Naturalmente, los padres queremos proteger a nuestro bebé, asegurarnos que está bien y que no le pasa nada malo. Hay quienes inventan para ello dispositivos que encuentro algo excesivos como Owlet Baby Monitor, un (exagerado) vigila bebé.
Owlet Baby monitor es todo un despliegue médico. Es una especie de calcetín que se coloca en el pie del bebé para controlar en todo momento sus constantes vitales. Monitoriza la frecuencia cardíaca, el nivel de oxígeno, la temperatura y los hábitos de sueño del bebé, por si acaso se da la vuelta al dormir. A su vez, está conectado con el smartphone de los padres, quienes pueden ver los valores en la pantalla y ser avisados si ocurre cualquier anomalía.
¿Es necesario contar con un vigila bebé de este tipo? En general, para niños sanos creo que no lo es. No podemos obsesionarnos con la cantidad de oxígeno que recibe o la frecuencia cardíaca. Podría ser interesante tal vez para niños con alguna enfermedad o para bebés prematuros a quienes se les está controlando su evolución al llegar a casa.
Partamos de la base de que considero que los vigila bebé son aparatos prescindibles. En mi caso, que he dormido con mis hijas al lado de mi cama durante el primer año de vida, en algún caso más, podía vigilarlas con sólo espiar por encima de la cuna.
El contacto piel con piel es el mejor método para regular la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno del bebé. Y puedes comprobar lo a gusto que duerme sin siquiera abrir los ojos, sólo sentirlo.
¿Vosotros veis necesario un vigila bebé como Owlet Baby Monitor? ¿Lo compraríais?
Vía | Xataka ciencia Más información | Owletcare