Las camas elásticas de toda la vida han sufrido una evolución en los últimos tiempos, y a éstas les añaden unos arneses para que se pueda saltar más alto y sin riesgos. A los niños, como a muchos mayores, les encanta hacer piruetas en las camas elásticas con arneses.
Pensaba que a mi hija le daría miedo este tipo de experiencia, pero ella misma insistió en que quería y quería subir para saltar, a la vista de lo bien que lo pasaban otros niños saltando.
Hasta entonces, todas las prácticas que había hecho en saltos son los típicos de la cama o el sofá, así que como podéis imaginar no había llegado muy alto...
Pero fue subirse a la cama elástica, colocarse los arneses, elevarla... ¡y a saltar! Cuanto más alto, mejor, hacia adelante, a los lados, riéndose y disfrutando a tope de la experiencia. Es innegable que a los niños les encanta columpiarse, y las camas elásticas son un paso más en estos movimientos de desplazamientos y aceleraciones en el espacio.
Cuando subió mi hija, aún no tenía los tres años, por eso creo que no atrevió a dar el siguiente paso, que sí daban los niños alrededor. Las volteretas en el aire y otras piruetas que algunos perfeccionaban como profesionales del circo, eran increíbles.
Después mi hija ha probado en una ocasión las camas elásticas tradicionales, pero no las disfrutó tanto. No se atrevía a saltar demasiado, imagino que debido a la falta de la seguridad que le dan los arneses para saltar alto.
Hay camas elásticas con arneses especiales para niños, más pequeñas y de menos altura. En cualquier caso, los niños y niñas disfrutarán de las piruetas en las camas elásticas, dando rienda suelta a toda su energía y con una libertad de movimientos inusitada.
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