Después de algunos días de uso, que es cuando se puede hacer un correcto análisis de lo que hemos comprado, les diré cuáles son a mi parecer las ventajas y desventajas que presenta el carrito. Lógicamente las primeras inclinan la balanza, sino no lo hubiese comprado.
Por empezar, debo decir que al recibirlo me asusté pues es más grande de lo que yo imaginaba. Lo he buscado en varias tiendas para verlo “en persona" antes de encargarlo por internet, pero como les comentaba no se ve casi nada en las tiendas ni en las calles de España (en Londres sí), así que me arriesgué a comprarlo a ciegas.
Pasado el primer susto, sobre todo por el tamaño de las ruedas traseras que son de las que se hinchan con aire, comencé a estudiarlo de arriba abajo.
La forma del manillar es práctica, especialmente en el caso de necesitar maniobrar el carrito con una sola mano, cosa que con dos niñas sucede habitualmente.
Tiene capota, para mí fundamental para cubrir al bebé del sol y de alguna llovizna sorpresiva.
El tamaño del asiento es generoso, trae apoya cabeza y tiene dos posiciones de reclinado. Esas son todas ventajas, pero una pequeña desventaja que le encuentro es que el asiento no es rígido sino que es como una especie de bolsa, y a mi bebé que es muy curiosa no le permite ir viendo todo en primera fila. De todas formas es muy cómodo pues ya se ha dormido allí sus buenas siestas mientras paseábamos.
Otro inconveniente es que la cestilla soporta un máximo de dos kilos de peso, demasiado poco para las que estábamos acostumbradas a usar la cesta del carrito de maletero, pero habrá que acostumbrarse.
En cuanto a una ventaja, y de las más importantes, es que el sistema de plegado es fantástico. De verdad, sin engaños, se puede plegar con una sola mano. Ha pasado mi propia prueba de fuego que es plegarlo y guardarlo con una mano en el maletero del coche con mi bebé alzada en el otro brazo.
Una de cal y otra de arena. Es muy maniobrable, tiene un bolsillo muy útil donde colocar las llaves y el móvil pero no es tan liviano como me hubiese gustado. Otra a favor es que permite colocar un capazo para bebés recién nacidos pudiendo ampliar su uso si tienes otro bebé.
Digamos que no es lo que se llama un piragüitas, si es lo que estás buscando Micralite no es la silla indicada.
En conclusión, es una silla de segunda edad para bebés de más de 6 meses que por diseño, precio y prestaciones es una alternativa muy aceptable.
En Bebés y más | Análisis: sillas de segunda edad, ¿cuál comprar?