El 70% de las embarazadas que piden un parto natural acaban cambiando de opinión

El 70% de las embarazadas que piden un parto natural acaban cambiando de opinión
28 comentarios

De un tiempo a esta parte la lucha de muchos profesionales y sobretodo de muchas madres por hacer que los partos hospitalarios sean partos naturales está siendo positiva. Cada vez más centros se acogen a protocolos respetuosos y cada vez más madres eligen parir con las menores intervenciones médicas posibles, si el parto lo permite.

Sin embargo, son muchas todavía las mujeres que deciden parir sin anestesia y con pocas intervenciones que en el transcurso del parto acaban solicitando anestesia epidural, acto que provoca otras intervenciones de manera casi obligatoria, como el uso de oxitocina o la posición de litotomía (tumbada) para llevar a cabo el parto.

En Valencia han cuantificado dichos datos y han visto que, en principio, el 70% de las mujeres eligen un parto no medicalizado. Una vez que el parto comienza, cerca del 71% de esas mujeres acaba solicitando la anestesia epidural. Esto hace que, de todas las mujeres que acuden a un centro hospitalario a parir, tan solo un 20% acabe teniendo un parto natural.

Las embarazadas no son enfermas

Lo hemos comentado en varias ocasiones y parece que, como digo, son muchos los hospitales y muchas las mujeres embarazadas que se están dando cuenta de esto: las embarazadas no son enfermas, sino mujeres que, para prevenir posibles riesgos, prefieren acudir a un centro de salud por si acaso pasa algo.

Esto quiere decir que una mujer es totalmente capaz de parir sola (hasta que se demuestre lo contrario) y por lo tanto debería poder hacerlo. En caso de necesitar alguna intervención, pues para esto están los profesionales, para actuar.

Años atrás y hasta hace poco la visión era un poco al revés. A la embarazada se la trataba como a una enferma, tomando el control de su parto y controlándolo todo hasta el punto de anularla, con la desventaja ya demostrada de que cuanto más se controla algo que va bien, más riesgo hay de hacer que vaya mal (virgencita, que me quede como estoy).

Las mujeres lo saben, pero…

En la era de la información son muchas las mujeres que saben que la mejor manera de prevenir riesgos durante un embarazo es tratar de parir de la manera más natural posible. Esto incluye no utilizar anestesia epidural.

Sin embargo una decisión así no es algo que tenga que hacerse a cara o cruz. Parir no es algo que se haga todos los días y no es como ir a casarte o a hacerte el carnet de identidad. Parir es dar a luz a un bebé, es un acto natural que no se hace porque se haya aprendido a hacer, sino que se hace porque el cuerpo está preparado para ello.

El problema es que mente y cuerpo no están, hoy en día, demasiado asociados (de hecho muchos de los males actuales vienen precisamente por esta razón) y son pocas las mujeres que pueden controlar la situación, el momento y el ambiente de manera que el dolor disminuya o se haga llevadero (el cuerpo está preparado para ello, pero la mente no).

En otras palabras, si se decide parir sin epidural es más que recomendable llevar a cabo algún tipo de trabajo personal que ayude a conectar el cuerpo con la mente, a aprender a relajarse, a escucharse, a centrar la atención en una misma a pesar de los estímulos externos y a visualizar el momento del parto porque de este modo es posible vivir el nacimiento de un hijo como una experiencia propia y única muy enriquecedora.

De otro modo hay muchas probabilidades, como ya habéis visto según los datos de Valencia, de que el parto se transforme pronto en algo estresante y muy doloroso que “deseo que acabe pronto”.

¿Y vosotras?

¿Y vosotras? ¿Cómo lo vivisteis? ¿Conocéis muchos casos de mujeres que querían parir de manera natural y acabaron con un parto instrumentalizado?

Vía | La Razón
Foto | Flickr – Inferis
En Bebés y más | ¿Con qué compararías el dolor del parto?, Guía del Plan de Parto (el manejo del dolor), “Yo soy testigo de partos en los que el dolor ha sido nulo”. Entrevista al doctor Emilio Santos (II), “Con el HipnoNacimiento se puede dar a luz en un estado de relajación profunda sin epidural”. Entrevista a la psicóloga Pilar Vizcaíno

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      En la mayoría de los casos no usar epidural es una batalla en el Hospital. No hay un ambiente adecuado para la progresión normal del parto: interrupciones, luces, ruido, matronas diferentes y desconocidas, miedos no resueltos, falta de apoyos, imposibilidad de movimientos, oxitocina sintética, estar tumbadas, inexistencia de medios para paliar el dolor no farmacológicamente... por no decir los casos en los que las mujeres que querían parir sin epidural son atacadas y se burlan de ellas por eso. El parto necesita que las hormonas oxitocina natural y endorfinas fluyan libremente y el miedo, las interrupciones, los desconocidos con poder sobre nosotras... todo eso dificulta su efecto.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mireia.long.1 Respondiendo a Mireia Long

      Bien dicho, Mireia.

    • Avatar de mireia.long.1 Respondiendo a Mireia Long

      Bravo Mireia!!!!!!! Clap clap clap clap clap clap....!!!!

    • interesante

      Sólo conozco un caso de una amiga que, en su primer parto, tenía clarísimo que no quería la epidural. Y efectivamente, parió sin ella, pero simplemente porque no había anestesista de guardia en el hospital. La acabó pidiendo y en su segundo parto hace 5 meses sí que se la puso. Es una persona informada, que lee tanto como yo sobre estos temas y además, una zamorana bien brava. No es que la bravura y la valentía dependan del lugar donde naces, más bien es una gracieta.

