Llevar a un niño a la guardería privada cuesta un 26% más que llevarlo a la Universidad

Llevar a un niño a la guardería privada cuesta un 26% más que llevarlo a la Universidad
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Ayer se hizo público un estudio nacional del Instituto Nacional de Estadística en que se calcula que los padres de niños que acuden a la guardería realizan un desembolso anual promedio de 1.581 euros, un 26% más de lo que cuesta pagar un año de Universidad (unos 1250 euros anuales), estudios que habían sido considerados desde siempre como la fase más cara en la formación personal.

Estos datos se centran en aquellos niños que acuden a guarderías privadas, pues son la mayoría, en concreto un 55% de los niños españoles.

El resto de niños se reparten en un 34% que acude a guarderías públicas, con un gasto medio de 356 euros anuales y casi un 11% que lo hace a centros privados subvencionados donde el desembolso es de unos 1.387 euros.

Estos gastos se ven aumentados por otros servicios como el de comedor con un gasto medio de 534 euros para los niños que utilizan este servicio en las guarderías públicas y 830 euros en las privadas.

A todos estos gastos hay que añadir los gastos indirectos o “invisibles”. No te los cobran directamente, pero sí suponen un gasto.

Muchos niños acaban padeciendo diversas enfermedades agudas que les lleva a tener que quedarse en casa, acudir a visitas médicas, etc. haciendo que alguno de los progenitores tenga que dejar de trabajar, solicitar días festivos o buscar a terceras personas que puedan hacerse cargo de los pequeños. Los días que los niños no acuden a la guardería no se descuentan de la cuota a pagar.

Me da la sensación de que algo falla cuando la baja maternal abarca hasta los tres meses y medio, cuando en una pareja deben trabajar los dos miembros para pagar su piso y el pan de la mesa y cuando las plazas públicas de guardería dan servicio tan sólo a un tercio de la población infantil.

La demanda al gobierno para la creación de nuevas plazas de guardería es constante como lo son las promesas de los políticos que aseguran que lo harán. Sin embargo el sistema parece ser poco viable a tenor de los resultados.

Quizás alargar las bajas maternales y aumentar las ayudas por hijo haría que muchos niños pudieran estar más tiempo con sus padres, generar un menor gasto y recibir unos cuidados emocionales más “personalizados”.

El problema es que las empresas se quedarían sin muchas de sus trabajadoras durante más tiempo y pondrían la voz en grito.

Hoy día, como los ciudadanos nos quejamos más bien poco, poniendo en la balanza las quejas de los empresarios a un lado y el silencio del ciudadano por el otro, lo segundo parece más pacífico, aunque no funcione.

Vía | Diario Sur
En Bebés y más | 300.000 nuevas plazas de guardería: ¿este es el camino?, El síndrome de la guardería

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