"Cesárea, más allá de la herida", libro y exposición

"Cesárea, más allá de la herida", libro y exposición
15 comentarios

Hace pocos días hablabamos de si es mejor una episotomía o una cesárea. Para muchas mujeres, una cesárea, deja una profunda huella psíquica además de una marca física de por vida. Ellas se nos muestran directamente, mostrando las cicatrices de sus cuerpos y el dolor de sus corazones en esta obra que os presento: “Cesárea, más allá de la herida”.

Se trata de un libro editado por OB STARE, que muestra el trabajo de la artista Ana Alvárez-Errecalde, realizado en colaboración con la Asociación El Parto es Nuestro. La obra se convierte además en una exposición de la que os informaremos cuando tenga las localizaciones y fechas confirmadas.

Las mujeres de El Parto es Nuestro, una asociación que precisamente tiene su origen en la reunión de algunas mujeres que habían sufrido cesáreas traumáticas y posiblemnte inecesarias, quisieron dejar plasmada la herida física y emocional de esta intervención y contactaron con la artista Ana Alvarez-Errecalde para que retratara las cicatrices de muchas mujeres.

La obra es no solo muy delicada visulamente, sino que sabe transmitir el dolor, la angustia y la aceptación de la cicatriz indeleble que la cesárea deja en miles de madres, y tiene como objetivo concienciar contra la violencia obstétrica.

Algunas de esas cicatrices todavía me duelen, he escuchado a esas mujeres narrar partos espantosos, llorar la pérdida y la separación, adentrarse en si mismas y salir reforzadas para luchar por los objetivos de El Parto es Nuestro, que sigue siendo un referente tanto para el apoyo emocional de las mujeres como en el trabajo con las autoridades sanitarias para que la atención al parto en España se modernice y humanice.

El libro y la exposición “Cesárea, más allá de la herida” me parece una obra indispensable para enternecernos, enfurecernos y empatizar con el dolor callado de miles de mujeres que sufrieron en esta intervención, que si bien salva vidas, debe ser realizada solamente en los casos necesarios y siempre con la necesaria información y sensibilidad.

Via | Blog de El Parto es Nuestro
Más información | El Parto es Nuestro

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Mi cesárea no fue especialmente traumática, pero siempre me quedé con la sensación de que me faltaba algo, incluso, me hizo sentir menos mujer, y un poco culpable.

      Es como si el proceso de la gestación y el nacimiento se truncase, al aniquilar el vínculo tan especial que se vive en el parto entre los padres y el hijo. No me había atrevido a confesárselo más que a mi marido, y creo que no me entendió, o no me supe explicar.

      Pude comprobar la diferencia, al dar a luz a mi segundo hijo. Primero, físicamente, ¡menuda diferencia en la recuperación! Segundo, afectivamente. Muchas veces, no puedo evitar pensar si dicha experiencia habrá dejado alguna carencia afectiva en el mayor. Realmente, el vínculo que sentí con mi segundo hijo, al que pude abrazar nada más nacer, y del que no me separé desde entonces, no se parece en nada al del mayor, al que sólo pude dar un beso cuando la enfermera me lo acercó una vez aseadito, y al que abracé unas horas después. Fue también un momento precioso, y más cuando era nuestro primer hijo, pero no acababa de creerme que aquella cosita fuese mía, ni que hubiese salido de mí... Me faltaba algo, me lo habían robado. No sé si por ser el primer hijo, o por ser de cesárea, o por ambas cosas...

      En fin, de verdad que no había contado esto nunca a nadie...

      Por cierto, mi cicatriz es perfecta, ya casi no se me nota, e incluso le he enseñado a mi hijo la puertecita que me abrieron para que pudiese salir. Saludos

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    • Avatar de mamadejj Respondiendo a mamadejj

      Estoy totalmente de acuerdo contigo yo hace 3 meses que parí y noto esa misma sensación...yo me lo imaginaba totalmente distinto...con mi marido al lado viendo a nuestro primer hijo y solo me lo acercaron para darle un beso...la recuperacion tambien fue muy dolorosa.Solo me queda el consuelo de que no me pase de nuevo y darle mucho amor a mi hijo al cual amo por encima de todas las cosas.