      En mi caso, yo confié totalmente en mi ginecóloga desde el primer control de gestación. En el primer parto me pusieron la epidural después de romperme la bolsa y dilatar 5 cm. En el segundo, la pedí yo por consejo de la gine, cuando, sin enterarme (es un decir, porque doler, dolía) había dilatado 7 cm. En los dos casos hubo enema, rasurado y episiotomia. Vamos, como dice mamademateo, el "pack completo", pero el mío, sin tono sarcástico. El enema no me provocó ningún problema de conciencia, de salud, ni mucho menos una humillación como he leído por ahí. El rasurado, justo antes del expulsivo y una zona muy pequeña... Mucho menos molesto que cualquier depilación de esa misma área. La episiotomía, decidida por una persona que ha estudiado la carrera de medicina, se ha especializado en obstetricia y lleva casi 20 años atendiendo partos.

      Si se lee bien el artículo original y las palabras de la doctora Pellicer (conozco bastante bien su trabajo por colegas mías y colegas suyas), por lo menos a mi me queda bastante claro que "parir en el agua" (es un ejemplo) no es más natural que parir en un hospital. Y que las analgesias y las anestesias no son incompatibles con un parto natural. Es una cuestión de actitud: de los profesionales y del sistema, pero en mi opinión, también de la embarazada-parturienta. Hay matronas y ginecólogos de dudosa profesionalidad y sensibilidad, pero también hay mujeres que dan lecciones magistrales a los médicos. Tengo una buena amiga ginecóloga que tiene frases para enmarcar de algunas de sus pacientes.

      En cualquier caso, lo que deja claro el estudio es que la principal causa para que una mujer que quiere parir sin epidural acabe pidiéndola, es el dolor. Para mi, el dolor físico es algo completamente prescindible, incluso en el parto. Y efectivamente, la embarazada no es una enferma, pero es una paciente especial y mucho más en el parto.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR
      interesante

      Anna, me alegro de verdad, sinceramente, porque tu pack no fuera 'sarcástico'. Quiero decir, que estuvieras encantada de la vida con todo ello. Efectivamente, en esta vida 'habemos' de todas las clases.

      Para mi el enema no fue un problema de conciencia, pero sí fue un problema de salud. Porque sus efectos secundarios me provocaron estar sin levantarme de la taza durante 45 minutos (de reloj), y para cuando me pude levantar, las contracciones se habían convertido en insoportables. Los médicos lo saben, los enemas pueden provocar hipertonía uterina, que en cristiano es una exageración de lo que deberían ser unas contracciones normales. Por eso, y por no mostrar una mayor eficacia en el control de las infecciones neonatales que el no ponerlos, es una práctica que ellos mismos han desaconsejado en varios estudios. No lo digo yo, ni lo he leído en la sección de consejillos de la Pronto: lo he leído en el PubMed.

      Y fue una humillación, sí. Pero no porque me metieran nada en el culo. Si no porque me metieron en el culo algo que YO NO QUERÍA Y NO HABÍA PEDIDO. Hay muchos hospitales donde no es protocolo, y muchos donde sólo los ponen a petición de la usuaria. Yo iba muy limpia: no hacía ni una hora que me había duchado en casa. En mi concepto de limpia no entra tener los intestinos vacíos. Generalmente, cuando me ducho en mi casa, no me pongo enemas tampoco para sentirme más 'limpia'.

      En cuanto al rasurado y la episiotomía, sólo me acojo a la certeza (también puesta al aire por médicos) de que las episiotomías sólo deberían hacerse a un máximo de un 15% de las mujeres. Y se hace casi al 90%. Lo siento, yo no lo tengo tan claro como tú, será que no tengo esa confianza con mis médicos (que por otro lado no conozco, porque cada vez es uno distinto).

      Estoy contigo en que el dolor físico al final es lo que hace pedir una epidural. Pero como yo si tengo también varias conocidas que han parido sin ella por voluntad propia, también sé, como dicen otras mujeres aquí, que la analgesia farmacológica no es la única opción para paliarlo. Y que permitir que un proceso fisiológico lo sea verdaderamente, también mejora mucho las cosas.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mamademateo Respondiendo a mamademateo
      interesante

      La primera ley de la estadística es que cada hecho es un hecho en sí. Gran frase que le leí un día a Rubalcaba (ay, ¿¿que hace el ministro aquí??? ¡¡¡estoy fatal!!!)y que se nos olvida muchas veces. Quiero decir, que yo en mi mismidad, con mi caso personal e intransferible formo parte también de una tendencia, en este caso silenciosa, que también tiene algo que decir. Y que al final es cierto que sólo resuenan las experiencias más negativas. Que, ojo, existen y deben ser paliadas. Por supuesto. Y al final, en todo esto hay mucho de estadística y de sabiduría popular: 'la gente sólo cuenta "desgracias"'.

