"Las consecuencias naturales no son castigos": entrevista a la psicóloga Teresa García (II)

"Las consecuencias naturales no son castigos": entrevista a la psicóloga Teresa García (II)
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Continuamos hoy con la segunda parte de la entrevista que ha realizado Bebés y más a la psicóloga Teresa García, especialista en comunicación compasiva y en educación sin castigos. En la primera parte hablamos sobre los castigos y sus riesgos. Ahondaremos ahora en la diferencia entre castigo y consecuencia natural, en las razones por las que padres y maestros usan los castigos y en las alternativas más sanas y efectivas como son la comunicación, el juego, la motivación y la comprensión mutua de las necesidades de las personas.

¿Qué siente un niño o una niña cuando es castigado?

Es difícil saber que siente otra persona. Pero si se pueden hacer conjeturas. Cuando yo estoy haciendo los talleres, una pregunta que hago casi siempre es: ¿mientras eras adolescente confiabas en tus padres? Y la respuesta mayoritaria es que no. Y además ese no suele estar motivado en miedo a que les hicieran un castigo si llegaban a saber lo que había estado haciendo. A veces esos castigos se llamaban “consecuencias”.

Precisamente hay quién dice que aplicar las consecuencias naturales no es castigar…

Efectivamente, las consecuencias naturales no son castigos.

Por ejemplo, si tu hijo se va al cole y olvida llevar su libro, una consecuencia natural es que no podrá usarlo. Y que tendrá que agudizar su ingenio para conseguir leer lo que tuviera que leer, pidiéndolo a un compañero o hablando con el profe.

Ahora bien, que el padre le ponga como castigo, o el profe, como hacer el doble de ejercicios, eso no es consecuencia, es castigo. Y el adulto se autoconvence de que es una consecuencia, pero el niño sabe perfectamente que es un castigo.

Pero esos adultos fueron niños, y recibieron ese trato o similar, ¿por qué lo repiten?

Es lo que conocen en la mayoría de los casos. Y tienen una misión y una responsabilidad con sus hijos e hijas. Quieren cumplirla lo mejor posible, y aplican lo que conocen.

También hay una teoría psicoanalítica, que dice que existe una compulsión a la repetición de aquello que experimentaste en la niñez. Así se perpetúa una cadena de despropósitos que conducen a unos resultados muy diferentes a los que en un inicio los adultos habían propuesto.

Por eso yo trabajo mucho con los adultos, por un lado sanando las heridas infantiles, si las hay, y por otro proveyéndoles de herramientas que les guien en las relaciones con las personas que tienen pocos años.

¿Consideras que la obediencia no es deseable?

Depende de cuál es el objetivo que quieres conseguir. Si quieres que tu hijo, tu hija tenga autodisciplina, y fomentas la obediencia, pues no llegarás a tu objetivo, porque obediencia es muy diferente de autodisciplina.

¿En qué se diferencian?

El autodisciplinado es responsable de sus actos. El obediente no. Por eso los padres y madres están contínuamente repitiendo a sus hijos lo que tienen que hacer.

¿Como cambiar entonces una conducta inapropiada si no es consiguiendo obediencia?

Pues precisamente permitiendo, en lo posible, que el niño experimente las consecuencias naturales de sus actos. Y hablando mucho con ellos. Incluso los más pequeñitos, se benefician de nuestras conversaciones, si las convertimos en cuentos y juegos.

¿Qué haces cuándo se portan mal?

Lo primero sería saber quién decide qué es “portarse mal”. En mi opinión mi hija se porta mal cuando chilla mientras yo hablo por teléfono. Pero en su opinión, probablemente me porto mal yo, por dejarla sola y aburrida mientras hablo por teléfono.

¿Entonces no existe el portarse mal?

Si que existe, pero cada persona decide qué es para ella portarse mal. Los niños también deciden, aunque no les demos la oportunidad de expresarlo.

Tal y como hablas, ¿la conducta que el adulto considera inapropiada, para el niño puede ser completamente apropiada?

Eso es. Por eso yo hablo de comunicación, todo lo que una persona hace, aunque no esté hablando, comunica “algo”.

¿No existe entonces la conducta inapropiada?

Para que exista una conducta inapropiada, alguien tiene que juzgarla y condenarla a esa categoría. Yo considero más efectivo preguntarse ¿qué me está comunicando el niño mientras actúa de éste modo?

Pero, Teresa, eso cambia las reglas del juego…

Pues si, porque ahora cada persona se responsabiliza de aquello que necesita. Cuando las necesidades de varias personas son compatibles, la relación entre ellas es armónica, cuando son incompatibles, la relación es complicada. Sabiendo esto, y encontrando un modo de compatibilizar las necesidades, el castigo y el premio pierden todo su sentido.

