Terminamos hoy la entrevista a la psicóloga Ruth Giménez, y en esta ocasión profundizaremos en el concepto de salud primal y en el papel que tienen padres y profesionales de la salud en su promoción y protección.
Explícanos un poco más a fondo el concepto de salud primal
El periodo primal es el que incluye la vida fetal, el transcurso del nacimiento y la primera infancia, más o menos dos años después del nacimiento
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La palabra salud hace referencia a la manera en que funciona el sistema de adaptación primal en su conjunto. Este sistema de adaptación primal es un todo y lo forman el cerebro subcortical, el sistema inmunológico y el sistema endocrino.
Las diferentes partes de este sistema se desarrollan, se regulan y se ajustan durante este período primal. Al finalizar la primera infancia el sistema de adaptación primal ya ha alcanzado su madurez.
Así, Michel Odent llama salud primal a los niveles de equilibrio conseguidos por ese sistema al finalizar este período primal, al terminar la primera infancia.
¿Cómo se construye la salud primal?
La salud primal se construye durante todo el periodo perinatal que es el de estrecha dependencia de la madre, primero en el útero, luego durante el parto y después durante el periodo de lactancia. Todos los acontecimientos que tengan lugar durante este periodo de dependencia de la madre influyen sobre ese estado de salud de base que llamamos salud primal.
¿Qué podemos hacer las familias antes del nacimiento para cuidarla y cuidárnosla?
Pues trabajar en la línea del respeto de la fisiología del cuerpo de la mujer, para esto es importante informarse correctamente de todo lo relacionado con el embarazo, parto y lactancia.
Acudir a grupos de apoyo o profesionales “expertos” en la materia. Hoy en día hay mucha información, pero hay que asegurarse de estar recibiendo la información correcta.
Trabajar esto y acudir a grupos de madres ya sean de embarazadas, lactancia, yoga, canto o lo que más nos guste, ayuda a aumentar la confianza de las mujeres en su cuerpo y sus capacidades, conocer sus fortalezas y también sus limitaciones, y en esos casos saber buscar el apoyo necesario.
Todo esto es necesario no sólo para la madre, sino también para el padre y la familia, por supuesto, que van a conformar la red que necesitará la madre cuando el bebé haya llegado, y para eso también deben estar informados y “trabajados”.
Otra cosa importante, como hemos visto antes, es cuidar el estado emocional de la mamá, por la influencia que tiene en el bebé. Y para poder cuidar a la mamá uno debe cuidarse, el “cuidado del cuidador” es también fundamental.
Además si se trabaja todo esto, ya estamos trabajando el vínculo con el bebé que empieza en el embarazo.
¿Cómo enfocas tu trabajo en estas áreas?
Trabajo de una forma muy personalizada, cada mamá, cada pareja, cada familia nuclear y cada familia extensiva son un mundo totalmente diferente y no se puede generalizar nada. Lo que a uno le sirve y le funciona a otro no. Sobre todo hay que escuchar mucho y entender las necesidades individuales y de grupo. Como digo siempre, yo acompaño a las mamás y familias en su camino hacia su forma única y genuina de vivir su maternidad. La base siempre son las recomendaciones de las grandes instituciones en la materia, con el aval de la evidencia científica, el respeto a la fisiología del embarazo, parto y posparto-lactancia.
Como psicóloga no sigo ninguna corriente concreta, me gusta trabajar desde una visión integradora y personalizada, empleando técnicas de trabajo muy diversas.
Además trabajo en consulta privada en Valencia y ahora vía on line, para hacer más fácil el acceso a mis servicios a las madres y así compatibilizar mi vida familiar y profesional. Al trabajar con madres embarazadas o con bebés y niños pequeños, esta opción les facilita mucho las cosas, además traspasas fronteras
Eres además consultora internacional certificada de lactancia, ¿hasta qué punto crees que es importante explicar el valor de la lactancia materna?
Pues tal y como son las cosas todavía hoy en día, creo que nunca es suficiente, aún queda mucho por hacer.