      Más cosas: nadie te obliga a ponerte el enema. Como mucho te pueden mirar con condescendencia y decirte aquello de "tú verás". Pues sí, no me cabe la menor duda de que eres una persona con la cabeza bien amueblada, la razón clara y un verbo más que claro y fluido. Al que, por cierto, estoy enganchada por tu blog. Congratulations. Más que suficiente para decidir y decir que, no te lo pones. El rasurado, pues ahí ya no digo nada... justo antes del expulsivo estás como para ponerte a discutir por un quítame allá esos pelos. Y la episiotomía, tres cuartos de lo mismo. En mi caso, mi gine, me iba radiando el expulsivo y me dijo en los último pujos que me iba a cortar. Bueno, pues bien. No soy ninguna inconsciente ni ninguna borrega. Por suerte, la feria me fue de cine. ¡¡Qué le voy a hacer!! ¿Suerte? ¿Genética? ¿Físico portentoso para el parto? Pues no tengo ni idea, pero, mi caso es un hecho por sí mismo, tan importante y destacable como cualquier otro. Ah, y para nada minoritario. Todo lo contrario.

      Reconozco que lo que sí es una suerte es poder contar con el mismo ginecólogo durante todo el embarazo, incluso antes. Y conocer a la matrona unas semanas antes del parto. Yo he podido tenerlo gracias a un seguro privado. Una opción.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR

      Claro, Anna, claro que cada caso somos uno en sí mismo, todos con el mismo derecho a expresarse. Y si bien no me gusta contarme entre las estadísticas de los que sólo cuentan "desgracias", me parece que las desgracias también hay que contarlas, porque con eso se contribuye a una visión realista de la realidad, más aún en esto de los partos, donde, fíjate, yo tenía la impresión contraria, que todo el mundo se iba de rositas porque a la pregunta de 'cómo estás?' siempre oía 'bien, bien, muy bien, gracias'.

      Más cosas: con respecto al enema. Gracias por lo del verbo fluido y las ideas claras :) pero en ese momento, no me sirvieron de nada. Entre otra cosas, porque en la preparación al parto ya nos habían advertido de que lo que nos íbamos a encontrar, y que las 'iniciativas' de las madres no eran bienvenidas, si contravenían los protocolos. Que era mejor tener al personal 'de nuestra parte' y no encabronarlo con nuestras 'negativas' a los anteriores. Ni aunque fueran razonables. Que lo mejor era pedir las cosas educadamente, y si te decían que no, pues seguirles la corriente. En ese momento, lo que me pareció fue eso: yo no estaba de humor para ponerme a discutir con la enfermera (aunque ella sí lo habría estado), y no podía imaginar que iba a tener un efecto como el que tuvo. Te aseguro que no me van a poner ninguno más en los siguientes partos. De pardilla una vez, sí, más no.

      Respecto al rasurado: como ves, en nuestros casos también fue diferente. Para mí, no era ponerme a discutir por un quítame allí estos pelillos antes del corte, porque no te lo hacen JUSTO ANTES DEL CORTE. Que yo presumo que cuando lo hacen así, como en tu caso, es precisamente porque entienden que no todas las mujeres van a necesitarlo (ni el corte, ni el pelao). En mi caso,fue lo siguiente a tomarme los datos. Llegué a planta a las 3:30, y cinco minutos después, estaba 'recortadita' ya. Para mi, el mensaje está claro: da igual como vaya el parto, porque vamos a cortar igual, para eso dejamos ya esto hecho desde el principio y listo.

      No sólo yo podría haber dudado en voz alta de la necesidad del corte, que no lo hice tampoco, ya lo hizo otro profesional detrás de la que me cortó por mi. Era un hombre, y él lo dijo, que quizá no lo necesitaba, que ya estaba casi fuera. Ups, lo siento, la que tiene las tijeras soy yo...

      Y creo que no lo has dicho en ese sentido, Anna. Pero tener un seguro privado NO SIEMPRE es una opción. Hay mucha gente que no puede permitírselo, y ya le gustaría (aunque yo, personalmente, en la mayoría de los casos no veo mucha diferencia).

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mamademateo Respondiendo a mamademateo

      Sí, efectivamente, lo del seguro privado no es que sea una opción. De hecho es una fase sin acabar porque se me pasó el tiempo de edición del comentario y ya se me fue la cabeza. Quería decir que es una opción que nosostros estudiamos muy seriamente, porque yo tengo una buena amiga ginecóloga que me recomendó consultar con una compañera suya cuando tuve los dos abortos. Yo estaba en el seguro de mis padres y me "independicé" de ellos para poder estar con Celia (que así se llama mi gine). De ahí surgió una excelente relación médico-paciente, que te aseguro que no es exclusiva de los seguros privados. Me consta que mi gine es igual en la privada y en la pública. Así que el esfuerzo económico (47 euros al mes) me ha valido la pena.

      Capítulo rasurados: dos legrados, rasurado previo a entrar en el quirófano. Primer parto, rasurado en el paritorio, previo a la episiotomía. Segundo parto, no hubo rasurado porque a Marta había que frenarle la salida y sí hubo pequeño corte sobre el anterior.

      Capítulo enemas, en el primer parto fue ponérmelo y oye, al baño en 5 minutos y fenomenal. Segundo parto, ni hizo efecto, al menos inmediato. Ahora bien, durante la dilatación me levanté por lo menos 4 veces... entre el microlax o cómo se llamara y mi colon irritable, un no parar.

      Conclusión: la combinación de parturientas de su padre y de su madre, médicos distintos y casos diferentes hace que cada parto sea un mundo.

