los SRI. Poco a poco irán creciendo con esta idea si se la transmitimos los mayores, y asimilándola.
Hay que supervisar periódicamente que la silla sea adecuada a su talla y peso para garantizar su protección, y no “apurar” su uso. También que las correas no aprieten al pequeño o, por el contrario, que se hayan aflojado y queden demasiado holgadas.
Si la silla tiene prestaciones que permiten adaptarse al crecimiento del niño (reposacabezas, arneses…) se debe añadir en el momento adecuado para su protección y confort.
La silla debe quedar firmemente sujeta al asiento del vehículo, eliminando cualquier movimiento entre el asiento y la silla.
El cinturón de seguridad (o el arnés) sobre el cuerpo del pequeño debe ir en la posición adecuada, nunca por encima del cuello, siempre ha de ajustarse lo más bajo posible sobre las caderas, y sin holguras sino bien ajustado.
Siempre que sea posible, la silla infantil se ha de instalar en el asiento trasero del coche. Estadísticamente es el lugar donde viajan más seguros en caso de accidente.
Más información | Consumer, Aeped
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