Llevar a tu hijo en brazos o cargado en una mochila o foulard es uno de los mayores placeres de ser padre porque puedes tener a tu hijo cerquita y llenarlo de besos continuamente, hablarle y en definitiva abrazarle casi de manera continua.
Sin embargo no todo es maravilloso para los niños, sobretodo en invierno, porque el hecho de ir en mochila o en brazos tiene un efecto secundario: los pantalones de los niños tienden a subirse, a veces casi hasta las rodillas y en invierno es como para pensárselo.
Por esta razón este año hicimos una de esas compras en la que te gastas poco dinero, solucionas un problema de raíz y consigues además que todo el mundo te pregunte dónde lo has comprado, porque lo quiere también: unos calentadores para las piernas.
No tienen mucho secreto. Se ponen encima de los pantalones, bajo las rodillas, cogiendo un poco de la zapatilla, y mantienen los pantalones en su sitio, tapan las piernas perfectamente y además quedan la mar de modernos.
Yo no los conocía hasta que mi mujer los compró y ahora en cuanto hace frío los utilizamos (independientemente de que Aran vaya en mochilita o no).
Los que nosotros tenemos son de la marca Hoppediz. Hay varios modelos diferentes y los podéis conseguir en varias webs de internet (Mimos y teta o Chimi’s nadó, por ejemplo).
Más información | Hoppediz (en inglés)
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