La versión original de "La Bella Durmiente" sería poco recomendable para los niños

La versión original de "La Bella Durmiente" sería poco recomendable para los niños
8 comentarios

Seguro que cualquiera de vosotros sois capaces de explicar en pocos minutos el cuento de “La Bella Durmiente” (o al menos lo más esencial): la hija de la reina recibe una maldición por la cual a los 16 años se pinchará con una aguja y morirá. Al llegar a esa edad sucede y la princesa, más que morir, duerme por siempre, o hasta que un apuesto príncipe la despierte con un beso. Y esto es exactamente lo que sucede, un beso la despierta y príncipe y princesa acaban bailando juntos.

Sin embargo, la primera versión de este cuento es bastante diferente, tanto, que no podría ser explicada a los niños, porque algunos no la entenderían, otros llorarían (imagino) y otros tendrían alguna que otra pesadilla durante algunos días.

Dicha primera versión data de 1636 y fue escrita en Italia por Giambattista Basile, bajo el título “Sol, Luna y Talía”, que formó parte de una colección de cuentos titulada “Pentamerone”.

En ella se explica la historia de Talía, la hija de un gran rey, que corre el riesgo de pincharse con una astilla envenenada oculta entre lino, según advierten sabios y astrólogos. El rey decide prohibir la entrada de lino a palacio y esto evita que la princesa sufra ningún percance hasta que, siendo adolescente, encuentra una rueca para hilar lino y se clava una astilla bajo la uña, cayendo muerta.

El rey, afligido por la pérdida e incapaz de enterrarla, deposita el cadáver de su hija sobre una tela de terciopelo, cierra el palacio y lo abandona. Hasta aquí parece que la historia es más o menos la misma. Sin embargo, es a partir de ahora cuando parece que lo que conocemos no acaba de concordar con el original.

La bella durmiente, violada

Un noble que suele cazar en el bosque sigue a su halcón, que le lleva al palacio abandonado, donde halla a la princesa. Enseguida queda prendado por su belleza y, no contento con besarla, tras intentar despertarla, mantiene relaciones sexuales con ella (si es que se le puede llamar relación…).

Nueve meses después la princesa Talía, aún durmiente, da a luz a dos gemelos, un niño y una niña cuyos nombre son Son y Luna. Los niños son cuidados por las hadas, que acompañan a la princesa mientras duerme. Un día el niño trata infructuosamente de cogerse al pecho de su madre, encontrando finalmente su dedo. Empieza a chuparlo y logra, casualmente, extraer de su piel la astilla envenenada. En ese preciso momento Talía recupera el conocimiento (unos cien años después de haber caído “muerta”). Como veis el que despierta a la Bella Durmiente no es un príncipe azul, sino un bebé, hijo de la misma princesa y de un noble violador.

Pasa el tiempo y el noble, recordando los “buenos momentos” vividos con la muchacha durmiente decide acudir de nuevo a palacio (las intenciones ya las podéis imaginar). Para su sorpresa, la princesa está despierta y además no está sola, sino que la acompañan sus dos criaturas. El noble se da cuenta de que son sus hijos y así se lo explica a Talía, que lejos de enfadarse decide iniciar una relación (ahora sí, consentida) con él.

La pareja pasa una semana de cuento de hadas y entonces el noble se marcha, sin mencionar que el motivo de ello es el obligado retorno con su esposa.

La esposa del noble se entera

Entonces pasa lo que tenía que pasar (para que la historia sea cada vez más increíble): el noble menciona en sueños los nombre de Talía, Sol y Luna y con ello la esposa del noble se entera de todo, conociendo así la existencia del palacio, de la princesa que en él vive y de los hijos bastardos de su marido. Enfadada hasta más no poder, hace secuestrar a Sol y Luna, que acaba entregando al cocinero, dando la orden de degollarlos y de hacer con su carne un sabroso plato.

