Ser papá: nadie dijo que tener un hijo fuera fácil

Ser papá: nadie dijo que tener un hijo fuera fácil
8 comentarios

Hace unos meses comenté que la llegada de un hijo cambia la vida de los padres, seguro.

En mi caso personal (y como en la mayoría diría yo) el cambio fue para bien, pero el proceso fue duro, muy duro y sinceramente no esperábamos que fuera así, sin embargo nadie nos dijo que tener un hijo fuera fácil.

Vivimos en una sociedad en la que todo se exige para ayer, en la que todo aquello que suponga un esfuerzo excesivo o una recompensa demasiado pequeña tiende a ser rechazado.

Estamos en un momento en que necesitamos trabajar mucho para pagar los bienes materiales que nos facilitan la vida, esa que no podemos disfrutar porque estamos trabajando.

En este proceso o círculo vicioso hemos cambiado la caminata hasta el trabajo por el coche, los libros por las películas, el café de cafetera por uno encapsulado, los pañales lavables por pañales de usar y tirar, la esponja por toallitas, el cocido por los congelados, el Fairy por el lavaplatos…

Y en estas te plantas en el Prenatal (o similar) y les dices con una sonrisa de oreja a oreja que vas a ser padre, así, lleno de orgullo, y que vienes a comprar lo necesario y lo mejor para tu hijo.

La lista es interminable: El colchón de tres ruedas, la cuna calienta pañales, el body para calmar los cólicos, el receptor emisor para la otra habitación con capota desplegable, la mochila con aroma que induce al sueño, la esponja con cierre de seguridad,…

Y un buen día llega tu bebé y te das cuenta, poco a poco, de que has hecho el “panoli” (no os sintáis ofendidos, hablo en primera persona).

Nace en el siglo XXI un bebé que no sabe si está en el maravilloso y moderno mundo en el que vivimos o bien en la época del Paleolítico. Bueno, no me voy a ir tan lejos… no sabe si ha nacido en España o en el desierto de África.

Y tú, mi querido padre novel, acostumbrado a hacer tu vida, a vivirla con placer, a dar y recibir en igual medida (o a recibir más de lo que das), te ves de repente en la situación de tener que dar, dar, y dar y en el momento, sin posibilidad de espera.

Te das cuenta de que los mil inventos son más bien poco útiles, que el colchón de la cunita le “quema” y que acaba siempre en vuestros brazos (invento barato de resultado infalible).

Y resulta que se despierta cuando tú empiezas a coger el sueño, se duerme cuando te has desvelado y se vuelve a despertar en el momento en que sueltas el primer ronquido.

Entonces todo el mundo se ve obligado a ayudarte y te dan mil y un consejos contradictorios y tu mujer te pide que ayudes más en casa, porque el bebé está todo el día al pecho y en brazos porque en la cuna no aguanta ni veinte minutos y tú, que esperabas seguir viviendo, más o menos como antes, con ligeros cambios, ves que de ligeros tienen poco.

Te dicen que si mama tanto es que ella no tiene leche, o que su leche no es buena. El pediatra dice que no, que es normal que mame tanto porque es un recién nacido, pero la enfermera dice que si se queda con hambre que tome leche artificial.

Y llora, y todos los días a la misma hora y lo bañáis antes de dormir porque se supone que se va a relajar, pero en cambio parece que el tuyo es diferente, que se pone como una “moto”, y lo vestís y llora, y os dais cuenta de que estando todo el día en brazos llora menos, pero viene la suegra (la que sea) y dice que lo cogéis demasiado en brazos y que lo vais a malacostumbrar.

Te das cuenta de que no es tan fácil. Tú esperabas a una personita en pequeñito, que entendiera tu inexperiencia y te otorgara un tiempo prudencial para ir aprendiendo poco a poco de él (y viceversa) y te das cuenta a golpes de martillo que tu bebé es, ni más ni menos, un animal mamífero.

Eso significa que necesita la seguridad del contacto, del calor y del mecimiento. El alimento de manera casi continua, el olor de su madre, los cuidados y la disponibilidad constante.

Y ves que tú vida ha girado 180º, que no puedes hacer nada de lo que hacías antes, ni tú ni ella. Y ahí es donde debes decidir, o me tomo un paréntesis como persona y me dedico a mi bebé, a mi mujer y a mi casa, o querré abarcar tanto que al final no haré ni una cosa ni otra.

Lo siento, alguien tenía que decirlo. No es fácil. Tener un bebé es una gran responsabilidad. Es un ser dependiente en su totalidad y os necesita más que a nada.

Necesita que sepáis renunciar a muchas cosas durante un tiempo y que aprendáis a hacer de tripas corazón y de ojeras esperanza porque es una etapa, un tiempo, hasta que los pequeños mamíferos crecen y se van desprendiendo poco a poco hasta convertirse en las pequeñas personas que esperabais.

PS: Os recomiendo que os paséis, cuando podáis, por la “Tienda de las paciencias” y os compréis dos o tres de repuesto. Suelen hacer falta.

