Por qué los niños se calman cuando los coges en brazos

Por qué los niños se calman cuando los coges en brazos
5 comentarios

Es habitual todavía (aunque tengo la sensación subjetiva de que cada vez sucede menos) que haya padres que consideren que sus bebés les toman el pelo porque lloran para que les cojan y se calman cuando ya están en brazos. Quizás más que tomar el pelo se refieran a ello como que lo han malacostumbrado o que no es un niño tan bueno como quisieran.

Sea cual sea el modo de definir dicho comportamiento, de lo que se habla es de un problema de percepción de los padres, que por alguna razón creen que los bebés normales se quedan tranquilos en sus moisés y cunas y que los que piden brazos tienen algún problema a resolver. En Bebés y más hace tiempo que hablamos de ello y tenemos claro que se trata de una necesidad afectiva y de supervivencia (en brazos de una madre fijo que uno no corre peligro) y un estudio reciente ha tratado de dar una explicación al fenómeno: por qué los niños se calman cuando los coges en brazos.

Datos del estudio

El mencionado estudio se ha llevado a cabo en Japón y se ha realizado tanto con bebés como con ratones. Según los investigadores, cuando las madres cogen a sus bebés se calman de manera automática, siendo una reacción vista tanto en los bebés como en los ratones.

Al parecer, en el momento en que un bebé es cogido en brazos se desencadenan un conjunto de regulaciones a nivel del sistema nervioso central, a nivel motor y cardíaco que les hace estar tranquilos. Para lograr el efecto inverso, puede bastar con separarles de sus madres, alejándoles de unos brazos.

Viendo que el lugar donde mejor están los niños son los brazos de sus padres, los investigadores explican que saber esto puede ayudar a aliviar la frustración de aquellos padres que sienten que están haciendo algo mal por cogerlos y que no acaban de encontrar la solución para que no estén en brazos, pero a la vez no lloren, y puede ayudar también a prevenir el abuso infantil.

En palabras de Kumi Kuroda, uno de los autores del estudio:

Desde los humanos hasta los ratones, los bebés mamíferos se calman y relajan cuando sus madres los cargan. Esta respuesta infantil reduce el esfuerzo que la madre siente al llevar al bebé en brazos, y es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé.

El beneficio para ambos se debe a que cuando un bebé está en los brazos de su madre, como ya he mencionado más arriba, las probabilidades de sobrevivir son mayores y el bebé, en general, está más tranquilo, se siente más seguro y tiene menos motivos para activar sus mecanismos de alerta, o lo que es lo mismo, menos razones para llorar. En lo que respecta al beneficio para las madres, lo que cualquier madre y padre quiere es que sus hijos estén bien cuidados y que no lloren ni estén especialmente nerviosos, así que es genial saber que se les puede coger sin problemas porque, de hecho, están mejor así que solos.

Los ratones tuvieron la misma respuesta positiva

Para hacer el experimento con ratones les aplicaron unos pequeños electrodos cardíacos y agarraron a las crías por la piel de la espalda, del mismo modo que lo haría su madre. Vieron que las crías dejaban de moverse y se hacían compactas. Parecían relajadas, aunque mantenían las extremidades flexionadas, dejaban de llorar y la frecuencia cardíaca disminuía.

Con los bebés la respuesta fue la misma, al ser cogidos por sus madres las frecuencias cardíacas se estabilizaban, dejaban de moverse y dejaban de llorar.

En referencia a la aplicación de estos conocimientos en la vida de los niños comentaron lo siguiente:

Una comprensión científica de esta respuesta infantil evitará que los padres malinterpreten el reinicio del llanto como la intención del bebé por controlar a los padres, como sugieren algunas teorías de la crianza, como el tipo de estrategia de dejar que el bebé deje de llorar solo [...] En lugar de eso, se debe interpretar este fenómeno como una consecuencia natural de los sistemas sensoriomotores del bebé.

O lo que es lo mismo, los bebés están "programados" para llorar si se sienten inseguros y solos y a la vez están programados para saberse a gusto, tranquilos y calmados cuando están acompañados. Estas respuestas tienen como objetivo asegurar la supervivencia de la especie y como consecuencia tener a los cuidadores cerca, precisamente para que les provean cuidados, atención, afecto y cariño.