    • interesante

      HOLA: mi cesarea tampoco fue traumatica., de ehcho nunca dilate., y decidio el medico hacrmela., si que es verdad que de repente tenes tu hijo en brazos y no sentiste como salia dentro de ti que eso me hubiera encantado"! pero se que no sufrio nada de nada., yo en ese momento pude disfrutar de su primer llanto ., al cerrarme la herida me la dieron y se quedo en mi pecho y gracias a dios a los dos dias ya tenia leche ., no me costo nada., si que me dolio muchisimo y me costo unos 20 dias poder caminar recta., pero., al saber que mi princesa no sufrio nada., me aguantaria un y mil cesareas mas., si es porque ellos esten bien., y como cuentan mas arriba mi cicatriz ES UN ORGULLO., CADA DIA LA MIRO Y DIGO.., POR ACA SALIO PARTE DE MI VIDA... QUE MEJOR COCATRIZ QUE LA QUE DEJO PASO A LA VIDA DE TU HIJO NO?? UN BESO Y QUERIA CONTAR MI EXPERIENCIA PARA QUE VEAN QUE TAMPOCO ES TAN TERRIBLE AUNQUE NO NIEGO QUE HAY CASOS Y CASOS! EN FIN...... besos

    • interesante

      Hola! Bueno, sinceramente yo queria tener un parto normal, pero jamás tuve dilataciones ni contracciones, y el bebé ya llegó a las 40 semanas. Junto con mi esposo habíamos conversado con mi ginecólogo acerca de todas las posibilidades, él me dijo que lo ideal es un parto normal si todo esta bien, jamás me ofreció de buenas a primeras la cesarea, que en mi país es de lo más común, ya nadie quiere pasar por el proceso del parto. En fin, llegó el momento y en vista de mi situación el médico me dijo que era riesgoso esperar más, y mi madre me hizo recordar de su experiencia traumática en mi nacimiento, nací con forceps y tres personas tuvieron que casi subir sobre ella que del dolor al sacar mi cabeza se desmayó y casi me asfixia, y todo eso fue porque su doctor no quiso practicarle una cesarea y yo ya había llegado a las 42 semanas toda llena de arañazos y con la bolsa pegada por mi. No tuve experiencia traumática con mi casarea, yo creo que mucho depende de la seguridad que te da el profesional que te trata. En mi caso, me fue excelente, el mismo día ya me levante de la cama, no sufri ningun dolor, y en seguida estuve con mi hijo, la cicatriz, es solo eso una cicatriz, cuando la veo recuerdo ese momento y me encanta recordarlo, fue el día más feliz de mi vida. Bueno, fue lo que me toco vivir a mi, solo quería compartir mi experiencia, un poco a favor de la cesarea cuando es necesaria.

    • interesante

      Casi siempre pienso que firmaría todo lo que escribes, Anna JR, porque además de estar a menudo de acuerdo contigo, me gusta que te molestes en pensar despacio, desarrollar el argumento y además, escribirlo muy bien. Y puedo estar de acuerdo con tu clasificación de dolores "privilegiados" y "auténticos". Creo que todas y todos tenemos el suficiente sentido común para saber cuáles son aquéllos que te pueden destrozar la vida. Pero los otros, ay, te la pueden marcar, y muchas personas tomarán decisiones a partir de esas "marcas", harán cosas que antes no habrían hecho para superarlas o para intentar olvidarlas, pero ahí están, presentes hasta cuando queremos ignorarlas. No suponen muertes ni discapacidades, pero pueden condicionarte la vida. No se trata de una competición de dolores, porque unos y otros convivirán dentro de nosotros a lo largo de la vida.

