Padres que desearían que no hubiera periodo de adaptación a la escuela‏

Padres que desearían que no hubiera periodo de adaptación a la escuela‏
11 comentarios

Ya ha pasado. Uno de los periodos más críticos de la escuela, el periodo de adaptación, ya ha finalizado en la mayoría de escuelas, dejando mejor o peor sabor de boca a niños y mayores. Ahora, a la hora de evaluar el éxito o fracaso de dicho periodo, algunos niños demuestran a diario que el periodo ha sido insuficiente para ellos, mientras otros han entrado bien a los pocos días.

Lo lógico sería que, viendo que muchos niños necesitan más días, el año que viene el periodo de adaptación fuera más largo de media y atendiera más a las necesidades de los niños. Sin embargo, dudo que se cambie mucho porque al final tampoco es que en los colegios “escuchen” tanto a los niños.

Y si encima muchos de los que tendrían que luchar por el cambio, los padres, en vez de quejarse porque el periodo de adaptación es corto se quejan por el mero hecho de hacerlo, ya ni te cuento. Hoy vamos a hablar un poco de ellos, de los padres que desearían que no hubiera periodo de adaptación a la escuela.

Antes entrábamos todos a saco y no pasaba nada

Llevaba yo un tiempo bastante tranquilo y contento con el clima general en las relaciones entre padres e hijos, supongo que porque he coincidido con gente que ve la vida un poco como yo, siendo más bien optimista con el futuro de nuestra sociedad, cuando al empezar el periodo de adaptación con mi hijo me di cuenta de que las cosas no han cambiado tanto.

Durante los días de adaptación escuché varias frases de los padres en referencia a la entrada de los niños y me quedé con una relacionada con el periodo de adaptación: “No sé para qué hacen esto, si antes entrábamos todos a saco y no pasaba nada“.

Entonces eché atrás mi memoria hasta el día en que yo entré al colegio y recordé que tenía 4 años y medio. Con esa edad la mayoría de niños no llorábamos, aunque sí hubo uno que entró como si lo estuvieran matando, asustando a todos los presentes en la clase. A esa edad el periodo de adaptación habría sido beneficioso, aunque sin él muchos entrábamos bien. Ahora los niños empiezan con 3 años y algunos con todavía dos. Es lógico que muchos niños lloren.

Luego pensé en el “no pasaba nada” y me pregunté “¿A qué se referirá?”. ¿No pasa nada es que llorábamos y ya te calmarás? ¿Es que nadie lloraba, algo que es falso? ¿Es que ningún niño se quedaba traumatizado? ¿Cómo lo sabe, conoce a todos los niños de antaño?

Pues la verdad es que no sé a qué se refería, pero teniendo en cuenta que éramos más mayores al entrar al colegio y que el estilo educativo imperante del “antes” era el autoritario, estando ya muchos niños enseñados a callar y a ser sumisos, bien pudiera ser que la procesión fuera por dentro y que decidiéramos no mostrar nuestro auténtico sentir por temor a represalias (mejor no gritar, mejor no llorar, no sea que me castiguen o me peguen).

Como ahora a los niños se les permite mostrar su disconformidad y sus emociones más que antes, los niños de ahora son más espontáneos y tienen menos problemas en llorar y llorar, porque ahora pocos padres limitan la expresión de los sentimientos del mismo modo que se hacía en nuestra infancia.

“Le he dicho a la directora que este periodo de adaptación no me gusta nada”

el-horrible-periodo-de-adaptacion-licencia-creative-commons.jpg

El tercer día de la adaptación nos encontramos con una madre que el día anterior, viendo que su hijo iba una hora y media para pasársela llorando, fue a quejarse a la directora de la escuela en referencia al periodo de adaptación.

“Lógico”, pensamos, es un periodo muy corto en el que dejamos al niño solo, sin estar apenas con él los primeros días compartiendo espacio. Entonces, cuando creíamos que iba a explicarnos que le había dicho a la directora que el periodo de adaptación debería ser más extenso en el tiempo y más flexible nos dijo que una hora y media era muy poco tiempo y que, seguramente, después de ese rato su hijo dejaría de llorar y estaría tranquilo. Vamos, que según ella se lo llevaba siempre llorando a casa porque no había tenido tiempo suficiente para calmarse.

Pues bien, con este argumento fue a hablar con la directora, expresando su queja y deseando que llegara el lunes, día en que su pequeño niño lagrimoso iba a entrar a las nueve de la mañana para salir a las cinco de la tarde. Según ella ese día sería beneficioso para su hijo porque así tendría tiempo de calmarse y de disfrutar del colegio.

No digo yo que no, que tiempo para calmarse, en ocho horas, seguro que un niño tiene, pero de ahí a decir que eso es lo ideal, desde el principio, para un niño de 2-3 años, pues va un trecho. Si en una hora y media muchos salieron preguntando “dónde habéis estado” a sus padres, no quiero imaginar qué habrían preguntado después de ocho horas.