Fotos | Flickr (Pedro Klien), Flickr (bionicteaching)
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Comentarios cerrados
    • interesante

      ¡No puedo estar más de acuerdo con tu artículo! Yo no hacía más que leer libros y revistas y artículos sobre lo que nos estaba pasando durante el embarazo. No se me ocurrió leer nada sobre lo que pasa cuando ya lo tienes contigo. Bueno, sí, el "Cuaderno del padre novato", libro genial lleno de buen humor al estilo de Armando ;-)

      Ahí aprendí que los cólicos no se pasan con nada, pero que vale la pena ir probando porque así consigues pasar una semana más, hasta que desaparecen por arte de magia a los tres meses.

      También me leí el "Estivill", pero solo me pareció lógica la parte de las rutinas. Una noche, de esas en las que estás agotada, te duele toda la espalda, y el bebé lloraba como un condenado cada vez que tocaba la cunita, intenté probar a marcharme de la habitación y dejarlo llorar. Creo que tardé 10 segundos en volver a cogerlo. Más tarde, volví a leer "Bésame mucho", y me reconcilié conmigo misma. Desde ese momento decidí que haría siempre lo que me dictara el corazón y mi conciencia. Y estoy feliz con los resultados.

      Ah, nuestro hijo también recarga sus pilas cuando lo bañamos, así que en cuanto nos dimos cuenta cambiamos la hora del baño bien lejos de las horas nocturnas!

      Y es cierto, yo me relajé un montón cuando me di cuenta de que si hacía un paréntesis en mi vida, todo iba a ir mejor. Es decir, cuando mi hijo crezca y pase de mi porque prefiera irse con sus amigos, entonces será el momento de volver a tener la casa limpia y ordenada, de retomar mis aficiones, de pasar más tiempo de pareja, etc. etc...

      Para acabar...necesito 50 paciencias de esas, porque tengo al peque en plena ebullición de los 2 años, y desde hace un mes me saca de quicio de una manera que no podía imaginarme. Voy a consolarme pensando que eso se acabará a los 3 años...Por favor, que alguien me lo confirme!!!

    • interesante

      Jajaja!!! Muy bueno...

      Yo horas de sueño no he encontrado, pero sí unas estupendas gafas de sol.

    • Umm, confirmar.... No es que se pasen, es que son diferentes. Intenta anticiparte conociendo el porqué de muchas de ellas e intenta evitarlo.

      La mayoría vienen porque están demasiado cansados (sueño) o porque tienen mucho hambre. Si solucionas la causa, evitas la rabieta.

      Para el resto la receta es comprender que empiezan a entender cosas, pero aún hay momentos que les desbordan...

    • Armando: "sos genial"

    • ¿Donde dices que venden las "paciencias" esas?

      ¿Y unas horas de sueño en pastillas no tendrán también?

    • Leo todos días vuestros mails que llegan a mi cuenta y después de leer tu artículo he tenido la necesidad de dar mi opinión, bueno, mas bien mi enhorabuena, ha sido como leer mi propia experiencia y opinion actual... si algo tengo que decir es que los padres primerizos pecamos de un exceso de información, algunas veces acertadas y otras todo lo contrario, yo durante mi embarazo he sido una "devoradora" de información, revistas, libros, médicos... todo lo necesario para estar bien preparada para mi hija... ilusa, pienso ahora, desde que ella nació pocas cosas coinciden con ese mundo idílico y perfecto que tooodos esos libros y revistas te quieren pintar, y lo único que consiguen es frustrarte ante esa "no coincidencia", piensas "y porque mi bebé no hace esto? porque no duerme del tirón como el hijo de mi vecina?" "porqué no tengo tiempo ni de ducharme?... y un sinfín de porqués que solo el paso del tiempo y los errores te hacen encontrar la respuesta... mi hija solo tiene 9 meses y medio, aún tengo muuucho que aprender de ella y yo y mi marido de vivir mi nuestra "nueva vida" llena de cambios, pero si algo puedo transmitir a esas mamis y papis embarazados es nunca os creaís todo lo que dicen, ni los libros, ni las revistas, ni la vecina... vuestro hijo/a será unico y especial y os tendréis que adaptar a él/ella y viceversa, a veces demasiadas expectativas no te dejan ver la realidad de tu presente... Armando, ya era hora de leer una VERDAD con mayúsculas... gracias!

    • "nadie nos dijo que tener un hijo fuera fácil" , solo dijeron que valdria la pena :)

    • hola a todos, primeo que nada armando gracias por hacerme saber que miles de cosas de las cuales he investigado no son tan ciertas, soy papa de un bebe de 30 días de nacido y han sido los mas largos de mi vida, desvelados, cansados, tanto yo como mi mujer. No nos esperábamos que esto de ser padres fuera fácil, pero tampoco tan complicado, es reconfortante saber que nuestro bebe es parecido a otros de los cuales lei comentarios y que de verdad necesitamos costales de paciencia, animo y fe, para continuar con la magia de ser papas

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