      Yo sí viví mi cesárea como un trauma y no tengo por qué renegar de lo que sentí. Los sentimientos son así, bastante incontrolables. Llevaba un embarazo perfecto, me encontraba físicamente mejor que nunca, fui a clases preparto con la matrona del centro de salud y luego con una fisioterapeuta estupenda; practiqué respiraciones para controlar el dolor, ejercicios para fortalecer el perineo, etc. Estaba tranquila y segura. Dilaté prácticamente sin dolor hasta los 7cm. Luego hasta los 10 y el niño seguía demasiado alto. Entré en el paritorio y empujé durante media hora, la matrona de turno hizo presión en mis costillas, la ginecóloga intentó estirlarlo hacia afuera... Todo en vano. En un segundo, de estar permanentemente acompañada y tranquila, pasé a estar sola y convulsionando por los nervios. Sola mientras me abrían la tripa, sola para protestar cuando no me dejaron cogerlo en brazos ni ponérmelo al pecho, sola durante dos horas en una sala de "reanimación". Pasé cinco horas sin poder coger a mi hijo en brazos, mientras todos mis familiares lo habían visto y tocado ya. Luego, un mes sin poder incorporarme ni para cambiarle los pañales. Y prácticamente 6 meses hasta que conseguimos algo de complicidad. Resultado: un bebé que prefería estar con su padre y una madre al borde de la depresión post-parto.

      Si la cesárea fue necesaria para que mi hijo no estuviera en peligro, no la discuto, pero que todo el protocolo que la rodea es antinatural e ignora las necesidades tanto de la madre como del recién nacido, lo afirmo, en lo que conozco de primera mano. No hace falta añadir separación al dolor, no hace falta añadir soledad a la cirugía.

    • Tiene q ser muy bonita, a ver si pasa cerca.

      Mi relación con la cesárea q me hicieron para q naciera mi primera hija es ambivalente. Nunca he sufrido por el hecho de la intervención en sí, considero q fue necesaria tal y como vino el parto, a lo q se suma una recuperación inmediata y ninguna interferencia en la lactancia o en el contacto con mi bebé, por lo q esa herida emocional o trauma q sufren tantas mujeres no ha pasado por mí. Pero respecto a la cicatriz, confesaré q me avergonzaba bastante tenerla "de recuerdo", una cuestión estética. Hasta q mi marido me dijo (y aún me emociono al pensarlo) q estaba muy orgulloso de ella porq por ahí había nacido nuestra hija.

      Sé q esto no sirve a las mujeres q sí han sufrido la cesárea, la mayoría, pero quería dejar constancia de mi "relación" con el "cortecito".

    • Ana, te precipitas al calificar de lamentable mi comentario. Te explico porqué te precipitas aunque no me ofenda el que lo califiques así, pues hablas desde una experiencia personal y emocional real y dolorosa. Por supuesto, las cesáreas pueden salvar vidas, pero en España las cifras de cesáreas siguen siendo escandalosas y superan en mucho lo que recomienda la Organziación Mundial de la Salud. Y aunque no todas las cesáreas causan un trauma a las mujeres, existen miles de casos en los que una cesárea no era necesaria y la mujer que lo percibe y lo descubre te aseguro que no está agradecida. Te aseguro que se de lo que hablo. He estado en muchas reuniones en las que estas mujeres que sufrieron en sus partos lo que solo puede ser calificado de violencia lloraban por el sufrimiento físico, psíquico, por la separación de su hijo sin necesidad, por los protocolos incorrectos que las llevaron a estas situaciones. Las conozco. A algunas de las modelos incluso las he tenido abrazadas mientras lloraban y dejaban salir un trauma que las había dejado marcadas para siempre. Una de ellas es una hermana para mi. Afortunadamente no todos los casos son así, pero te aseguro que existen las cesáreas innecesarias y los traumas por haber sido maltratadas en el parto.

    • Mireia, es cierto, la elección del adjetivo "lamentable" por mi parte, fue lamentable. He estado el fin de semana desconectada del ordenador y no he podido disculparme hasta esta mañana.

      En mi entorno más cercano hay una amplia representación del sector sanitario, sobre todo, especialidad obstetricia. Y además, mi ginecóloga acabó convirtiéndose en una persona especial para mi. Y este tema lo hemos hablado en muchas ocasiones. Cada persona es un mundo, pero te aseguro que a los que yo conozco les hiere profundamente la expresión "violencia obstétrica". Yo también opino que el término es muy poco afortunado.

