Lucy Ortega
El piel con piel, también conocido como Método Canguro, es una técnica con grandes beneficios para todos los recién nacidos. Consiste en colocar al bebé sobre el pecho de la madre (y también del padre), dejándolo únicamente con pañal para que tengan contacto piel con piel.
En el caso de los bebés prematuros, este método es aún más recomendable, pues ayuda a regular su temperatura corporal y su ritmo cardíaco y respiratorio, e incluso favorece el inicio temprano de la lactancia.
Pero además de todos estos beneficios, la ciencia ha confirmado recientemente que hacer piel con piel también favorece el desarrollo cerebral de los prematuros.
Así lo ha señalado un nuevo estudio publicado por la Academia Americana de Neurología, y en el que se encontró que el contacto piel con piel estaba vinculado al crecimiento cerebral de los bebés que habían nacido antes de término.
De acuerdo con sus resultados, los bebés nacidos antes de las 32 semanas que recibieron más contacto piel con piel durante su estancia en el hospital mostraron un mayor desarrollo cerebral en áreas vinculadas a la regulación emocional y del estrés que los bebés que recibieron menos contacto piel con piel.
La duración del método piel con piel también es clave, pues las sesiones de abrazos más prolongadas se asociaron con signos de crecimiento cerebral en regiones vinculadas a la regulación emocional y del estrés, así como a la memoria.
Aunque los investigadores señalan que el estudio no prueba que el contacto piel con piel cause directamente un desarrollo cerebral más fuerte, sino solamente muestra una asociación, consideran que los resultados son importantes:
"El contacto piel con piel no solo proporciona a los bebés prematuros conexiones familiares a través del vínculo, sino que también puede fomentar nuevas conexiones dentro del propio cerebro, mejorando así la salud cerebral general del bebé", expresó Katherine E. Travis, autora del estudio.
"Nuestros hallazgos en bebés nacidos muy prematuros sugieren que el cuidado piel con piel también puede desempeñar un papel en la formación del desarrollo cerebral temprano, destacando la importancia potencial de las experiencias de cuidado durante las primeras semanas de vida de un prematuro".
Foto de portada | Solen Feyissa en Unsplash
Ver 0 comentarios