Unos días después, aprovechando que veíamos a la directora para otro tema (que ya os contaré), le dejamos caer que el periodo de adaptación de 3 días nos parecía corto y que hubiéramos preferido algo más extenso, más adaptable a cada niño y con la posibilidad de estar presentes con él. Al menos con nuestras palabras pudo compensarse un poco la balanza después de que una madre, o quizás más de una, le dijeran que “antes estas tonterías no se hacían y no nos pasó nada”.

Foto | footloosiety, Ellyn en Flickr
En Bebés y más | El periodo de adaptación de Aran: ¿te lo dejo contento o llorando?, Cinco consejos para ayudar a los niños en la adaptación a la guardería, Niños más irritables y apáticos con la vuelta al cole

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Uff Armando, en esta ocasión discrepo. Y es que en el caso de mi hija creo que el periodo de adaptación no ha sido beneficioso. Ella ha ido a la guardería, y el periodo de adaptación en su cole ha durado dos semanas, la primera una hora cada día y la siguiente hora y media a diferentes horas. Resultado: La primera semana lloró porque no se quería ir, quería jugar más con sus compañeros con los que ya había ido a la guarde y la segunda los días que no entró a la hora habitual lloró porque al no ir a clase a la hora pensó que no iba a ir. Encima la tercera semana ya fue completa y esta que entra cambian a horario partido, con lo cual llevamos un mes con cambio de horarios con lo que supone para niños y mayores. El resto de los niños pues algunos siguen llorando y otros sin llorar. Igual la solución sería personalizar el periodo de adaptación pero imagino que eso es una locura a la que nadie está dispuesto y como siempre lo de menos son los niños.

    • interesante

      El problema del periodo de adaptación es que es una auténtica locura para conciliar la vida familiar con la profesional: Si para padres trabajadores ya es una locura conseguir cuadrarlo todo para poder llevar el niño al colegio y recogerlo sin perder el trabajo, cada día en que los horarios no se cumplen son un auténtico rompecabezas, que puede exigir movilizar a familiares, amigos, o pagar a un tercero.

      Donde hay que incidir es en mejorar la legislación en cuanto a conciliación de vida laboral y familiar, y cuidar rigurosamente su cumplimiento en la empresa. Desgraciadamente, aún queda mucho por avanzar, y para muchos padres una semana de adaptación implicará gastar una semana de vacaciones, si tienes suerte de que te permitan coger ese periodo.

    • interesante

      En vista de que las políticas de conciliación en este país brillan por su ausencia, una solución a ésto son las ya dadas acerca de tomar unas vacaciones (si te lo puedes permitir), contar con la ayuda de familiares encantados de poder dar esa ayuda (si tenemos esos familiares), o directamente hacer una búsqueda muy seria previa a la escolarización de un centro respetuoso (si nos lo podemos permitir y existe algo parecido en nuestra ciudad).

      Mi hijo va a una guardería muy respetuosa con los ritmos de cada niño, no existen los castigos y basan su filosofía en que la guardería es para divertirse, punto. El período de adaptación lo calcularon en dos semanas mínimo, siendo en todo caso opcional (para alegría de algunos padres y desgracia de algunos niños). Hubo niños que tuvieron período de adaptación 2 días, otros una semana, otros las dos, y algunos aún siguen en período de adaptación, algunas madres o padres nos hemos quedado en el aula el tiempo que hiciera falta para la tranquilidad de nuestros hijos, luego las cuidadoras han ido ganando poco a poco ganando su terreno y confianza de estos niños hasta que no lea doliera que mamá se marchara. Trabajan con muchísimos besos, abrazos, paciencia y cariño sincero. Yo hasta puedo dar el pecho en el aula a mi hijo, ahora sólo con eso le basta para dejarme ir tranquila y él quedarse contento.

      Estos centros existen, dudo que el nuestro sea el único, yo en su búsqueda seguí una pauta muy sencilla, si durante la entrevista con dirección me mencionaban eso de :silla de pensar o equivalente, centro descartado. También hay centros y guarderías que directamente se publicitan como centros de educación con apego.

    • interesante

      El período de adaptación es un paripé que montan los colegios para que algunos padres (que cada vez somos menos) no se quejen de que el centro no hace todo lo posible para que esos niños "raros" que no han ido nunca a la guardería (como los míos, a quién se le ocurre, así cómo se van a domesticar, digo, socializar) se acostumbren a la nueva rutina escolar (es decir, que entren por el aro rapidito y sin molestar). Hay niños que van contentísimos, y otros (como los míos) a los que le supone un drama. No creo que tenga nada que ver con haber ido o no previamente a una guardería. Tendrían que analizar cada caso por separado, y si tenemos que llevarlo y estar con él un par de horas, un par de meses (o más), hasta que se familiarice y se habitúe a ese entorno extraño con gente extraña, pues se hace. Pero ningún colegio está por esa labor.