      Yo no soy psicológa ni psiquiatra, no sabría como afrontar un trauma del nivel de lo que estamos hablando. Sólo podría contar mi expieriencia con mis abortos: los dos espontáneos, el primero de 10 semanas y el segundo de 16. Con el primero me dije convencí rápido de que era algo normal, le había pasado a muchas amigas y mi gine me dijo que no era señal de nada. En principio. Me animé enseguida a volver a intentarlo, recompuse mi vida laboral para que no interfiriera en mi segundo embarazo y volvió a fallar. Se me cayó el mundo encima, por mucho que me dijeran que tampoco significaba nada. Lo pasé fatal, hasta que vi que le estaba dando a mi dolor un carácter privilegiado. Era mi dolor, claro y para mi era el más grande. Pero me sirvió mucho pensar en la frase que me décía siempre mi madre de adolescente cuando mis brotes de dermatitis atópica me dejaban la cara como un monstruito, nada recomendable en la cándida adolescencia, claro... la reflexión era algo así como tú eres única, con tus cosas buenas y tus cosas malas, piensa en ellas, reflexiona y verás que eres afortunada porque siempre habrá alguien que sufre más que tú. Y yo pensaba, sí claro, mi madre dice eso porque no sabe por lo que estoy pasando. Pues claro que lo sabía y probablemente sufría más que yo cuando me veía que no quería ni salir a la calle.

      Vuelvo a lo de los abortos. La reflexión de mi madre siempre me ha hecho pensar que ante un trauma como un aborto, como una cesárea, hay dos tipos de dolor: el privilegiado y el auténtico. El auténtico dolor es perder a un hijo, dentro o fuera del útero. Por eso mi dolor en un aborto de pocas semanas, era un dolor privilegiado que se podía superar. Pero claro, hay abortos y abortos, y hay cesáreas y cesáreas. Y para mi, el dolor por una cesárea con un niño sano entre tus brazos, aunque sea a las 3, 4 o 5 horas será un dolor privilegiado. ¿Y un dolor auténtico? Pues prefiero ni pensarlo.

      Tampoco entiendo lo del sentimiento de culpa. Creo que estamos generando un egocentrismo de la maternidad muy complicado. Con los partos, un vaginocentrismo (perdón por el palabro), con la alimentación un mamacentrismo (perdón de nuevo!!)... No puede ser que una mujer diga que se siente culpable, que falló por tener una cesárea. O que diga que se siente culpable por no haber podido amamantar a su hijo. La culpa es un sentimiento atávico. La maternidad es un alegría, la más grande, la más complicada, la más misteriosa... No hay culpas en la maternidad.

      No me puedo imaginar el sufrimiento de la mujer a la que te refieres. Si a pesar de todo, su hijo está con ella, también la abrazaría y le diría que tiene miles de días y millones de momentos para demostrarle a su hijo que es la mejor mamá, que un parto no te convierte por si sólo en madre.

      Mi amiga María no deja que nadie la abrace y no quiere que nadie le mencione ni le pregunte por lo que le pasó en noviembre. Afortunadamente ya tiene una niña de dos años y medio (mi ahijada!!!) y no tiene una señal de una cesárea. Tiene una cicatriz más profunda que culquier cesárea porque su dolor es auténtico.

    • Gracias, concilia2. Está claro que es más sencillo hablar desde la distancia de una experiencia positiva, como por ejemplo la mía, dos partos normales y corrientes sin problemas dignos de mención.

      Entiendo lo que explicas sobre las circunstancias que rodean una intervención como esta, pero quiero pensar que se actúa así en el fragor de la intervención, en medio de una gran tensión. Los casos que conozco de cesáreas programadas, han sido menos traumáticas, supongo que es lógico.

