De momento, los niños están asistiendo a sus clases de forma virtual, pero en un mes acabará el curso escolar. A esto se suma que poco a poco los padres volverán a trabajar y se plantea el mismo dilema de todos los veranos, este año agravado por la pandemia de coronavirus. El problema de conciliación al que se enfrentan muchos padres de cara a la 'nueva' normalidad es monumental, teniendo en cuenta que acudir a los abuelos en este entorno no es lo más apropiado, a la vez que apremian los asuntos económicos para buscar otras alternativas de ocio y cuidado.
El Ministerio de Educación ha anunciado que planean abrir colegios infantiles este verano para niños menores de seis años cuyos padres no puedan teletrabajar, pero algunas comunidades, así como directores y la propia OMS no están completamente convencidos de que sea seguro poner en marcha esta medida.
Muchos padres se preguntan si habrá campamentos de verano en los próximos meses, una actividad en la que cada año participan unos cuatro millones de niños españoles, y en qué condiciones de seguridad, que es lo que lógicamente más nos preocupa: que nuestros hijos estén a salvo de posibles contagios.
Se está trabajando para que haya campamentos
Como todos, el sector está preocupado por su negocio, que es muy estacional y depende en gran medida de su actividad en los meses estivales. El Colectivo Nacional de Campamentos de Verano, compuesto por entidades que desarrollan proyectos de ocio tiempo libre y campamentos, está trabajando para que los niños tengan esta opción en verano. Su intención es la poder ofrecer este servicio que consideran "fundamental" como solución para las familias y los niños, y garantizando en todo momento la seguridad de los menores.
En su manifiesto sostienen que los niños merecen poder asistir este verano a los campamentos tras un largo confinamiento, pero por supuesto, con seguridad. Para ello sugieren crear “Espacios protegidos de COVID-19” y han elaborado una propuesta de protocolo de actuación con todas las garantías para el desarrollo de campamentos de verano 2020.
Estas medidas están basadas en la reducción de aforo, distanciamiento físico e higiene-desinfección, además de la formación del personal para que se respeten todas ellas. Deberán cambiar muchos hábitos para que los niños no compartan objetos, comida o bebida, deberán lavarse las manos antes y después de cada actividad, así como mantener distancias en el comedor a la hora de desayunos y comidas, etc.
A partir de cuándo
Según informa El País, el Instituto de la Juventud, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, ha elaborado un informe para guiar una desescalada con garantías de los campamentos. El borrador, que deberá ser aprobado por Sanidad, establece qué actividades podrán realizarse en cada fase de la desescalada.
- En la fase 1 podrán realizarse actividades al aire libre, con niños de la misma localidad, para un máximo de 50 menores, con un monitor para cada seis niños y durante cuatro horas como máximo, sin comida ni cena. La merienda la deberán llevar los niños.
- En la fase 2 podrán participar en las actividades menores de la misma provincia, hasta un máximo de 80 niños, y se podrá combinar el aire libre con espacios cerrados con ventilación constante y durante un máximo de seis horas. Tendrá que haber un monitor por cada 10 niños y la comida se podrá dar en raciones individuales.
- En la fase 3 se permitirán campamentos con hasta 100 niños, 15 por monitor. Podrán participar niños de varias provincias de la misma comunidad autónoma.
Hay que tener en cuenta que hay diferentes modalidades de campamentos. Están aquellos en los que los niños pernoctan fuera de casa durante varios días, y aquellos en los que van unas horas o a pasar el día, pero vuelven a dormir a casa. En la primera modalidad, además de compartir más tiempo con otros niños, hay momentos en los que es más difícil mantener rutinas de seguridad para evitar contagios. Habría que establecer protocolos para el uso del baño a la hora de asearse, distancia entre camas, etc.
También es importante la edad de los niños, ya que entre los más pequeños es prácticamente imposible evitar el contacto entre ellos, así como que toquen cosas y compartan objetos. Hay que tenerlo también en consideración.
Sin duda, una modalidad que vendrá con fuerza son los campamentos de verano virtuales, con actividades para hacer desde casa y donde se podrá socializar con otros niños, que podrán servir de entretenimiento, pero muy lejos de la propuesta de aire libre que caracteriza a los campamentos de verano tradicionales.
Solución a la conciliación
Son muchos los padres con problemas graves de conciliación de cara a la desescalada, que se ven obligados a volver a trabajar y no tienen quién cuide de los sus hijos. Padres que contaban cada año con esta opción para poder conciliar.
Los campamentos pueden ser una buena solución para algunos, ya que además los niños necesitan poder estar con otros niños y hacer vida al aire libre más que nunca, pero siempre que puedan estar seguros de que se hace con las mayores garantías. ¿Vosotros apuntarías a vuestros hijos a un campamento este verano tan particular?
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