Tanto si somos testigos de un siniestro vial como si estamos involucrados en él, es nuestra obligación socorrer a las víctimas en la medida que podamos. Sin embargo, cuando en el accidente hay involucrados niños la cosa se complica; muy especialmente si se trata de nuestros hijos.
Y es que ante este tipo de situaciones es habitual bloquearse y no saber cómo actuar, lo que sin duda podría ir en prejuicio de las víctimas.
Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, que comenzó el pasado 16 de septiembre y durará hasta el próximo día 22, la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVi) ha publicado una serie de consejos para saber cómo actuar en caso de sufrir o presenciar un accidente de tráfico con niños involucrados.
Saber cómo actuar es clave en los primeros minutos tras el accidente
Cuando presenciamos un accidente de tráfico, tanto si estamos implicados en él como si únicamente somos testigos del mismo, debemos atender a las víctimas por un doble motivo.
Primero, porque tal y como indica el artículo 129 del Reglamento General
de Circulación, estamos obligados a ello:
"Los usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico, lo presencien o tengan conocimiento de él, estarán obligados a auxiliar o solicitar auxilio para atender a las víctimas, si las hubiera, prestar su colaboración para evitar mayores peligros o daños, restablecer, en la medida de lo posible, la seguridad de la circulación y esclarecer los hechos”.
Pero además de ser nuestra obligación como ciudadanos, saber cómo actuar en los primeros minutos tras un siniestro podría marcar una importante diferencia, máxime cuando nosotros y nuestros hijos estamos implicados en él.
"La calidad de la gestión del accidente por parte de los padres producirá beneficios a corto y largo plazo en el niño".
"Por instinto, si no se tienen heridas graves, los padres bajan del coche y cogen al niño en brazos sin pensar que ha sufrido el mismo siniestro que ellos y que le podemos estar perjudicando” - alerta Juan Manuel Cervantes, fundador de la Asociación de Rescate en Tráficos y Emergencia (ARTE) y miembro de AESVi.
Por eso, desde AESVi hacen un llamamiento para que la población general disponga de una mayor formación en asistencia vital básica, pues es fundamental conocer cómo actuar hasta que lleguen los servicios de emergencia.
Las nueve claves que pueden salvar una vida
Así pues, según los expertos estas son las nueve claves que todos deberíamos aprender y poner en práctica en caso de presenciar o vernos involucrados en un accidente de tráfico:
Protocolo PAS
A la hora de atender a un herido hemos de tener siempre en mente el protocolo de conducta PAS: proteger, avisar y socorrer.
Así pues, en el caso de un accidente de tráfico lo primero que hay que hacer es proteger la zona del siniestro para evitar nuevos riesgos, a continuación llamar a los servicios de emergencia, y en tercer lugar socorrer a las posibles víctimas.
Todo ello hay que hacerlo siempre vestidos con el chaleco reflectante que debemos llevar en el coche y que nos hará más visible frente a otros conductores.
Aparcar el vehículo en un lugar seguro
Tanto si es nuestro coche el que está implicado en el siniestro, como si nos paramos a ayudar en un accidente que acabamos de presenciar, es fundamental que el vehículo quede aparcado en un lugar seguro con el fin de evitar colisiones en cadena o nuevos accidentes. Además, tendremos que activar las luces de emergencia para alertar a otros conductores.
Mantener la calma
Mantener la calma en un siniestro en el que también hay niños es muy difícil, sobre todo si se trata de nuestros propios hijos. Es normal estar conmocionados y no saber qué hacer, pero los expertos en seguridad vial piden calma hasta que llegue la ayuda, pues de lo contrario podríamos actuar de forma perjudicial para las víctimas.
No mover al niño
Aunque la primera reacción instintiva cuando vemos a un niño herido o tirado en el suelo es la de cogerlo en brazos, es muy importante que no lo movamos, pues podríamos agravar o incluso ocasionar nuevas lesiones que afecten a su columna cervical.
No en vano, AESVI alerta de que en las víctimas de tráfico son muy frecuentes este tipo de lesiones, por lo que resulta fundamental la protección del cuello a la hora de socorrer a la víctima.
Es por ello, que los servicios de emergencia utilizan sistemas que garantizan la inmovilización del eje cabeza, cuello y tronco, además de limitar el movimiento cervical y de la zona de axilas y pélvica, con el fin de reducir el riesgo de nuevas lesiones.
Si hay hemorragia
Si observamos que el niño tiene alguna herida con hemorragia, debemos taponar la herida y presionar con la mano hasta que lleguen los servicios de emergencia. Esto lo haremos, como hemos comentado antes, sin moverlo.
Cubre al niño
Aunque no haga frío, e incluso estemos en verano, debemos cubrir ligeramente al niño con algo de ropa o una manta para que no pierda calor, pero evitando sobrecalentar la piel o hacerle sudar.
No dar comida ni bebida
Jamás debemos dar agua, comida o medicación a un herido hasta la llegada de los servicios de emergencia. Hacerlo incrementa el riesgo de vómitos o de pérdida de conciencia.
Permanece siempre al lado del niño
Y por último, los expertos de AESVI aconsejan permanecer en todo momento al lado del niño hasta que lleguen los servicios de emergencia, y tratar de tranquilizarlo con palabras dulces y calmadas.
Deshacerse del SRI implicado
Pero además de la atención en el momento del accidente, los expertos en seguridad vial nos recuerdan que tras sufrir un siniestro severo hay que tirar el sistema de retención infantil (SRI) en el que viajaba el niño, o bien solicitar su revisión por parte de un especialista para evaluar los posibles daños internos que se hubieran producido y que no se aprecien a simple vista.
Fotos | iStock
Vía | Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVi)
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