    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR

      Concuerdo contigo al 100%!!! Mejor dicho no lo creo!! Yo tuve una cesarea porque asi lo decidi yo!! En la ultima consulta mi ginecologo me dijo que el preferia hacerme una cesarea porque mi beba era muy grande y a tono de chiste bastante cabezona, me explico que era muy posible que ambas tuvieramos mucho sufrimiento en el parto, asi que fijamos la fecha y nacio mi angelito, sin complicaciones, al dia siguiente ya estaba caminando con mi angelito en los brazos, no tuve complicaciones, ni dolores, ni infecciones, ni nada!! Tampoco creo que el medico me recomendara la cesarea por quitarse trabajo ni por cobrar mas, al final no fueron ni 200 euros de diferencia lo que se tenia que pagar por parto vaginal que cesarea.

    • interesante

      Hola!

      Pues yo pasé el embarazo con un poco de miedo, ya que las noticias que me llegaban del hospital de León (el que me toca) no eran demasiado buenas. Sin embargo, todo fue perfecto. Yo iba con la idea de no ponerme epidural, pero también un poco a la espectativa de ver cómo se sucedía todo, y decidir en el momento según yo me fuera encontrando. Mi nena se retrasaba y al final, con 41+2 semanas, me ingresaron para inducirme el parto. Sospecho que en la primera revisión me hicieron la maniobra de Hamilton, y comencé a dilatar un poco. Luego, por la mañana, ya con 3 cm y contracciones regulares aunque leves, me pusieron el gel ése (lo siento no sé cómo se llama) para ver si me ponía de parto, y me dijeron que paseara. Ahí empezó a ir todo mal. Comenzaron a dolerme las piernas y la espalda, y terminé con una ciática horrible en las dos piernas. Me dolía tanto que no notaba las contracciones. Ya por la tarde la matrona (una maravilla de persona) me recomendó que me diera una ducha y me relajara un rato en la cama. Lo hice, y al mitigarse un poco el dolor comencé a notar unas contracciones tremendas, y rompí aguas. Entonces me llevaron directamente a dilatación y me enchufaron la oxitocina. A estas alturas yo ya estaba hecha polvo, y no me sentía con fuerzas de soportar un parto natural y llegar en buenas condiciones al expulsivo, así que con mucha pena firmé la autorización para la epidural. Se lo dije a mi marido cuando entró a verme, y me tranquilizó. Entonces fue cuando cambié el chip, no sé muy bien cómo, y entre una contracción y otra casi me dormía. El resultado fue que en una hora había dilatado de 3 cm a 7 cm, y renuncié a la epidural. A partir de ahí todo fue sobre ruedas.

      Por supuesto ni enema (ni siquiera me lo ofrecieron), rasurado leve y episiotomía minúscula y necesaria. Desde que rompí aguas, en 3 horas estaba contemplando incrédula a mi nena, con mi marido junto a mí, felices. No tengo ninguna queja, y sólo agradecimiento a la matrona que me atendió todo el día, y a las dos ginecólogas que estuvieron en el expulsivo.

      Eso sí, no debe de ser nada habitual, porque (lo único que no me gustó mucho) a pesar de que había partido de España, el paritorio empezó a llenarse de "gente" para ver el parto sin anestesia (médicos, enfermeras y demás).

      Vamos, que cualquier día de estos repetimos... xD

    • interesante

      En mi caso, yo tenía claro que iba a intentar un parto natural, pero que si me dolía demasiado prefería pedir anestesia y recibir a mi hija relajada y sin sufrir. Luego el destino, o la naturaleza, actúa como le da la gana. A las 6 de la mañana me despertó un estallido en mi barriga de 41 semanas. Había roto aguas. Desperté a mi marido, me duché y vestí sin sentir ni una contracción y nos fuimos al hospital. Allí comprabaron que el líquido amniótico tenía un color verdoso y había riesgo para el bebé. Tenían que provocar el parto, es decir, meterme oxitocina artificial, lo que provoca contracciones más fuertes y hace casi imprescindible la epidural. Intenté aguantar, de verdad, pero a las diez de la mañana no había ni postura, ni masaje ni balón de Pilates que me aliviara lo más mínimo. Pedí a gritos la epidural. La anestesista, una sádica a la que más le vale no volverse a cruzar en mi camino, me puso el cateter. Seguía sintiendo dolor, pero era soportable. Todo el personal, menos la bruja aquella a la que las propias matronas odiaban, fue encantador y muy atento, y mi marido estuvo todo el rato conmigo. A eso del mediodía dormí un rato. Pero el catéter estaba mal puesto y se acabó saliendo. Lo descubrieron cuando yo empecé a quejarme de nuevo porque el dolor era horrible. A media tarde me pusieron otra epidural, y yo seguía sin dilatar lo suficiente. Esa epidural no funcionó; durante horas estuve gritando desesperada sin poder dilatar, sin poder desconectar del dolor. Apenas recuerdo algo de las horas que pasaron entre la media tarde y la medianoche; a ratos perdía el conocimiento. Finalmente, después de 17 horas intentando dilatar los 10 cm de rigor, decidieron practicarme una cesárea. Entonces comprobaron que mi hija jamás habría podido nacer por sí misma, porque tenía 4 vueltas de cordón y no llegaba a empujar con su cabeza en el cuello del útero. Cuando oí a mi niña nacer y me dijeron que estaba bien, me quedé dormida. Una embarazada no es una enferma (si lo sabré yo, que en mi vida me he encontrado mejor que durante mi embarazo), pero la evolución humana ha convertido el parto en algo bastante más complicado para la mujer que para la hembra de otras especies. No todas tenemos el privilegio de parir en unas pocas horas y sin necesidad de asistencia médica. Si la presencia de los médicos y matronas, y la posibilidad de no sentir tanto dolor nos hace sentir más cómodas y más seguras respecto a la maternidad, ¿por qué estigmatizarlo? P.S.: Una de las matronas, que era amiga de mi madre y ya estuvo presente en mi nacimiento, nos contó que en algunos hospitales públicos ya no se pone la epidural porque es muy cara. En Suecia está prohibida. ¿Vamos a pasar de un extremo al otro?

