El sedentarismo es enemigo de la buena salud y de la diversión. Sin embargo, no siempre nos apetece salir a pasear o a hacer ejercicio, es normal y hay momentos para todo. ¿Y qué hay de visitar un museo o salir a hacer compras? Cuantas más ideas tengamos sobre cómo ser una familia activa, más posibilidades tendremos de dejar el sofá o el ordenador y ponernos en movimiento.
Hemos de aprovechar nuestras rutinas diarias para incluir a los niños en ellas, de modo que ir a la compra o cocinar puedan ser un motivo de compartir tiempo. Nuestro entorno ofrece múltiples actividades, paisajísticas y culturales, ¿las vamos a desaprovechar? No es necesario viajar a kilómetros de distancia para descubrir y aprender, ese aprendizaje lo tenemos muy cerca. Veamos unas cuantas sugerencias para ponernos en movimiento con los niños.
Descubrir los paisajes de vuestro entorno. Una excursión, andando, en bici o en coche, nos puede acercar a esos paisajes tan cercanos que los niños (e incluso muchas veces nosotros) desconocemos.
Descubrir la cultura de vuestro entorno. Los museos, las iglesias, los centros culturales, las exposiciones... Consultad la agenda cultural de vuestra localidad, pues a menudo ofrecen actividades familiares.
Pasear por la ciudad o por los alrededores, acercarse a las afueras, a la playa o a la montaña... ofrece muchas posibilidades de contacto con el entorno.
Hacer senderismo con los niños, una variante de lo anterior, más en contacto con la naturaleza.
Buscar actividades después de la escuela, actividades extraescolares (siempre en su justa medida) u otras que estén programadas eventualmente en vuestra localidad.
Ir en bicicleta, con el casco colocado y todas las medidas de protección, andar en bicicleta en familia es una estupenda manera de ponerse en movimiento.
Ir sobre patines, también con toda la seguridad necesaria, para los más mayorcitos que ya han aprendido a ir sobre ruedas.
Practicar un deporte (aparte de las sugerencias anteriores). Como actividad extraescolar o no, para las tardes o los fines de semana, ¿les habéis preguntado a los peques qué deporte les gusta más o les apetecería hacer?
Bailar con los niños: existen muchas razones para mover el esqueleto y lo pasaremos genial al ritmo de su música favorita.
Ser activos en casa, ayudar a limpiar, a colocar la compra, ordenarse su habitación, hacer la cama...
También en casa podemos realizar un montón de juegos sencillos y divertidos con los hijos.
Hacer la compra y cocinar juntos, una manera de implicar a los niños en una importante tarea familiar.
Jugar con una mascota activa, que aportan muchos beneficios a los niños.
Organizar una yincana, un juego en el que se busquen tesoros, se superen pruebas...
Hacer carreras, jugar al pilla-pilla, a la pelota y un montón de juegos tradicionales y al aire libre que activan el organismo, cuerpo y mente.
Comer saludablemente, un complemento imprescindible para que el cuerpo esté preparado para ponerse en movimiento.
Como veis, existen muchas maneras de poner en marcha a los niños y tener una familia activa, huyendo del sedentarismo. También existen momentos para la relajación, de hecho es muy necesaria y además poniendo en práctica estos consejos, disfrutaremos de ese relax y descanso más todavía.
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