      Y... sí... el dolor, auténtico o privilegiado es nuestro y punto. Pero al dolor me niego a que le añadamos culpa. Dolor y tristeza, sí. Culpa y frustración, no. Por lo menos hagámonos a la idea y empecemos a desterrar ya esos conceptos de nuestras cabezas. Mi amiga cree que su bebé murió porque ella tenía mucho estrés y no supo parar a tiempo. El bebé murió porque tenía dos vueltas de cordón alrededor del cuello. Fue un accidente. Pero ella se siente triste y culpable. Mala combinación. Pero repito, es fácil hablar desde la distancia. Sólo intentaba decir que si, a pesar de todo, tenemos a nuestro hijo, creo que puede ser más fácil superar el trauma.

    • Me lo he pensado mucho antes de intervenir en este tema, porque yo no he pasado por la experiencia de una cesárea y mis palabras podrían parecer fuera de lugar. Pero tengo unas cuantas reflexiones y unas preguntas que dejaré para el final.

      Tengo experiencias muy cercanas de mujeres que han perdido a sus bebés cuando les faltaban a penas unas semanas para dar a luz. Mi mejor amiga, el pasado mes de noviembre. Le faltaban 4 semanas para parir, en una revisión vieron que no había latido y le tuvieron que provocar el parto de su hijo muerto. Dos compañeras de trabajo, hace 3 y 4 años respectivamente, lo mismo. Y en las 3 ocasiones me he preguntado si puede haber algo peor que parir a tu hijo muerto, dilatar, pasar por las contracciones, la epidural, empujar, llorar, esforzarte... para nada. Y un día se lo pregunté a mi ginecóloga: por qué ante estos casos el protocolo médico no se plantea hacer una cesárea, con anestesia general, ojos que no ven, corazón que no siente. Y ella me explicó que esa cicatriz sería una señal indeleble para toda la vida de un auténtico trauma. Un parto natural, deja menos cicatriz física, más oculta, menos visible y menos expuesta en casos como este. Pues, sí, supongo que me quedé convencida con la explicación.

      Las compañeras que acaban de dejar sus comentarios antes que el mío coinciden en que sus cesáreas no fueron especialmente traumáticas, que evidentemente, hubieran preferido tener un parto natural, y que echaron de menos no poder tener a sus hijos en brazos en esos primeros momentos.

      Habrá otras mujeres, cuyas cesáreas sí que habrán sido traumáticas, les habrán dejado cicatrices externas e internas, y secuelas físicas, no lo dudo. Pero, es muy posible que la mayoría tengan ahora hijos sanos entre sus brazos. Y habrá otras, que con cesáreas de urgencia, traumáticas o no, con partos vaginales, peores o mejores, tendrán hijos discapacitados o con problemas derivados del tipo de parto por el que pasaron sus madres y ellos.

      Por lo tanto, la exposición, la exhibición de una cicatriz y sobre todo hablar del "dolor, la angustia y la aceptación de la cicatriz indeleble que la cesárea deja en miles de madres, y tiene como objetivo concienciar contra la violencia obstétrica", me parece, a priori y sin conocer los casos individuales de las mujeres que se han fotografiado, un poco lamentable. Si sólo una de esas mujeres consiguió tener un hijo sano, la cesárea mereció la pena. Y si no fue así y encima perdieron a su hijo, retiraré muchas -no todas- de las cosas que he dicho y le pediré perdón a esa mujer.

      Pero me parece muy injusto hablar de violencia obstétrica, de ataque, de sentirse menos mujer, utilizar la estética de otras muestras fotográficas, como por ejemplo, las de mujeres mastectomizadas o las se han hecho sobre las mujeres que han sufrido la mutilación sexual. Habrá ginecólogos desalmados, por supuesto, y periodistas y abogados y enfermeros y dependienes... pero estoy segura de que la inmensa mayoría de profesionales de la obstetricia que practican una cesárea lo hacen porque creen que deben hacerlo.

      Mis preguntas son: ¿es justo quejarse por una cicatriz cuando nuestro hijo está vivo y sano? ¿es una mujer menos mujer, menos madre, porque su hijo no salió de su vagina? ¿alguien sería capaz de firmar ante notario que una cesárea fue innecesaria?.

      Y espero que quien lea esto (al pie de la letra, por favor) y no esté de acuerdo -como no podía ser de otra manera- me dé más argumentos que el del primer contacto, la cicatriz indeleble, la violencia obstétrica y demás hipérboles.