    • interesante

      Yo he sido una de las mamás que quería un parto natural y acabó con epidural. Yo parí un domingo. La noche del jueves al viernes no dormí prácticamente nada. Me notaba muy nerviosa y era incapaz de conciliar el sueño ¿sabía quizá mi cuerpo que el momento se acercaba? El viernes me levanté con contracciones. No dolían pero sí eran muy molestas y hacia el mediodía empezaron a doler y a coger algo de ritmo, así que nos acercamos al hospital. Allí me informaron que estaba empezando, pero que todavía estaba verde, que me fuera a casa hasta que dolieran más y cogieran ritmo. Al llegar a casa empezaron a doler mucho. Además empezaban en los riñones y bajaban como una descarga eléctrica por las caderas hasta las rodillas. Como no tenían ritmo y estaban bastante espaciadas -una cada cuarto de hora o veinte minutos- decidí tomármelo con calma. Intenté relajarme y descansar. Pero cada vez dolían más. Además entre contracción y contracción se quedaba un dolor sordo en los riñones que no me dejaba estar cómoda. Hacia la noche se hicieron muy fuertes. Tanto que vomité la cena y mi marido decidió que lo mejor sería volver al hospital. Allí me confirmaron que sí, que estaba de parto, pero que todavía faltaba. Que fuera a casa que estaría más cómoda y no volviera hasta que no tuvieran ritmo. Esa noche no pude dormir. Cada vez que me daba una contracción era horrible. Estando de pie al menos era pasable, pero tumbada era horroroso. Me tiré toda la noche dando paseítos por el comedor intentando calmar aquel dolor. El sábado desayuné y volví a vomitar. Había descuierto que la manera de hacerlo más llevable era apoyarme contra la pared y balancear el peso del cuerpo de una pierna a la otra. Mi madre y mi suegra se acercaron por casa, a ver si podían echarnos una mano. Cuando vieron la situación se fueron rápido para que estuviesemos tranquilos. Mi madre le recomendó a mi marido que estuviese atento, que en cualquier momento iba a empezar todo. Pasé así todo el sábado. A medida que avanzaba el día el dolor se hacía más agudo e insoportable. Pero aquello no cogía ritmo. Llegó la noche y mi marido se empezó a preocupar. Llevaba desde el viernes al mediodía sin retener ningún tipo de alimento en el cuerpo y solo podía beber agua a sorbitos y muy poca cantidad. Le dije que ni en broma me metía en la cama, que no lo podía soportar. El decidió tumbarse un rato para poder estar descansado cuando llegara el momento y así poderme apoyar y ayudar. Me pareció bien, además me apetecía estar sola. Me daba la impresión que conectaba más con mi cuerpo cuando él no estaba observándome. Pasé una noche horrible. Estaba muy cansada y aquello cada vez dolía más. Cuando empezó a amanecer tuve un par de contracciones tan dolorosas que estuve a punto de caerme al suelo y todo. Y seguían sin ritmo. A las ocho le pedí a mi marido que me llevara al hospital. No tenían ritmo -una al cuarto de hora, la siguiente a los dos minutos, otra a los diez, tres seguidas al minuto, otra vez a los quince...-. Cuando llegué al hospital me dijeron que estaba ya de siete centímetros y que si quería epidural. Estaba tan agotada, sin comer ni dormir en prácticamente tres días que dije que sí. Tal y como me la pusieron me quedé dormida. Una hora y media. Creo que ha sido la mejor siesta de mi vida. Mi marido se quedó todo el rato conmigo. Vinieron a ver como estaba y me dijeron que en una hora aproximadamente nacería mi niño. Me animarón a empujar para ver como estaba el tema. Debía estar muy bien porque por lo visto, con el empujón medio apareció la cabeza de mi hijo. Me comunicaron que pariría YA. Me giré con cara de pánico y le dije a mi marido ¿pero no acaban de decir que quedaba una hora? Pues no. Volvieron y me dijeron "Venga empuja". Empujé. "Otra vez". Volví a empujar y em dijeron de golpe que parara, que salía ¿no se trata de eso? Querían comprobar si habia espacio suficiente o, en el caso de que no hubiese si quería que me hicieran el corte. No hubo problemas, había espacio de sobras. "Otro empujón". Volví a empujar y salió mi hermoso niño. Me lo pusieron encima y ya no lo solté hasta que estuve en la habitación y se lo llevaron para hacerle pruebas.

      A día de hoy me arrepiento mucho de la epidural. Me quedaban dos horas y tuve un expulsivo de menos de diez minutos, sin epi, sin rasgarme -no fue necesario ni darme un punto-. Pero cuando llegué estaba tan cansada física y psicológicamente, que no fui capaz de aguantar.

      Por cierto, aunque fue un parto medicalizado, fue un parto muy respetado y nos trataron a los tres estupdendamente. De echo, cuando estaba haciendo mi siesta dejaron que mi marido saliera a buscar a mi madre y estuvieron los dos un ratito conmigo. Mi marido estuvo en TODO momento.