    • Pues yo discrepo totalmente con estos dos comentarios anteriores. El período de adaptación es necesario y a mí me parece bien que sea cortito, aunque es curioso porque los períodos diarios son más cortos en el cole que en la guarde. Lo de la conciliación laboral es cierto que es de locura, se debería contemplar otorgar a los padres permiso en el trabajo legalmente, pero ya que no es así, yo al menos lo tenía claro: me cogí una semana de vacaciones, para no estresarme, acompañarle, estar después con él y hacer que todo fuera más fácil. Sé que no todo el mundo puede o quiere, pero para mí era imprescindible.

    • Yo pienso que cada niño es un mundo.Mi hijo lo lleva muy bien lo que lleva fatal es tener que volver a clase a las tres que el pobre esta a media siesta.No seria mejor que por la tarde no fueran y dormir su siesta tranquilamente,son muy pequeños!

    • Cerrar respuestas
    • Hola Lourdes. Nosotros no le llevamos por la tarde, hablamos con la seño y le pareció bien. Es un cole público, no suelen poner pegas cuando tienen 3 añitos. A las 12.30 le recogemos y ya está. Un saludo.

    • Yo discrepo con algunos comentarios y estoy de acuerdo con otros.

      Para empezar creo que sí se deberian hacer adaptaciones personalizadas porque si se hacen adaptaciones curriculares en el resto de aspectos no entiendo por qué no se hacen en este caso (por mucho follón que sea).

      Está claro que habría que empezar por conciliar la vida laboral y familiar, pero como eso son palabras mayores, vamos a lo que tenemos... Como dicen en otro comentario se pueden coger vacaciones, reducción de jornada, pagar unas semanas más a la persona que estuviera cuidando al niño y que sea esa persona quien lo acompañe y se quede con él hasta que coja confianza y claro, esto sólo en caso de que el niño lo necesite porque si entra desde el primer día la mar de contento, pues no hace falta más! Aunque sí veo necesario un aumento progresivo del tiempo en todos los casos. Además la guardería no es garantía de adaptación al cole y eso hay que tenerlo en cuenta. Yo conozco varios casos de niños que fueron a la guardería y lo pasaron bastante mal los primeros días de cole.

      En definitiva también pienso que la actual adaptación es un paripé y que tiene que cambiar mucho, yo la veo como una forma paulatina de resignación para los peques que lo pasan mal. Sólo hay que ver modelos estándar de otros países que además nos sacan mucha ventaja en temas de educación.

    • A mi me parece bien el periodo de adaptación, es un cambio muy grande para un niño tan pequeño, pero se podría haber adaptado un poco a los padres que trabajamos, porque en el caso del cole de mi hijo, fue de un jueves a el miércoles siguiente, eso significa que he tenido que coger dos semanas de vacaciones pudiéndolas guardar para los puentes, navidad y si algún día se pone malito.

    • Pero a ver....¿No nos quejamos nosotros de síndrome post-vacacional? ¿De veras os parece normal que después de más de dos meses de vacaciones en el caso de los peques hagan 8 o 9 horas de cole?. Yo tengo memoria de lo que se llamaba en mi época parvulito y entraba del tirón si, pero el horario era de 10 a 1 y luego con mis hermanos se amplió por la tarde con horario de 3 a 5 y no había comedor. En fin, que eran sólo 3 horitas pero yo lo veo tan lógico que exista una adaptación!! Otra cosa es cómo lo hace cada colegio. En nuestro caso ha sido según el niño. Yo he hecho una semana de 9 a 12, otra de 9 a 3 y finalmente de 3 a 5 ¡¡Ojalá todos pudiéramos volver al trabajo gradualmente!!

    • El periodo de adaptacion es comprensible para aquellos niños que no han ido a guarderia y que no han tenido "experiencia" en aulas. Si tu hijo ha ido a guarderia ya esta mas que habituados al ritmo de dejarlos por la mañana recogerlos por la tarde. Me gustaria saber como hace la gente para conciliar este periodo con sus trabajos por que no es facil. Si realmente queremos que nuestros hijos se adapten a estar con otros niños a una persona que les va a enseñar cosas, etc.. el periodo de adpatacion no es que se deberia ampliar en mas dias si no que fuera progresivo en horas. Primer dia 1:30, segundo dia 2:30 tercer dia 3:00 y asi .... No que el niño va al cole un dia si otro no y para 1 hora o 1 hora y media, ¿eso realmente es una adaptacion o una perdida de tiempo para padres, niños y profesorado?

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información