Se acerca el día y aún no os queda muy claro de qué van a disfrazarse vuestros niños. Si tenéis ganas de poner en práctica vuestras artes de estética, aquí os dejamos unas ideas de maquillaje infantil para Halloween.
Simplemente con buena mano a la hora de pintar y algún complemento como un gorro, unas ropas viejas, un antifaz... podemos darles a los peques ese toque terrorífico para la noche de Halloween. Eso sí, hay que comprobar que las pinturas de cara, sean ceras o bien pinturas al agua, están homologadas y no le producen alergia al niño o niña. Y a disfrutar. ¡Feliz Halloween!
No todas las calabazas tienen por qué ser para adornar. Un maquillaje de calabaza puede ser la estrella de la fiesta, pintando media cara con color naranja sin que falten los cortes en las fauces negras. El resto del disfraz, a gustos: desde túnica negra y gorro de bruja a vendaje de momia con papel...
Un maquillaje tradicional y sencillo, tan solo necesitamos colores blanco y negro, insistir en las cuencas de los ojos para acentuar el aspecto cadavérico y trazar una dentadura terrorífica... Una túnica negra y como complementos, una guadaña de plástico, harán el resto.
Pasamos del banco y negro a una calavera más colorida, la "calavera garbancera" o "La Catrina", típica de México. Necesitamos maquillaje rojo, verde, amarillo, azul, negro y blanco para la base. Además podemos adornar nuestra decoración, en la que no puede faltar la hilera de dientes, con algún maquillaje con brillo, como dorado o plata o con purpurina líquida.
Color verde y negro, un par de arañas en la cara, ojeras... y ya está listo nuestro simpático brujo, brujita o monstruito. ¡También se le puede dar un "toque "Frankenstein" con la base de maquillaje verde!
Este es uno de los malvados más conocidos de la historia del cómic y el cine. Un payaso que da mucho miedo que podemos conseguir con un maquillaje sencillo y con pintura verde en el pelo o una peluca de ese color.
Aquí podemos echarle imaginación y con poco maquillaje más un antifaz, los niños se convertirán la criatura que queramos, o una mezcla de varias de ellas. Lo imprescindible: que haya un trozo de cara pintada de rojo o verde, como si la piel se cayera, y que no falten colmillos sangrientos.
Terminamos con pequeños diablos para lo que necesitaremos pintura roja, negra y blanca y un poco de maña para crear las facciones más terroríficas y con pequeños cuernos pintados o de atrezzo.
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