      Besitos

    • interesante

      Hombre claro. Yo parí en casa en 12 horas, sin nada de nada, maravillosamente bien, eso sí: yo sí estaba dispuesta a afrontar el dolor. Y lo soporté, pero claro, no estaba inmovilizada , ni tenía oxitocina sintética, ni me metieron nada en el culo, ni había gente desconocida saliendo y entrando, ni luces potentes, ni gente metiéndome la mano en la vagina a cada rato, sabía que no me iban a mutilar los genitales...en fin, si todo esto no se hubiera dado así seguro que hubiera cambiado de opinión y pedido la epidural u otra droga más potente que me permitiera dejar de sufrir...

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de ava.adore1 Respondiendo a ava.adore1

      Si yo hubiese estado doce horas, probablemente también habría aguantado Ava. Pero ¿que hubieras hecho si hubiesen sido 72, sin poder comer ni dormir? ¿Sabes el agotamiento físico y sobretodo mental que provoca? Yo llegué a pensar que me quedaría sin fuerzas para pujar, y cuando llegué al hospital lo que menos me importaba era el parto. Sólo quería... DORMIR. Estaba agotada, sin fuerzas, sobretodo mentalmente.

      No todo el mundo vive las situaciones de la misma manera, ni siente el dolor igual. Yo todavía me acuerdo del dolor que pasé -como descargas eléctricas recorriendo mis riñones, mi rabadilla, rodeando mis caderas y anclándose en las rodillas-. Y el dolor sordo permanente como si me estuviesen presionando el cuerpo -como si me hubiesen envuelto de cintura a rodillas con algo muy muy apretado- constante entre contracción y contracción. Y me tiré así, sin descanso prácticamente tres días. Sin poder dormir del dolor, devolviendo todo lo que comía...

      Y todo eso lo pasé yo también en casa... o sea que no. No es una cuestión de saber afrontar el dolor, ni de conectar con el cuerpo. A mí eso no me sirve.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de laura33t Respondiendo a laura

      Laura, siento que te hayas dado por aludida con mi mensaje, porque no iba dirigido a nadie en concreto ni pretende ser una lección de nada. Si lo relees verás que es un mensaje sobre en qué circunstancias pude llevar el trabajo de parto bien... precisamente lo que digo es que de ser otras las circunstancias seguramente no hubiera sido posible eludir la analgesia. Y sí, sihubieran sido 72 horas...ni eso, con 24 horas o menos yo me hubiera ido al hospital y seguramente a no librarme de la epidural. A veces parece que no se puede hablar de que a una le fue bien porque siempre hay alguien que se siente ofendida, aludida o necesita aclarar que ella no es peor madre por x razones,...creo que nada de esto viene al caso. De verdad. Y como parace que hay que clararlo todo para que no haya ningún malentendido ni sobre entendido, insisto: no estoy en contra de la epidural, lo que me parece mal es todo el proceso de atención al parto que acaba haciendo necesario su uso. Si todo se respetara, el tiempo, el proceso, la intimidad, etc...se utilizaría en muchísimos menos partos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de ava.adore1 Respondiendo a ava.adore1
      interesante

      Ava, creo que hemos querido decir lo mismo ;D. El estado mental influye mucho. Pero también el propio cuerpo y las circunstancias que envuelven el momento. No me había sentido aludida, pero creí oportuno aclarar que depende de eso, de la situación.

      Por cierto, que leyéndote me entra una envidia.... poder parir en casa!! Afortunada.

      Besitos :D

    • Avatar de ava.adore1 Respondiendo a ava.adore1

      Comparto tu experiencia, en la mía hubo mucha emoción porque corrí al hospital sólo a expulsar en agua al chamaco y a descansar como reina (me lo merecí, claro está) día y medio. Me hubiese gustado terminar todo en casa. Pero sí, el estrés fuera hace del parto algo muuuuy distinto! Desde entonces defiendo el parto respetado :)

    • interesante

      No podemos convertir esto en una guerra entre mujeres que están a favor o en contra de la epidural, o de los partos medicalizados o en casa, ni una guerra entre las mujeres y los profesionales sanitarios.

      La cuestión es que hay un amplio abanico de opciones que se amplia o se reduce en función de las circunstancias y los caracteres de cada uno. Lo que puede valer para mí, a otro puede parecerle una aberración y viceversa. La clave está en la información sobre todo, el tener la mente abierta y preparada para afrontar el trascendental momento del parto y un poco de confianza, fundamentalmente en una misma, pero también en quienes nos están ayudando, que seguro que no nos quieren "desgraciar" a propósito.

      Yo no llevaba plan inamovible, aunque por supuesto tenía muy claras mis preferencias, pero como no había parido nunca no sabía lo que podía suceder y algunas las cambié. Me fue fenomenal y fui tomando las decisiones sobre la marcha de los acontecimientos y claro que hubo alguna cosa que no me gustó como algunos comentarios de la matrona y otras que me sorprendieron favorablemente, como que me dejaran a mi aire durante la dilatación, moviéndome y sin monitores hasta el final. Para mí la presencia de mi marido fue fundamental para mantener la tranquilidad y la "cordura".

      Y para no desviarme de nuevo insistir en la tolerancia y la solidaridad entre las mujeres, no seamos excluyentes, y aprovechemos los medios que ahora existen pero con racionalidad y respeto por nosotras y nuestros hijos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de natalicool Respondiendo a Natalicool

      Claridad, sensatez y equilibrio. Enhorabuena por tus palabras y tu experiencia.

