Claves para fotografiar bebés

Seguimos con nuestro especial dedicado a la Fotografía de niños y bebés, centrándonos en el post de hoy en las claves para fotografiar bebés. Porque si el otro día hablábamos de niños inquietos hoy nos centraremos en los bebés. El primer año de vida también es importante en el aspecto fotográfico para los papás y mamás a los que nos gusta la fotografía. Pero tengamos en cuenta una serie de claves para obtener mejores fotografías.

La cámara siempre a mano desde los primeros momentos

A todos los padres nos ilusiona la llegada del bebé. Por eso somos un poco pesados con las fotografías y los vídeos ¿verdad? Pero es cierto que para recoger algunos de esos momentos especiales que ocurren en la vida de los bebés no hay como llevar la cámara a mano.

Recuerdo el día del nacimiento de Noemí, esta vez no me pillaría desprevenido. La cámara llevaba preparada días. Así que después de que fuéramos al hospital y todo saliese bien, cuando ya estábamos en la habitación quise recoger alguno de aquellos momentos entre Nuria y la recién llegada Noemí. Fruto de ello es la fotografía que veis en la portada.

Flash ¿sí o no?

Depende de como lo utilicemos. Si disponemos de una cámara del tipo que sea, el flash integrado que dispara directamente frente al bebé resulta ser molestísimo. Ya nos molesta a los mayores pues imaginad a ellos que en sus primeros meses de vida están adaptando su vista a este nuevo mundo. Evidentemente no les va a pasar nada pero sí es bastante molesto. Por ello mi recomendación al respecto es evitar el uso de ese tipo de flashes de manera directa.

Una buena solución para ello es utilizar la luz natural del sol para iluminar el rostro del bebé. Por ejemplo podemos situarle encima de la cama nuestra con cuidado y con su cara hacia la ventana de la habitación. Ya está. Tampoco que sea una luz muy intensa. Probadlo. O como en la fotografía siguiente en la que a mi espalda estaba la ventana del salón y Noemí estaba en brazos de mamá.

En cambio, si disponéis de un flash de mano (o de antorcha) podéis dirigir la cabeza del flash hacia el techo de la habitación para que la luz que salga se reparta mucho más uniforme consiguiendo una iluminación más difusa y menos intensa que si dirigimos la cabeza hacia el bebé con el resultado comentado anteriormente.

En caso de poca luz o una luz tenue, podéis ir al menú de vuestra cámara y subir el valor de la ISO hasta 800-1600 según la cámara que sea, pues, normalmente a mayor valor de ISO, mayor ruido y se reduce la nitidez o el detalle de la fotografía. Aunque si la vamos a compartir vía web no habrá mucho problema dado que lo ideal es que al subirla a internet no pasemos de un valor de 800 píxeles en el lado más ancho. Las fotografías, por ejemplo, de nuestros post son de 650 píxeles de ancho como máximo.

El sueño

Normalmente, y digo bien, los bebés suelen pasar gran parte del primer año de vida comiendo y durmiendo. Aunque seguro que en esto, cada uno tendréis mucho que decir.

El modo macro cuando están dormidos representa una buena oportunidad para lograr acercarnos al rostro del bebé sin molestarle. De esta forma podemos capturar al bebé dormido plácidamente. Acuérdate de no utilizar el flash para no interrumpir el sueño del bebé. Cerrando bastante el encuadre podemos conseguir fotografías como ésta de Bruno.

Fotos preparadas y creativas

También podemos buscar momentos preparados y captar algunas fotografías interesantes. Hay que hacerlo en un entorno tranquilo y agradable para el bebé, con su peluche, su chupete o cualquier otra cosa que le resulte familiar y facilite ese ambiente tranquilo. Algo de música clásica puede ayudar para encontrar dicho ambiente.

Los bebés se van desarrollando mucho durante ese primer año y pasan por diversas etapas descubriendo su propio cuerpo. Noemí, mi hija, comenzó a descubrirse los pies hacia los cinco meses de vida, desde ese momento tuve en la cabeza realizar esta fotografía.

Para ello fue necesario varias tomas. Concretamente 25 tomas (en apenas unos 10 minutos y con un calefactor pues era invierno), aunque estaba tranquila la postura no era la adecuada. La quité el pañal y la dejamos vestida únicamente con un gorrito de la lana. En mi caso, utilicé un flash externo junto con un paraguas blanco para tener una iluminación suave. Un efecto parecido os lo he comentado y es el de utilizar el flash apuntando hacia el techo. Para conseguir ese encuadre desde arriba me subí a una escalera mientras me miraba con cierta cara de sorpresa. El resultado es una fotorgafía de las que más me gusta de todas las que tenemos de ella.

En resumen

La cámara siempre a mano pero con tranquilidad. No hay que agobiar al bebé por más que queramos documentar su primer año de vida. Las fotografías son un complemento y, posiblemente, un regalo que el día de mañana valorarán enormemente pero lo más importante es su desarrollo ¿verdad? Hasta el próximo capítulo.

En Bebés y más | Especial fotografía de bebés y niños

Fotografías | Alfonso Domínguez Lavín

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