La esposa, no contenta con ello, decide quemar viva en la hoguera a Talía, también capturada. En el momento de llegar a la hoguera, Talía solicita poder quitarse primero sus prendas más delicadas, a lo que la mujer accede. Con cada prenda que se quita emite un grito de dolor. Sonidos que el noble acaba oyendo.

La esposa le explica a su marido que Talía ha sido quemada en la hoguera y que, durante la comida, “¡te has comido lo que es tuyo!”, es decir, a sus hijos. En ese instante el noble ordena que su esposa, el secretario y el cocinero sean quemados también en la hoguera.

Sin embargo, Talía no llega a quemarse y el cocinero le explica que no ha sido capaz de hacer daño a los niños y que los ha sustituido por carne de cabra.

El noble y la princesa Talía se casan y el cocinero recibe el título de tesorero real.

Y Perrault dulcificó la historia

En 1697 el francés Charles Perrault reescribió la historia de Talía eliminando al noble violador y poniendo en su lugar a un apuesto príncipe que despertaría a la princesa con un beso. Tras esto se casarían y tendrían dos hijas, siendo las tres mujeres (madre e hijas) mal aceptadas por la reina (madre del príncipe).

El cuento de Perrault se tituló “La bella durmiente del bosque” y aún sufrió algunas variaciones más ya que, entre otros, pasó por las manos de los conocidos Hermanos Grimm, hasta la historia que todos conocemos, mucho más dulce e infantil.

Más información | Wikipedia
Foto | Wikipedia
En Bebés y más | “La bella durmiente del bosque”, teatro de sombras en un libro, La Bella Durmiente, edición 50 aniversario, La cama de la Bella Durmiente

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Es un tema súper interesante. Todos estos cuentos q comentáis tienen un origen popular, oral, q se pierde atrás en el tiempo, hasta q llega un autor "culto" y los pasa al papel. Las versiones anteriores al papel, son por su naturaleza folklórica, múltiples, y se repiten, con variantes, en distintos países (hablamos de tradición Occidental; en Asia sucedería lo mismo). Es decir, q "La bella durmiente" lleva muchos siglos circulando oralmente por Europa con títulos y argumentos diferentes (dentro de un hilo central q se repite).

      Con toda seguridad la versión de este autor italiano no era la primera (aunq sea la primera escrita conservada) pero si algo tienen en común estos cuentos tradicionales populares es que, antes de ser escritos (y después también en muchas ocasiones hasta q llega la dulcificación moderna, no digamos ya con Disney) contienen elementos truculentos, violentos, se habla de muerte, de sexo, de incesto, de terror...

      Si os gustan estos temas (perdón por el rollo, se nota q a mí me gustan...) os recomiendo "Morfología del cuento", de Valdimir Propp.

      Saludos!

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    • Avatar de eva_paris Respondiendo a Eva Paris

      Súper interesante, sí señor. Y visto lo visto... viva Disney!!

      No tiene demasiado que ver... o sí... es que intento reconciliarme con hadas y ninfas... ¿Has leído 'El libro de los niños' de A.S Byatt? Estoy en ello... después de años de literatura norteamericana, estoy en plan europeo. Me está gustando... escritora de libros infantiles, imaginación y fantasía a gogó... Bueno, lo dejo e intento seguirte en otros lugares blogoliterarios. Je, je... repito, lo intento que no me da la vida 2.0 para tanta lectura. Saludos!!

    • interesante

      Caramba, qué versión!, por un fin un cuento con interés, jajaja. La verdad es que los cuentos son la leche; qué decir de Hansel y Gretel? En la onda de Pulgarcito. Y las 1000 y una noches? Habéis leído la versión normal, no la que hacen para niños? "la princesa les hizo una proposición a los dos hermanos que ningún hombre podría rechazar..." Y de ahí para arriba, jajaja. Lo cierto es que no sé cómo no tenemos más pesadillas; supongo que el contacto con el lado oscuro desde niños nos hace a la vez alejarnos de él, pero como coja al guionista de Bambi, es que lo...