    • HOLA QUE TAL...TENGO DOS HIJAS, PERO AMBAS FUERON EN PARTO NORMAL, ES CIERTO EL PROCESO DE RECUPERACIÓN ES TOTALMENTE OTRO Y EL VINCULO QUE SE FORMA DESDE ESE MOMENTO TAMBIEN... PORQUE POR EJEMPLO YO ESE MISMO DIA DE DAR A LUZ, YA PODIA LEVANTARME INCLUSO PODIA DAR CAMINATAS CORTAS POR EL PASILLO DEL HOSPITAL, EN CAMBIO MI HERMANA QUE SI HABIA TENIDO POR CESAREA TARDO MAS DE UN MES EN RECUPERARSE, Y LA CICATRIZ ES VISIBLE, PERO SI ES POR EL BIENESTAR DEL BEBE Y LA MAMA ES RAZONABLE, NO QUEDA OTRA ALTERNATIVA, PERO TAMBIEN SE DE MUJERES QUE NO QUIEREN PASAR POR EL DOLOR QUE IMPLICA EL PARTO NORMAL O NATURAL, EN ESOS CASOS SI NO ESTOY DE ACUERDO PORQUE ES UN MOMENTO UNICO, RECUERDO PERFECTAMENTE CADA MINUTO QUE PASE Y EL INSTANTE PRECISO EN QUE "SENTI" EL NACIMIENTO DE CADA UNA DE MIS NIÑAS... Y A PESAR DEL DOLOR, SON LOS DOS MOMENTOS MAS FELICES DE MI VIDA... OJALA QUE TANTO LOS MEDICOS COMO LA MADRES Y FUTURAS MADRES, TOMEN CONCIENCIA Y SOLO COMO UN MEDIO PARA SALVAR VIDAS SE TOMARA COMO CAMINO LA CESAREA Y LA HICIERAN DE FORMA MAS RESPOSABLE Y PRINCIPALMENTE MAS HUMANA, DE MANERA A QUE NO DEJEN CICATRICES TANTO EN EL CUERPO COMO EN EL ESPIRITU DE LAS MUJERES QUE PASAN POR ESE PROCESO..

    • Totalmente de acuerdo, Mireia. Yo creo que cuando se critican las cesáreas, evidentemente, no nos referimos a las que salvan vidas. Recordemos también que hay cesáreas normales, con anestesia raquídea y cicatriz horizontal, y cesáreas de urgencia, con anestesia general, y cicatriz vertical, mucho más dura de recuperar. Mi cesárea se ha demostrado, a posterior, que no era necesaria, pero, en ningún momento, se lo he reprochado a las médicos que tomaron la decisión entonces. Cuando me lo explicaron, entendí las razones (sospechaban que el niño podía estar sufriendo, estaba alto, podía ser un parto difícil, yo llevaba muchas horas dilatando...), y creo que hicieron lo correcto. La preocupación por la cicatriz no creo que sea sólo estética, sino por lo que representa. Opino que en el libro, y en la entrada es un símbolo.