¿Qué le dirías a una madre que quiere saber qué le está comunicando su hijo con su comportamiento?

Le diría que le haga muchas preguntas de curiosidad y que le escuche. Y ahí lo más importante es que cuando escuches tengas tu “mente vacía”, porque si vas a confirmar la que tú crees que es la respuesta, no escucharás a tu hijo.

¿Esto funciona con comportamientos agresivos o peligrosos?

Una mamá cuyo hijo estaba en la universidad, lejos de casa, empezó a hacer los talleres que conducían Adele Faber y E. Mazlish. Hablaba con el hijo por teléfono cada dos o tres días. Así que decidió probar las preguntas de curiosidad y la escucha. Su hijo tenía en ese momento 17 años.

Descubrió que el chico, estaba empezando a consumir drogas, entrando en un “terreno” un tanto “peligroso”. Pero su hijo estaba lejos, así que la única herramienta que tenía era la escucha, y las preguntas. Evitó los juicios todo lo que pudo. Y en unos meses, su hijo había cambiado completamente, ya no tomaba drogas.

Yo diría que si una herramienta puede conseguir un resultado tan grande, es que funciona con los comportamientos peligrosos.

¿Y con los agresivos?

En uno de los talleres de Marshall Rosemberg, psicólogo autor de “comunicación no violenta”, asistió una mujer que utilizó las herramientas de comunicación asertiva en una situación extrema.

Ella trabajaba en un centro que recogía personas adictas y las ayudaba a desintoxicarse. Una noche entró un toxicómano, con una navaja en la mano y la amenazó poniendo la navaja en su cuello. La mujer consiguió. hablando con el chico durante 30 minutos, que al final le permitiera llamar una ambulancia y que lo llevasen a otro centro. Aclaro que el chico ni siquiera le hizo un rasguño.

Cuando Marshall escuchó su historia, le preguntó qué hacía en el taller, porque era evidente que manejaba a la perfección la comunicación. A lo que ella respondió, que a la semana siguiente tuvo una discusión tremenda con su madre.

Pero, aunque esto nos de una idea de que la comunicación si funciona en situaciones peligrosas, entonces ¿porqué la mujer luego discutió con su madre?

En mi opinión, y en mi experiencia lo que he encontrado son emociones enquistadas. Si tu madre (cualquier persona cercana), ha hecho algo que a ti te duele, y no has podido sanarlo, esa emoción impide que pienses lo suficiente para hablar de forma asertiva. En esos casos recomiendo sanar la emoción, pues afecta también a las relaciones con otras personas, y con los niños y niñas.

¿A partir de qué edad debemos exigir a los niños que coman, duerman, se vistan o recojan sus juguetes solos?

En mi opinión, un habla compasiva, evita palabras como exigir y deber. Cada niño hará esas actividades y muchas más sólo, cuando esté preparado.

Esa pregunta suele esconder el prejuicio de que los niños son unos vagos que no quieren colaborar en casa o aprender. Y lo cierto es que los niños, mientras son pequeños, nunca están ociosos.

Si se observa un bebé aprendiendo a caminar, aprendiendo a hablar. Si la mamá está fregando los platos o los suelos, los peques están deseando ayudar. Otra cosa es que su ayuda la mamá la vea como ir más despacio mientras hace la tarea. Así que trate de evitar que le acompañe en ello. Lo que suele redundar en que al cabo del tiempo ellos no estén interesados en esa tarea y sí en otras.

¿Tampoco deberíamos exigir que hagan los deberes escolares?

Otra “obligación”, otra exigencia. Cuando trabajo con profesores y llegamos a este tema, observo otra vez cierto desconocimiento.

Cuando un niño quiere aprender es prácticamente imposible evitar que aprenda. Es más fácil generar en el niño el deseo de aprender.

Entonces los deberes escolares no tendrán razón de ser. Ahí se muestra de nuevo la “cultura” de “los niños son vagos y no quieren aprender” por eso hay que obligarles.

Cuando los niños se despistan con los deberes y tardan mucho tiempo ¿qué recomiendas a los padres?

Si un niño se despista cuando está aprendiendo, es evidente que está aburrido. Así que la recomendación es hacer divertida la tarea. Entonces lo hará contento y rápido.

Los coles normalmente no hacen los deberes divertidos, y además exigen que sus alumnos lleven los deberes hechos. A veces, los padres se ven desbordados porque las tareas son excesivas y no dejan tiempo libre a los niños. ¿Qué les recomendarías?