    • interesante

      Interesante cómo se han adaptado los cuentos posteriormente...

      Los besos, en cualquier caso, a chicas durmientes (incluyo a Blancanieves) no son nunca consentidos.

      Hay un libro interesante sobre la interpretación de los cuentos de hadas, de Bruno Bettelheim. Es demasiado psicoanálisis para mi gusto, pero merece la pena echarle un ojo. Un saludo!

    • Uff, hadas, príncipes, princesas... ¡¡qué mundo!! ¡¡O qué mundillo!!. Yo me estoy empezando a reconciliar un poco con las de Disney. Intenté ejercer algo de censura, pero no puedo ponerle puertas al campo. Marta pasa y sólo le gustan Mickey y Pluto. Pero con Sara es más complicado porque algunas amigas del cole llevan mochilas de Cenicienta, entre ellas hablan del tema y sobretodo porque ella tiene una sensibilidad especial para las cosas bonitas. Dice que le gustan porque la música de la 'Bella Durmiente' (la de Disney) es bonita, porque los vestidos se mueven, porque los farolillos de Rapunzel brillan... Ahora bien, tiene muy claro que si se quiera casar como las princesas, antes tendrá que tener un trabajo!!!

      Bueno, pero al grano de la versión para mayores de 18 años de la Bella Durmiente... ni te cuento la versión original de Cenicienta... del estilo. O el horror que tienen mis hijas al cuento de Pulgarcito... no quieren ni oir hablar de él: leñadores pobres, que no tienen nada para dar de comer a sus 7 hijos, los dejan en el bosque para que se busquen la vida, el ogro caníbal, sus 7 hijas feas devoradas por su propio padre... Garbancito, aún les hace gracia el momento 'escatológico' de cómo vuelve el tipo de la barriga del buey (Marta dice: 'en la panxa del bouuuuuu, que no neva ni pouuuuuuu', versión catalana).

      En cualquier caso, no estaría mal re-suavizar la versión original del cuento de la Bella Durmiente, para promocionar los beneficios de la LM. Je, je... es broma!!

    • ¡Qué interesante! Me encantaría conocer más de esa historia (y de otras similares. Me serviría un montón para mi no acabada tesis doctoral). ;)

    • Antes de convertirse en folklor estos "cuentos" han sido la cruda realidad. Ya sabemos que la realidad muchas veces supera la ficción. Este cuento existe en muchos pueblos y países, incluso en África, en India y etc. La imagen utilizada en el post es un cuadro de un pintor ruso Vasnetzov de 1926. Allí este cuento apareció como obra literária de Pushkin en 1833, aunque los "cuentos" folklóricos de este contenido se conoce que ya circulaban en el siglo 11 basados, supuestamente, en hechos reales. El cuento recreado por Disney es de nuestra época y es lo que es - un cuento, con sus hadas, princesas y cosas dulces y mágicas, apropiado para el mundo de fantasía que cada niño debe de tener. Las curiosas detalles dejémoslas para la tesis doctoral jeejej..

    • Hace años se me ocurrió comprarle a Bruno unos cuentos que vi en el súper de oferta, y venían en español y en inglés... Pensé: "Bueno, los de toda la vida!" Entre ellos estaba Pulgarcito, no os podéis imaginar lo ojiplática que me ponía al tiempo que lo leía... Unos padres que, al andar mal de dinero.... no se les ocurre otra cosa mejor que ¿abandonar a sus hijos en el bosque???? Y no una, sino dos veces!!! No se lo he vuelto a contar a mis hijos, a ver si con la crisis que tenemos encima, cualquier día nos escuchan hablar de apreturas económicas y se temen lo peor, los pobrecitos. En fin, ahora veo que la mayoría de los cuentos de mi infancia son un poco "heavys", al lobo que le rajan la barriga y se la llenan de piedras para que se ahogue en el río, al lobo, otra vez, le rajan la barriga para sacar a Caperucita y a la abuelita... (pobres lobos).

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