BLW son las siglas que corresponden a Baby Led Weaning, traducido en nuestro país como "destete guiado por el bebé" o, más correctamente, "alimentación complementaria guiada o regulada por el bebé".
Es una alternativa válida a los clásicos purés y papillas para iniciar la alimentación complementaria. Este método cada vez está ganando más popularidad, aunque aún hay varios aspectos que preocupan a los padres y los profesionales. De todos ellos, probablemente la mayor angustia de las familias sea que el niño se atragante.
¿Qué es una arcada?
Según la Real Academia de la Lengua, una arcada es "un movimiento brusco del estómago anterior o simultáneo al vómito".
En bebés que practican BLW son muy frecuentes al inicio y constituyen un mecanismo de defensa para evitar que trozos grandes, que no van a poder manejar, sigan progresando. Así, cuando comen un trozo muy grande y no lo pueden tragar aparece la arcada, un acto reflejo, que ayuda a expulsarlo. A veces, esta arcada termina en vómito.
Un estudio publicado en la revista Pediatrics en 2016 comparó el riesgo de atragantamiento en niños que hacían BLW frente a niños que tomaban triturados con cuchara. Analizaron las arcadas y se vio que los niños que practicaban BLW tenían más arcadas a los 6 meses que los que recibían triturados, pero menos que estos a los 8 meses. Es decir, que las arcadas aparecen en los niños, en mayor o menor medida, cuando están empezando a comer sólidos.
¿Qué es un atragantamiento?
Un atragantamiento, en cambio, se define como "la acción y efecto de atragantar o atragantarse" ("ahogar o producir ahogos a alguien por detenerse algo en la garganta"). Se produce cuando un alimento se queda atrapado y puede llegar a obstruir la vía aérea, dificultando la respiración.
¿Cómo diferenciamos una arcada de un atragantamiento?
Cuando el niño o la niña tienen una arcada vemos que hacen fuerza con el abdomen como si fuesen a vomitar. De hecho, muchos acaban vomitando.
En cambio, cuando un niño o niña se atraganta suele producirse tos, que puede ir acompañada de dificultad para respirar y/o para hablar, afonía, color azulado de los labios, palidez e incluso, si es grave y no se resuelve pronto, pérdida de conocimiento.
¿Cómo actuamos en cada caso?
En BLW es especialmente importante vigilar y observar a los niños mientras comen.
En el caso de la arcada, no hay que hacer nada. Como hemos dicho es un acto reflejo que supone un mecanismo de defensa frente a trozos demasiado grandes. Es, por tanto, algo beneficioso.
En el atragantamiento, en cambio, puede ser necesario que actuemos. Os animo a consultar la Guía de Primeros Auxilios para Padres publicada por el Hospital Niño Jesús.
Cuando se produce un atragantamiento, podemos estar ante tres situaciones:
1. El niño o la niña está consciente y tosiendo con energía, tiene buen color y no tiene dificultad respiratoria. En este caso, hay que colocarle bien incorporado (si no lo estaba ya) y animarle a que siga tosiendo, sin dejar de observarle. En este punto (obstrucción leve), no hay que dar "palmaditas" en la espalda
2. El niño o la niña está consciente pero tose de manera ineficaz, tiene dificultad respiratoria, le cuesta hablar y/o llorar y tiene mal color (palidez, labios morados...). Debemos pedir ayuda inmediatamente y mirar si podemos extraer con seguridad el alimento que está obstruyendo las vías respiratorias con el dedo en forma de gancho. Si no es así, iniciaremos maniobras para desobstruir la vía aérea.
En los niños menores de 1 año consistirán en 5 golpes secos con el talón de la mano en la región interescapular (entre las dos escápulas) seguidos de 5 golpes o compresiones con dos dedos en la zona media del pecho. Si no conseguimos que expulse el alimento, seguiremos con los 5 golpes en espalda y 5 golpes en el pecho.
3. El niño o la niña está inconsciente. En este caso debemos iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
¿Se atragantan más los niños y niñas que hacen BLW?
Se han realizado varios estudios científicos hasta la fecha y todos coinciden en que no encuentran mayor riesgo de atragantamiento en niños que practican BLW frente a niños que se alimentan con triturados.
Uno de los más amplios se llevó a cabo en 2018. Interrogaron a más de 1000 madres acera de la alimentación complementaria que llevaron sus hijos analizando, entre otros, los episodios de atragantamiento y los alimentos que originaron dichos episodios. No se observaron diferencias significativas entre los 2 grupos (alimentados con triturados y BLW).
¿Cómo prevenimos el atragantamiento?
Estas pautas sirven para bebés que están haciendo BLW pero también para aquellos que iniciaron su alimentación con triturados y están haciendo ahora la transición a los sólidos; incluso algunas recomendaciones van más allá del primer año de vida.
- Los bebés deben comer bien sentados (por eso, un requisito para empezar BLW es que sean capaces de mantenerse sentados).
- Siempre bien vigilados (los atragantamientos se producen en segundos, no podemos despistarnos).
- El bebé se lleva la comida solo a la boca, nosotros no le metemos ningún alimento directamente en la boca
- La forma de los alimentos debe estar adaptada a su desarrollo psicomotor: al principio partidos en forma de bastón; cuando sean capaces de hacer la pinza, podemos ofrecer pequeños trozos.
- Evitar alimentos con alto riesgo de atragantamiento: manzana y zanahoria cruda, frutos secos enteros o en trozos hasta los 5 años (podrán darse molidos); palomitas de maíz; caramelos; los alimentos redondos (como uvas, tomates cherry) deberán ser cortados en 4 trozos longitudinales; las salchichas ni deben cortarle transversalmente tipo moneda, sino primero longitudinalmente y posteriormente en trocitos
Resumiendo...
La arcada es un mecanismo de defensa, un acto reflejo que se desencadena cuando el niño o niña intenta tragar un trozo demasiado grande. En cambio, en el atragantamiento, el trozo se queda atrapado y puede llegar a obstruir la vía aérea de forma leve o grave.
No hay evidencia de que los niños que realicen BLW se atraganten más que aquello que toman triturados pero conviene, en cualquier caso, saber cómo prevenirlo y cómo actuar en caso de que se produzca.