Técnicas de reproducción asistida: explicamos cada una

Las técnicas de reproducción asistida son diversos tratamientos destinados a resolver los trastornos de fertilidad en la pareja. Se considera que una pareja tiene problemas para concebir cuando tras un año de mantener relaciones sexuales frecuentes y sin mediar método anticonceptivo, no logra el embarazo.

Por su parte, las técnicas de reproducción asistida también ayudan a las parejas que aunque consigan la fecundación no logran gestaciones viables. Hay soluciones especiales para cada caso, por lo que hemos querido dar una breve explicación de cada una de las técnicas de reproducción asistida que encontramos en la actualidad.

Inseminación artificial con semen de la pareja (IAC)

Es la más sencilla entre las técnicas de reproducción asistida. Consiste en depositar en el cuello uterino de la mujer los espermatozoides de su pareja por medio de instrumental adecuado. Es un procedimiento breve e indoloro.

Se realiza generalmente tras la estimulación ovárica de la mujer con fármacos que favorecen el desarrollo de los folículos ováricos.

La probabilidad de conseguir el embarazo a través de la inseminación artificial con semen de la pareja por cada ciclo es entre un 10 y un 15 por ciento. La mayor parte de las gestaciones se obtienen en los tres primeros ciclos de tratamiento.

Inseminación artificial con donante de semen (IAD)

Es igual que la anterior, pero con semen de un donante. Se utiliza en casos en los que la mujer desea ser madre sin pareja o cuando el hombre tiene dificultades severas como ausencia de espermatozoides capaces de concebir o trastornos genéticos que puedan transmitirse al feto y no pueda realizarse selección embrionaria.

Si la mujer no presenta dificultades reproductivas, el éxito de esta técnica tras un número adecuado de ciclos ronda el 80 por ciento. Si la mujer presenta problemas, la tasa disminuye.

Fecundación in vitro (FIV) y Microinyección espermática (ICSI)

La fecundación in vitro consiste en unir el óvulo y el espermatozoide fuera del cuerpo de la mujer para conseguir la fecundación y el desarrollo embrionario inicial.

Hay dos modalidades: la fecundación in vitro, que consiste en poner en contacto el óvulo y es espermatozoide para que se produzca la fecundación de forma espontánea, y la microinyección espermática, más activa, que consiste en introducir el espermatozoide dentro del óvulo.

Cuando se produce la fecundación y se desarrollan los embriones, se selecciona el número adecuado para introducir en el aparato genital de la mujer.

La media de embarazo por ciclo iniciado ronda entre el 29 y el 35 por ciento.

Diagnóstico genético preimplantacional (DGP)

Consiste en seleccionar, mediante técnicas genéticas, los embriones idóneos obtenidos a través de la fecundación in vitro. Los más adecuados serán los embriones transferidos al útero materno.

Se realiza cuando hay abortos de repetición o fallos repetidos de implantación de embriones transferidos mediante fecundación in vitro. También en casos de pacientes con alteraciones cromosómicas o enfermedades monogénicas producidas por la alteración de un gen.

El diagnóstico genético preimplantacional se considera exitoso cuando ha dado lugar al nacimiento de niños sanos.

Extracción espermática

Consiste en obtener espermatozoides para ser utilizados en las técnicas de reproducción asistida. Pueden ser utilizados de forma inmediata o proceder a su congelación para utilizarlos en el futuro.

Hay diferentes técnicas de extracción espermática. Se pueden obtener a través de la vía testicular o seminal cuando en la eyaculación no existen espermatozoides en cantidad o calidad adecuada para ser usados en técnicas de reproducción asistida.

Donación de ovocitos

Tratamiento utilizado en casos en los que los ovocitos de la mujer no ofrecen la calidad suficiente para conseguir el embarazo, se han agotado o es portadora de una alteración genética o cromosómica.

Cualquier mujer de entre 18 y 35 años con buen estado de salud física y psíquica puede ser donante de ovocitos. La donación es anónima y altruista.

Esta técnica presenta una elevada tasa de éxito. La posibilidad de conseguir un embarazo tras una transferencia de embriones procedentes de óvulos de donantes es de más del 50 por ciento por ciclo.

Preservación de la fertilidad

Su finalidad es conseguir un embarazo, pero no de forma inmediata, sino a futuro. Se utiliza en casos de enfermedad, como por ejemplo, un cáncer.

Los tratamientos contra el cáncer provocan daños en los ovocitos, la mayoría de las veces irreversibles, por tanto se procede a la congelación de ovocitos, embriones, tejido ovárico o semen, según el caso, para ser utilizados en el futuro.

Fotos | Katie Tegtmeyer en Flickr CC y Wikipedia CC Más información | Fertilidad y reproducción asistida (pdf) En Bebés y más |

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