Es el “patrón oro” de la alimentación infantil, en los países desarrollados podría no ser tan evidente la diferencia entre los niños alimentados con leche materna y artificial, pero en los países en vías de desarrollo la diferencia a veces es la vida o la muerte.
La importancia de explicar el valor de la lactancia radica en que es una cuestión de salud, no sólo del niño sino también del futuro adulto y de la madre, de la sociedad entera, y se trata de salud física, mental y emocional.
Junto con el embarazo y el parto, la lactancia materna sienta las bases del desarrollo del ser humano en todas sus facetas.
El problema es que todo esto se sabe, hay bibliografía, evidencia científica que demuestra una y otra vez lo que no tendría que ser necesario.
Ha saltado en El País la noticia de una reforma de la ley de protección, promoción y apoyo de la lactancia materna en Venezuela, con el malintencionado y sensacionalista título de “El Gobierno Venezolano quiere obligar a las madres a amamantar”. Lo único que hacen es tomar medidas que la OMS a través del Código de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna viene recomendando hace muchos años. En ningún momento hablan de obligar a nadie.
Para hacernos una idea, la leche artificial es un compuesto químico, debería administrarse con receta médica, como los medicamentos, porque al final se trata de eso, una solución a un “problema real” donde la lactancia materna es verdaderamente inviable.
Cuando nuestros niños se ponen enfermos les damos medicamentos, sabemos que tienen efectos secundarios y el médico nos advierte, igual que lo advierte el prospecto, la madre se informa, lo sabe y le da la medicina a su hijo porque sabe que es lo que el niño necesita en ese momento y es lo mejor para él.
Con la leche artificial debería ser igual, cuando la lactancia materna se ha diagnosticado como inviable “de verdad”, se receta la leche artificial (lo ideal sería leche de banco, pero hay poca y hay prioridades), el profesional advierte de los efectos secundarios y la madre está informada, decide y le da a su hijo lo que sabe que en esos momentos es lo mejor para él, así ninguna madre se puede sentir culpable, en todo momento se le está dando lo que es mejor para el niño en esos momentos.
El camino aún es largo, hay muchos intereses creados en torno a la crianza de nuestros niños, pero si tratáramos estas primeras etapas del ser humano con más respeto, atendiendo a nuestra fisiología y a lo que la naturaleza tiene preparado para nosotros (embarazo, parto y lactancia), viviríamos en una sociedad muy diferente.
Si soy sincera, pienso que la lactancia materna nunca debió convertirse en una opción.
¿Alguna cosa más que quieras añadir para nuestros lectores?
Me parece que hoy en día es muy importante hacer llegar el mensaje de que hay cuidarse y cuidar estos momentos de la vida. Parece que en los últimos tiempos la tendencia ha sido hacer ver que las mujeres podemos con todo, que aunque estemos embarazadas podemos seguir al mismo ritmo, que no pasa nada porque “estás embarazada, no enferma”.
Efectivamente el embarazo no es una enfermedad, todo lo contrario, es quizá el estado de mayor salud en la mujer, pero eso no significa que tengamos que aparentar nada, hay que ser responsable y consciente de que la vida de nuestro futuro hijo depende de nosotros.
Lo mismo ocurre con el parto y la lactancia, sabemos que son importantes, así que debemos responsabilizarnos y pasar a la acción, dedicar el tiempo del embarazo, si no antes, a informarnos “bien” y preparar la llegada de nuestro bebé.
Igual que nos tomamos todo el tiempo y las molestias del mundo cuando queremos comprar una casa, un coche, o si nos vamos a someter a alguna intervención pedimos varias opiniones ¿Por qué no hacemos lo mismo cuando se trata de lo más importante de nuestra vida?
Debemos asegurarnos de que nuestros hijos tengan la mejor bienvenida al mundo.
Le agradecemos a la psicóloga, doula y consultora internacional de lactancia Ruth Giménez la atención que ha tenido con nosotros al concedernos esta entrevista que esperamos haya hecho más comprensible el concepto de salud primal. Seguiremos ahondando en este tema.
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