Vía | MedlinePlus Foto | Oksidor en Flickr En Bebés y más | Diez razones por las que se recomienda coger a los niños en brazos (I) y (II), Una nueva teoría acerca del “malacostumbramiento”: hasta los tres meses no se acostumbran a los brazos

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Comentarios cerrados
    • Yo en mi primera consulta al pediatra vi a una mamá y abuela con un niño de unos 4 meses que protestaba en el carrito, lo cogieron, se calló e incluso empezó a reír. La madre sí dijo algo así "Que cabrito, si nos tomas el pelo vuelves para el carro!"...

      Lo que si que me entra la duda es por qué los niños no sólo se calman en brazos sino que a veces requieren movimiento, o en caso de mi hijo que estés de pie (no le vale que estés sentado cuando está nervioso). ¿Alguna teoría?

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    • Avatar de smatsua Respondiendo a smatsua

      Imagino que como mamífero la altura es un lugar más seguro que estar cerca del suelo donde un animal podría "atraparlo" y lo mismo un poco con el movimiento si en su día fuimos nómadas lo lógico es estar en movimiento, que además reduce las posibilidades de sufrir un ataque por sorpresa.

      Pero vamos son teorías de andar por casa eh.

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    • Avatar de mipetisa Respondiendo a mipetisa

      Pues para ser de andar por casa no es nada mala :P

    • Tal vez.... y digo solo tal vez, la explicación sea que nacemos para ser cogidos por la madre.

      Esta es la teoría de seda confort con respecto a dormir horizontal y creo que también es posible que aclaré parte de otras coductas en los bebés.

      "Desde hace más de 8 millones de años el ser humano está en constante evolución. Pero lo que no ha evolucionado en este tiempo ha sido la posición fetal en el vientre materno, ni la forma de parir.
      ¿Y por qué esa posición fetal. Nuestros antepasados, vivían en los arboles, no tenían nada con que cubrirse. La ropa no era necesaria, su cuerpo está lleno de pelo que les protege del frío. Este pelo, no solo les protegía del frío si no que también era utilizado por los bebés para agarrarse con las manos e incluso con los pies.

      El resultado final y después de millones de años de evolución donde nuestros pulgares se han desplazado, hemos pasado a caminar sobre dos patas, nuestro cráneo se ha achatado, nuestro cerebro ha crecido, hemos perdido el vello corporal... pero la posición del feto es la misma y no se ha visto alterada en todos estos millones de años.

      Podemos afirmar que el bebé humano continúa naciendo para ser llevado por la madre y no para estar tumbado horizontalmente.


      Aún conservamos reflejos que demuestran esta afirmación. Cuando a un bebé le dejamos que agarre nuestros dedos, observamos una gran fuerza, tanto que podemos elevarlo con suma facilidad. Este es un reflejo del pasado donde el bebé intenta asirse al pelo de la madre.

      En la actualidad los bebés, tres meses antes de nacer y tres años después de nacer, están creando alvéolos pulmonares constantemente. Podemos decir que los pulmones no están completamente desarrollados al menos hasta los tres años de edad.

      Si los pulmones de los bebés no están completamente formados , ¿por qué los tumbamos horizontalmente?.
      Por todos es sabido que para cualquier persona o niño con problemas respiratorios, la recomendación del médico o pediatra será incorporarlo en la cama para favorecer la respiración. Entonces, ¿por qué tumbamos horizontalmente a los bebés?. ¿Para favorecer la respiración y así favorecer el desarrollo pulmonar? Pues no, todo lo contrario. No favorecemos el desarrollo y además favorecemos que los bebés sean propensos a coger infecciones respiratorias, catarros, alergias e incluso procesos asmáticos.

      En SEDA Confort pensamos que lo ideal es favorecer la respiración y el desarrollo pulmonar para evitar las patologías respiratorias comunes en casi todos los bebés. Además, estar incorporado ayuda a mejorar en caso de una patología respiratoria más importante.

      Por otro lado, el hígado de un recién nacido es el órgano interno más grande del cuerpo. Al tumbarle horizontalmente favorecemos que el hígado se apoye sobre la pleura presionando y dificultando la respiración.

      El 80 % de los bebés padecen un episodio de reflujo en los primeros meses y en la mayoría de los casos no se resolverá hasta los 12 ó 18 meses.