    • interesante

      Yo no me quejo, fue tal y cómo lo decidí. El enema no me pareció mal, más que nada porque me pareció que no sería mala idea tener a mi hija "lo más limpia posible". El rasurado me lo hice yo misma (como buenamente pude)antes de ir al hospital, por aquello de allanar el camino si fuera necesario. A partir de aquí....lo más natural que pude. Sin epidural pero con rotura artificial de bolsa después de 4 horas de dilatación de las que no pasaba de 7 cm.

    • interesante

      Buffffff, mi primer parto iba tan despacio (desde las cuatro y media de la madrugada que rompí aguas hasta las 9 y media de la noche que puede abrazar a mi pequeña) y fue tan doloroso que no tuve ninguna duda en no ponerme la epidural. De hecho ya tenía firmado los papeles desde antes. Pero de todas formas, es algo que a mí me preguntaron, aun a pesar de estar firmado, si yo hubiese decidido que no quería epidural, pues no me la habrían puesto. Estuve tumbada todo el tiempo porque no me dieron otra opción pero es que, tampoco quería levantarme. Si lo pides, si te lo permiten, mi compañera de habitación estuvo de pie hasta el último momento. La verdad es que, depende de con quién te toque... En el segundo parto también me la puse y me tocó con una enfermera encantadora, estuve genial, se paraba a hablar contigo... De hecho, se acabó su turno antes de que naciera mi hijo y al día siguiente vino a la planta a conocerlo. Lo dicho, depende de con quien te toque.

    • Yo di a luz a mi bebe hace mes y medio, mi primer hijo. Mi parto fue lo mejor que me ha pasado nunca, no me pusieron una sola inyección y solo me tocaron para haerme un par de tachos para saber de cuanto estaba dilatada. Me estuve preparando para tener un parto natural y fisiológico durante todo el embarazo, cambie de ginecólogo y acerté. Creo que no solo tiene que ser la propia parturienta la que escoja como quiere parir, sino que el el equipo medico debe saber como se desarrolla un parto fisiológico. Pase toda la dilatación depie, en casa caminando, descansansando, comiendo y bebiendo zumos de frutas. En la clínica pase una boa y media mas y mfui caminando hasta la sala de partos dilatslda de 8-9!!! En media hora apareció la cecina de mi bebe, pa comadrona me dijo: cuando te diga "ya" cogelo tu misma, y eso hice! Parí yo sola y me saque a mi niño yo sola, luego estuvo piel con piel sobre mi pecho una hora entera, ni siquiera se lo llevaron para nada, luego ya lo pesaron y midieron. Gracias a la clínica y el ginecólogo que escogí, pude tener mi parto deseDo, PRI en una camilla preparada para partos fisiológicos, de cuclillas pero sentada en el borde de la camilla y apiolada en un respaldo con un fogón, ah, y agarrada a unas barras para empujar con mas fuerza, y tanta fuerza! He de decir que hubo un momento que pedí la epidural pero mi marido no me hacia ni caso, instrucciones mías previas a las contracciones. Aguaje como una jabata. Una vez parí, ya no tuve mas dolor, ni un solo punto me hicieron, solo un pequeño desgarro que me cure yo sola con una mezcla de tintura madre de caléndula, infusión de tomillo y cola de caballo. Al cabo de una hora ya me estaba duchando y dando el pecho a mi bebe sin un solo dolor!!!! Os animo a todas a aguantar y a que bisabuela buenos profesionales que os respenten el parto que queréis!

    • Me parece importante recalcar la idea que no sirve solamente con decidir "tener un parto natural". Dada la infinidad de opiniones vertidas sobre el parto sobre mujeres, a nadie nos queda duda de que puede doler de un poquito a bastante, por lo que una mujer debe hacerse a la idea de que si decide (al menos intentar) tener un parto natural, debe realizar alguna preparación que la ayude a controlar el dolor cuando llegue el momento. Algún tipo de ejercicio (como yoga, pilates, natación, Kegel) que refuerza nuestros musculos y nos ayuda a controlarlos y todas las técnicas de relajación, conexión mente-cuerpo, respiración, etc, pueden ayudarnos mucho cuando llegue el momento, pero son técnicas que llevan bastante más tiempo que un pinchazo de epidural. Y aunque no nos decidamos por un parto natural o finalmente necesitemos la anestesia y otras técnicas medicalizadas del pack para superar el momento, considero muy importante y muy gratificante que ya desde que nuestro bebé está dentro de nosotras, intentemos conectar con nuestro cuerpo y nuestro bebé, de alguna forma (practicando yoga, meditación, técnicas de relajación, etc).

    • Hola,

      Yo parí en el Hospital Donostia ( pública). En este hospital respetan mucho el parto que desean las madres. Tengo amigas que han parido sin epidural y han estado paseando y finalmente en bañera para controlar el dolor de las contracciones.

      En mi caso el parto fue inducido por una subida de tensión importante que tuve al final del embarazo. Por lo que hubo oxitocina y epidural ( con mi permiso). Lo que en ningún momento de mis 24 horas de parto me ofrecieron y por tanto no hubo fue ni enema ni rasurado, sí en cammbio una pequeña episotomia que creo fue encesaria por la forma en la que salía mi hijo, a lo que que añado que era grande y con cabeza muy grande también.

      Las experiencias que conozco en este hospital son positivas en general , y las opiniones negativas que he escuchado son de gente que prefieren que les hagan cesarea y no son partidarios salvo en casos de necesidad.