    • HOLA A TODOS... A PESAR DE SER UN TEMA ALGO PENOSO PARA MUCHAS, ME GUSTA EL DEBATE QUE SE GENERO POR EL MISMO, GRACIAS A EL PUEDO CONOCER EXPERIENCIAS Y OPINIONES TANTO A FAVOR COMO EN CONTRA, PERO ESTOY DE ACUERDO CON ANNA, NO IMPORTA UNA CICATRIZ SI TENEMOS A NUESTRO BEBE SANO Y A NUESTRO LADO, PERO TAMBIEN ES IMPORTANTE QUE EL TIPO DE PARTO NO NOS HACE MAS O MENOS MADRES POR DECIRLO DE UNA MANERA, TENGO DOS HIJAS PRECIOSAS QUE SON LA RAZÓN DE MI VIDA, Y AMBAS NACIERON EN PARTO NORMAL, PERO SI HUBIERA SIDO LO CONTRARIO EN NADA CAMBIARIA MI AMOR POR ELLAS, CUANTAS MADRES HAY QUE TIENEN PARTOS NORMALES Y SIN EMBARGO SON DE LOS MAS DISTANTES CON SUS HIJOS. PERO TAMPOCO PODEMOS NEGAR QUE HAY MUJERES QUE LASTIMOSAMENTE TUVIERON QUE PASAR POR PARTOS Y/O CESAREAS DIFICILES QUE DEJAN MARCAS TANTO EN SUS CUERPOS COMO EN SUS ALMAS, Y ESO ES ALGO QUE TIENE QUE CORREGIRSE, HACER DEL NACIMIENTO DE UN BEBE, ALGO MUCHO MAS HUMANO. PERO TAMPOCO PUEDO DEJAR DE MENSIONAR MUJERES QUE RECURREN A LAS FAMOSAS CESAREAS PROGRAMADAS COMO SE LES DICE EN MI PAÍS, QUE PROGRAMAN EL NACIMIENTO DEL BEBE PARA QUE COINCIDA CON EL CUMPLEAÑOS DE OTRO MIEMBRO DE LA FAMILIA, EN ESE SENTIDO ESTOY TOTALMENTE EN CONTRA DE LA CESAREA...

    • Yo creo que nunca hay que anular un sentimiento negativo, ni nuestro ni ajeno, ya sea de culpa, de tristeza, de dolor o de enfado. Hay que empatizar con él, y empatizar no significa estar de acuerdo, sólo entender cómo se siente la otra persona, aunque no lo compartamos.

      Más tarde, cuando la persona esté más tranquila, podemos razonar, aconsejar, analizar...

      Hace poco hice un cursillo de Inteligencia Emocional; me quedé con una frase que es "Hazte amigo de tus emociones", lo cual significa que, ante una emoción, la que sea, debes reconocerla, y no luchar contra ella, sino aceptarla y ver lo que puedes hacer para sobrellevarla mejor. Generalmente, el luchar contra una emoción genera más ansiedad. Las emociones son señales que nos manda nuestro cuerpo de que algo no está bien, y nos ayudan a encontrar ese motivo y "atacarlo".

      Os dejo unos enlaces sobre abortos y pérdidas del bebé que pueden ayudar a una mujer en esa circunstancia, o a sus allegados a entenderlas mejor:http://es.wordpress.com/tag/aborto-espontaneo/

      http://superandounaborto.foroactivo.com/

    • Bueno, pues como todo en la vida es una moneda de doble cara... seguramente, esas mujeres se sintieron horriblemente mal y están en su total derecho de denunciar su situación, esto no generaliza ni engloba a todas las cesaras realizadas, igualmente no todos los partos sin medicalizar y sin episotomía son los mejores... es una pequeña lotería. En mi caso, después de un embarazo perfecto, mi hijo venía con 2 vueltas de cordón, se produjo sufrimiento fetal, cesárea de urgencia, con un trato excelente, aún recuerdo a la matrona sosteniéndome las manos entre las suyas... y gracias a Dios, si no mi niño no lo cuenta, ni siquiera lloró, tuvieron que reanimarlo y ponerle oxígeno... En cuanto a la cicatriz... en mi caso es una pequeña línea apenas perceptible que no me molesta absolutamente nada. Es cierto que tan preparada como iba a tener un parto natural estupendo, me quedé con esa cosilla dentro como de haber fallado... pero tras dos días de oxígeno mi peque estuvo en mis brazos y ya todo me dio igual. El lunes di a luz, el jueves ya estaba en casa y el domingo me quitaron las grapas... creo que fue una buena recuperación... Respecto a ese sentimiento de "culpa"... se me quitó cuando 3 meses después una amiga que dio a luz me dijo: 30 horas de parto, sin epidural, con una matrona sobre mi barriga porque no bajaba el niño, parto natural sin episotomia y con un desgarro de 23 puntos (y un niño de casi 4 kilos), más de un mes de recuperación.... y una cicatriz que le duele cada día... está claro que hay de todo y no es facil acertar nunca se sabe cómo va a ser un parto...

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