      La eficacia del complicado sistema antirreflujo para evitar el paso retrógrado gastroesofágico está limitada en el recién nacido y lactante pequeño, ya que la barrera anatómica antirreflujo, la peristalsis esofágica, la competencia del esfínter esofágico inferior (EEI) y la anatomía del esófago intraabdominal, entre otras, maduran con la edad postnatal.

      Los síntomas del ERGE debida a la inmadurez de estas parte de aparato digestivo, no se ven favorecidas por la posición horizontal a la que sometemos a los bebés.

      Imaginemos una botella de agua llena en tres cuartos de su totalidad. Si ponemos la botella totalmente horizontal, su contenido saldrá por la boca sin mayor dificultad debido a que no le hemos puesto ningún sistema o tapón que lo impida .
      Para evitar que el contenido salga del interior de la botella debemos inclinar la botella hasta encontrar la inclinación suficiente para que el liquido no se vierta.
      Aunque el ejemplo es un tanto simple, es exactamente lo que ocurrirá a un bebé cuando después de la toma de leche le tumbamos horizontalmente. La gran mayoría de los casos de reflujo se evitarían si los bebés durmiesen semi incorporados. En el caso de reflujos más graves estar semi incorporado reduce la sintomatología y además es una herramienta para el especialista en la recuperación de la normalidad del bebé.

      Otra de las patologías frecuentes en los primeros meses de vida son las otitis . Las infecciones de oído son responsables de más visitas al pediatra que de un niño enfermo por cualquier otra enfermedad de la infancia

      La causa de esta infección, muy común en los bebés entre otras , es la posición horizontal . El bebé que está con algunos mocos, al estar tumbado horizontalmente, parte de los mocos que no expulsa por la nariz irán hacia el conducto auditivo favoreciendo la infección. La forma más fácil de evitar esta infección es la de estar semi incorporado en el colchón.

      Los gases en los bebés es uno de los problemas más frecuentes y que más afligen a los pequeños y a sus padres.
      A parte de patologías digestivas que puedan provocar un exceso de gases, es evidente que la posición de tumbado horizontal no favorece la expulsión de estos.
      La expulsión de gases puede producirse por el esfínter anal y por la boca.
      El gas siempre sube hacia arriba. Si un bebé esta tumbado horizontalmente los gases se acumularán en el abdomen y comprimirán este para seguir subiendo. La cara del bebé queda, al estar tumbado, por debajo del abdomen y por tanto no favoreceremos la expulsión del exceso de gases por la boca.
      Así mismo, la posición horizontal tampoco favorece la expulsión de los gases por el esfínter por la posición de las piernas, estiradas y abiertas hacia los laterales.
      La expulsión de gases e incluso de las heces es favorable cuando el bebé tiene una posición de 90* o más en sus piernas. Es decir, las piernas hacia arriba y rodillas flexionadas hacia el pecho.

      Otra patología frecuente son las luxaciones de cadera.
      La luxación de cadera puede ser ocasionada en el parto, debido a que se ha cogido mal al bebé o por la postura de ranita o croissannt que adquiere el bebé cuando está tumbado horizontalmente.
      En cualquiera de estos casos, el ortopédico infantil colocará una férula al bebé elevando las piernas para llevar la cadera a cabeza del fémur a su sitio. Esto quiere decir que los bebés deberían tener las piernas un tanto elevadas para evitar las posibles luxaciones.

      Debido a todas las recomendaciones pediátricas de dormir boca arriba procedentes de todos los organismos oficiales de salud y en todos los países desarrollados del mundo, se ha detectado un incremento sumamente importante de la plagiocefália posicional.
      Este problema es debido a que todo el peso de la cabeza del bebé recae sobre la misma zona.

      Si el bebé está semi incorporado, el peso de la cabeza quedará repartido en tres planos frente a la posición horizontal, en la que el total del peso recae sobre el plano vertical.

      Seda Confort es por tanto el colchón de cuna diseñado específicamente para prevenir y ayudar en todas las patologías habituales en los bebés durante su primer año de vida.

      El diseño de seda confort está basado en estudios antropológicos y pediátricos, corroborando que es el primer colchón en el mundo que tiene en cuenta las peculiaridades físicas de los bebés para prevenir un amplio espectro de patologías comunes en todos ellos."

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    • Avatar de minicuna Respondiendo a minicuna

      Caramba cuanto texto para vender tu producto.

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