      También he de señalar que ha habido una gran labor por parte de las matronas del centro en desmedicalizar lo máximo el parto, y fomentar un parto respetado, así como la ayuda máxima a la lactancia materna.

      Es mi experiencia y la de mi entorno.

      Un saludo

    • Bueno, yo cambié de opinión porque estuve dos noches seguidas con contracciones, sin poder dormir y el día del parto sin poder comer porque ni tenía ganas ni retenía lo poco que comía... Total, que estaba tan cansada y, ahora me doy cuenta, tan desinformada que a las 11 de la mañana pedía la epidural sin estar convencida.

      Es verdad que todo se olvida, pero fue una de las decisiones más decepcionante que he tomado en toda mi vida. A las 11 de la noche nació nuestro niño con ayuda de la ventosa, él estuvo y está muy despierto en todo momento, se ve sano, vaya. Eso me consuela y me consoló en su momento porque me sentí muy culpable cuando me pusiero la epidural y acto seguido me rompieron la bolsa... yo no sabía que eso era así. Las contracciones se ralentizaron incluso con la oxitocina no cambió gran cosa... . Lo peor de todo es que la epidural me hizo efecto en el lado izquierdo solamente, así que otra GRAN decepción. El dolor de riñones de estar en cama era tan intenso que ya ni sentía contracciones ni quería saber nada de nada... Me pasé horas mentalmente fuera del paritorio para no sentir dolor. Muy muy decepcionante la famosa epidural.

      Lo peor de todo es pensar en un posible futuro parto si decidimos tener otro hijo... porque no sé que haré. Debo ser estúpida por querer repetir la epidural... En el fondo pienso que aguantaré todo lo que pueda porque finalmente no es para tanto, a mi me venció la inexperiencia y el cansancio.

      La próxima vez será diferente, será mejor.

    • Yo misma era partidaria de tener un parto lo más natural posible. Pero no me planteé en serio el tenerlo en un sitio donde lo propicien, y en mi hospital de referencia tenía claro que no iba a ser posible. Incluso en las clases de preparación al parto ya nos advertían de que llevar planes de parto sólo serviría para empeorar las cosas.

      Yo aguanté lo más que pude para ponerme la epidural, porque mi intención era no ponérmela. Pero después del 'recibimiento', con el rasurado, y el enema al que intenté negarme, obviamente, no lo suficiente enérgicamente (quizá debería haberles dicho que se lo metieran ellos por el culo), creo que me rendí. Comencé a no soportar el dolor y a la tercera vez que me sugirieron que me pusiera la epidural, me la puse. Y a partir de ahí, inmovilización, rotura artificial de bolsa ni pedida ni autorizada (que la tenía intacta con 7cm) y episiotomía ni pedida ni autorizada. Pack completo.

      La próxima vez no se lo pienso poner tan fácil.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mamademateo Respondiendo a mamademateo

      Vaya, entiendo que se intente luchar por un "parto mejor" en los casos como el tuyo. Yo no viví nada de lo que hablas, siempre me preguntaron o sugirieron hacer una cosa u otra (lo del enema, por ejemplo) pero en ningún caso me obligaron o lo hicieron sin mi permiso. Ahora, que yo sólo he parido dos veces, no sé si habrá coincidido o el protocolo en ese hospital es así.

    • Vuelvo a escribir el comentario pero sin errores, mi ordenador se ha vuelto loco y me ha cambiado la mitad de las palabras! Yo di a luz a mi bebe hace mes y medio, mi primer hijo. Mi parto fue lo mejor que me ha pasado nunca, no me pusieron una sola inyección y sólo me tocaron para hacerme un par de tactos para saber de cuanto estaba dilatada. Me estuve preparando para tener un parto natural y fisiológico durante todo el embarazo, cambie de ginecólogo y acerté. Creo que no solo tiene que ser la propia parturienta la que escoja como quiere parir, sino que el equipo medico debe saber como se desarrolla un parto fisiológico y respetártelo. Pasé casi toda la dilatación depie, en casa, caminando, descansansando, comiendo y bebiendo zumos de frutas. En la clínica pase una hora y media más y me fui caminando hasta la sala de partos dilatada de 8-9!!! En media hora apareció la cabecita de mi bebe, la comadrona me dijo: cuando te diga "ya" cogelo tu misma, y eso hice! Parí yo sola y me saque a mi niño yo sola, luego estuvo piel con piel sobre mi pecho una hora entera, ni siquiera se lo llevaron para nada, luego ya lo pesaron y midieron. Gracias a la clínica y el ginecólogo que escogí, pude tener mi parto deseado, parí en una camilla preparada para partos fisiológicos, de cuclillas pero sentada en el borde de la camilla y apoyada en un respaldo con un cojín, ah, y agarrada a unas barras para empujar con mas fuerza, y tanta fuerza! He de decir que hubo un momento que pedí la epidural pero mi marido no me hacia ni caso, instrucciones mías previas a las contracciones. Aguanté como una jabata. Una vez salió el bebé, ya no tuve mas dolor, ni un solo punto me hicieron, solo un pequeño desgarro que me cure yo sola con una mezcla de tintura madre de caléndula, infusión de tomillo y cola de caballo. Al cabo de una hora ya me estaba duchando y dando el pecho a mi bebe sin un solo dolor!!!! Os animo a todas a aguantar y a que busquéis buenos profesionales que os respenten el parto que queréis!

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información