Aprender herramientas de comunicación efectiva e ir a hablar con el maestro, máxime cuando la estadística dice que a más deberes en Primaria, peores resultados en Secundaria. Y que los deberes en Secundaria, mejoran muy poco, y no siempre, los resultados en cursos universitarios.

¿Qué te parece que se castigue sin patio a los niños que no llevan los deberes hechos?

Que el maestro que lo haga, probablemente no tenga la formación adecuada en castigos. Porque el cole no es un ambiente controlado. Y además no conoce la intensidad que ha de tener el castigo para que surta el efecto que espera conseguir: que haga los deberes.

Por lo tanto, en cuanto al maestro, tendrá resultados muy limitados, con un riesgo muy alto de que el niño se empecine aún más en no estudiar esa materia. Y que en algunos casos, ese castigo se va de las manos y produce daños casi irreversibles. Sería mucho más efectivo que la materia que enseña la haga divertida, y entonces los niños y las niñas harán los deberes con mucho gusto.

¿Casi irreversibles?

Conozco un caso, en el que el maestro se empeñó en que un alumno se quedara sin patio porque no hacía los deberes, así que el tiempo de patio le obligaba a hacer los deberes. El niño se empecinó en no hacer lo que el profe quería. Así pasó toda la primaria (tuvo el mismo maestro en toda esa etapa). El niño le tomó tal aversión a los libros, que aún hoy lee fatal. Y tiene 30 años, así que estoy hablando de un tiempo relativamente cercano.

Ya sé que es un caso extremo, pero si te empeñas en castigar, y en que esa es la única vía… estos casos pueden suceder y de hecho suceden. Los niños aprenden todo, prácticamente todo, jugando.

En esta segunda parte de la entrevista a la psicóloga Teresa García, profundizando en los castigos y las consecuencias, hemos llegado a un tema que creo que merece más profundización: la educación y la escuela. En la tercera parte de esta entrevista hablaremos sobre esto.

Más información | Sin castigos
En Bebés y más | “Utilizar premios y castigos tiene unas reglas muy estrictas”: entrevista a la psicóloga Teresa García, “Nadie respeta las necesidades de otra persona sin conocerlas”. Entrevista a la psicóloga Teresa Garcia , “A ser padre o madre no te enseñan”. Entrevista a Teresa García, Psicóloga experta en Psicopatología de la Infancia (I), “Igual que no obligamos a caminar, no hay que obligar a socializar”. Entrevista a la psicóloga Teresa Garcia

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Comentarios cerrados
    • interesante

      que es "habla compasiva"¿?

    • me parece pesimo y exagerado. Un metodo cria vagos y delincuentes. Una cosa es no usar el castigo fisico, no usar el castigo sicologico rayano en la violencia o violento en si mismo, pero esa libertad falsa, ese "hace lo que quieras" es triste, es patético y es malo

    • Ésta segunda parte me ha gustado mucho más qu ela primera.

      Aumentar la comunicación con nuestros hijos, fomentar la curiosidad del niño y atender sus comportamientso con curiosidad, no desde el pre-juicio, me parece un total acierto.

      Con lo de no hacer los deberes y hacer las clases divertidas...totalmente de acuerdo: me hubiera encantado que en el colegio no hubiera deberes y las clases fueran más divertidas. Es más, me encantaria que el mundo adulto fuera menos triste y lleno de obligaciones.

      Pero lo cierto es que un mundo adulto es así (lleno de castigos y obligaciones): si no cumples con tus deberes con hacienda o con el del gas, te castigan con una multa. Si quieres aprender a conducir por tu cuenta te ponen una multa. Ojo, que tambien hay satisfacciones: irse de vacaciones con el dinero que has conseguido esforzándote en el trabajo.

      Quizás el colegio sea una antesala de lo que nos espera en la edad adulta...y poco a poco nos quieran ir moldeando ("enseñando", que dicen los tecnócratas de la educación).

      Un saludo

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    • Avatar de kiloton Respondiendo a kiloton
      interesante

      cierto, y así va el mundo. Esto que dices demuestra que importante es la herramienta de la educación para el devenir de nuestras sociedades... ahora te toca a ti elegir, quieres que tu hijo siga a los que "nos" quieren ir moldeando? o quieres que nuestros hijos cambien este mundo?

    • por estas cosas es que en las escuelas de mi pais nadie corrige faltas, ni hace repetir "3 veces" las palabras mal escritas... de esto hace unos años ya... y entonces ahi tenés el que no se sepa la diferencia entre ahi, hay y ay! entre baya, vaya y valla y otras cosas... que incluso haya adolescentes que no saben escribir bien su nombre... no se que futuro quieren ustedes,yo quiero uno mejor... pero esta seudo educacion seguro no lo logra...

