En una reciente reunión el Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto de manifiesto que las complicaciones en el embarazo y el parto son la primera causa de muerte de adolescentes de entre 15 y 19 años en los países pobres y en vías de desarrollo.
Es en estos lugares donde las gestaciones tempranas suponen también un importante impacto en los sistemas de salud por los problemas sanitarios que generan. Los expertos en salud se han reunido esta semana en Ginebra, donde buscan fórmulas para frenar el elevado número de primeros embarazos en edades tempranas.
Además de las dolencias y problemas de salud derivados de la gestación y el parto adolescente (por ejemplo, un 65% de las mujeres que sufren fístula obstétrica desarrolló esta dolencia durante la adolescencia, con graves consecuencias para sus vidas), existe un fuerte vínculo entre los embarazos en edad temprana y los abortos practicados en condiciones deficientes.
Según datos de 2008, se practican anualmente en mujeres de entre 15 y 19 años de países en desarrollo alrededor de tres millones de interrupciones del embarazo sin las condiciones médicas apropiadas.
La OMS destaca que los embarazos tempranos también son peligrosos para los bebés, con tasas de muertes neonatales, en la primera semana y en el primer mes que de hasta un 50% superior en adolescentes que en mujeres de entre 20 y 29 años. La OMS explica en un documento que
Cuanto más joven es la madre, mayor es el riesgo. Las tasas de nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y asfixia del bebé son mayores entre los hijos de las adolescentes; todas estas condiciones incrementan la probabilidad de fallecimiento o de futuros problemas de salud para el bebé.
Hay que tener en cuenta también que las adolescentes tienen mayor tendencia al alcoholismo y el tabaquismo que las mujeres de más edad, lo que incide en la salud de los bebés.
A esto hay que sumar las consecuencias sociales de los embarazos adolescentes, especialmente en el caso de niñas solteras, con elevadas tasas de abandono escolar y, por lo tanto, de desarrollo educacional y de contribución al crecimiento de la economía.
La OMS advierte de que los embarazos en adolescentes solteras en países pobres y en desarrollo suele derivar en violencia y se relaciona de manera creciente con un posible motivo de suicidio entre niñas embarazadas.
Para afrontar el problema, la OMS recomienda frenar los matrimonios de menores de 18 años, reducir el número de embarazos de mujeres de menos de 20 años, impulsar el uso de métodos anticonceptivos, reducir el sexo forzado entre adolescentes y combatir los abortos en condiciones sanitarias deficientes.
En definitiva, si en el primer mundo los problemas con los que se enfrenta una madre adolescente son más bien psicosociales y los físicos se controlan más fácilmente, en los países en desarrollo los embarazos y partos de adolescentes siguen produciendo muchas muertes al año. Una situación trágica que podría prevenirse en buena medida.
Vía | ABC En Bebés y más | Decidir ser madre adolescente, “Madres adolescentes” en televisión, ¿ayuda o morbo?, Salud sexual y reproductiva en la adolescencia, Niñas y madres en México