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    • Avatar de alondra.gomez.37266 Respondiendo a alondra.gomez.37266
      interesante

      es muy respetable tu opinion, pero en mi opinion no se está aconsejando una "libertad falsa" ni un "haz lo que quieras". Creo que se está proponiendo una educación que intente no desmotivar al niño mediante premios y castigos en base a una linea de educacion sistematica y generalizada, previamente dada. Convendras conmigo en que cada niño tiene un ritmo, unos gustos, una potencialidad, unas pasiones, diferentes. Marcarles tu todo eso implica que muchos no se adapten y por lo tanto los tengas que penalizar, no teniendo por que ser peores o menos validos que los otros que si se han adaptado... si quieres que los anteriores fuercen todo esto por motivaciones externas (agradar, obedecer, .. ) y luego los juzgas, estas obligandoles a que asuman y actúen bajo unas consecuencias arbitrarias independientes del acto en sí, por lo cual, el propio niño perderá la autentica motivacion e interes por este aprendizaje. -------------------------------------------------

      creo q lo deja bien clarito la autora:

      ¿Consideras que la obediencia no es deseable?

      Depende de cuál es el objetivo que quieres conseguir. Si quieres que tu hijo, tu hija tenga autodisciplina, y fomentas la obediencia, pues no llegarás a tu objetivo, porque obediencia es muy diferente de autodisciplina.

      ¿En qué se diferencian?

      El autodisciplinado es responsable de sus actos. El obediente no. Por eso los padres y madres están contínuamente repitiendo a sus hijos lo que tienen que hacer.

      ¿Como cambiar entonces una conducta inapropiada si no es consiguiendo obediencia?

      Pues precisamente permitiendo, en lo posible, que el niño experimente las consecuencias naturales de sus actos.

      ------------------------------------------

      ¿podrías decir que tipo de educación recibiste tú?..

    • Avatar de alondra.gomez.37266 Respondiendo a alondra.gomez.37266

      No te ofendas Alondra, pero si tan importante te parece el tema de las faltas de ortografía ¿por qué tú no pones las tildes en las palabras que las deben llevar?

    • Es curioso, todas las generaciones de la historia de la humanidad han deseado que sea la siguiente la que cambie el mundo. Sobre el tema del aprendizaje, los niños deben aprender muchas cosas al acabar la Primaria y la Secundaria. A todos no se nos da bien todo y en algunos temas tenemos dificultades, además de que algunas habilidades se adquieren "practicando", como el caso de la escritura. Hay profesores con mucha vocación y que intentan hacer sus clases lo más amenas posibles, pero hay aprendizajes que requieren de su tiempo de dedicación fuera de la escuela. Veo complicado motivar para todas las tareas a todos los 25 alumnos de una clase (y más).

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    • Avatar de eloisa0 Respondiendo a eloisa0

      marietas dijo:"Es curioso, todas las generaciones de la historia de la humanidad han deseado que sea la siguiente la que cambie el mundo"

      ¿como lo sabes, has hablado con todas las generaciones de la historia para saberlo?

    • En la educación muchas veces ponemos esperanzas en que nuestros hijos sean lo que siempre quisimos ser y no pudimos. Cuando buscaba escuela para mi hijo mayor me sorprendí a mi misma diciendo "A un colegio como éste me hubiera gustado ir". A veces somos muy exigentes con nuestros hijos, queremos que sean más listos, más guapos, más libres que nosotros. Si queremos que el mundo cambie, mejor lo hacemos nosotros mismos cambiando lo que va mal, no empecemos con las tareas "Debes sacar todo con sobresaliente y de paso cuida mejor el medio ambiente que a nosotros con la crisis no nos viene bien".

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    • Avatar de eloisa0 Respondiendo a eloisa0
      interesante

      marietas estamos hablando de cambiar la educacion de nuestros hijos para que no se conviertan en mas de lo mismo, como hay ahora. Es decir una sociedad en la que prima lo individual y no lo colectivo por ejemplo, y por ende, el cuidado de nuestro entorno, nuestras culturas, nuestra naturaleza... el articulo habla de los riesgos que conlleva educar mediante premios y castigos como normalmente y mayoritariamente se hace, y las notas, y los examenes, son precisamente eso. Una valoración externa de lo que se quiere que sean y no realmente como ellos se valoren, y en que, y que quieren ser. Mi comentario viene a cuento de como nos moldea la sociedad mediante la educacion para hacer de nosotros lo que quieren que seamos y la consecuencia es la q te he dicho mas arriba, tan devastadora para los valores comunes. Salirse de eso para tener "otro" mundo, no es precisamente exigiendole a nuestros hijos que saquen sobresaliente en nada.

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