Es increíble, pero cada año mueren niños que estaban solos dentro de un vehículo. Cuando llega el verano, el riesgo de que un niño solo dentro de un coche sufra una hipertermia o golpe de calor se multiplica, por ellos siempre viene bien recordar: nunca, nunca dejes a tu hijo solo en el coche, ni siquiera por cinco minutos.
El Departamento de Geociencias de la Universidad de San Francisco State recoge las estadísticas de este tipo de muertes en Estados Unidos, y son estremecedoras. Aproximadamente el 75% de muertes de niños en vehículos estacionados se producen porque han sido abandonados, intencionadamente o no, en el interior del coche.
¿A qué se deben estas muertes? En un 47% el niño fue olvidado por el adulto; un 25% sucedió porque el niño estaba jugando en un vehículo desatendido; en un 21% el niño fue intencionalmente dejado en el vehículo por un adulto; un 7% de circunstancias no estaban claras.
Dejando de lado los casos intencionados, muchos adultos no están informados o desestiman los riesgos de este acto, que incluyen no solo la insolación o el golpe de calor, quemaduras (la radiación del sol calienta los objetos adentro del coche) sino la hipotermia, la puesta del vehículo en movimiento, el quedarse encerrado si le sucede algo a los responsables, el robo del vehículo...
Consejos para evitar riesgos relacionados con coches y niños
Estos que siguen son los consejos que debemos tener claros para evitar cualquier desgracia relacionada con el abandono o el encierro accidental de un bebé o niño en el coche.
Nunca hemos de dejar desatendido a un niño en un vehículo cuando haga calor o frío, ni siquiera con las ventanas un poco o totalmente abiertas. La hipertermia o el golpe de calor puede ocurrir cuando los órganos internos del cuerpo alcanzan una temperatura de 40 grados centígrados. Y una temperatura alta en el cuerpo puede causar un daño irreversible en el cerebro.
La temperatura en un vehículo motorizado cerrado se eleva aproximadamente 7ºC grados en cinco minuto, de 10 a 15 grados en media hora. Pensemos lo que supone esto en las épocas en las que el calor aprieta. Una temperatura de 41 grados puede ser mortal, porque el coche sobrecalentado funciona como un horno. Además, hemos de tener en cuenta que el cuerpo de un niño se calienta de tres a cinco veces más rápidamente que el de los adultos.
Si un niño queda encerrado con llave en un vehículo no intencionalmente, hay que sacarlo del automóvil lo antes posible, incluso rompiendo un cristal (alejado del niño) si es necesario. Si el niño sabe como funcionan los seguros o cómo se abre el coche desde dentro, podría hacerlo él mismo, aunque no siempre resulta una buena idea enseñarles porque pueden "practicar" mientras estamos en marcha (no obstante, muchos coches cuentan con sistemas de seguridad para que esto no suceda).
Para evitar que esto ocurra, cuando estemos fuera del automóvil hay que mantenerlo cerrado con llave en todo momento, con los seguros puestos, aun cuando estén aparcados o en el garaje y nunca dejar las llaves al alcance de los niños ni que las utilicen como un juguete.
Tampoco deberían utilizar el interior del coche como zona de juegos. Tampoco deberían jugar alrededor de los automóviles, cuidando especialmente de que nunca estén detrás, ni jueguen con pelotas o patines alrededor.
Los asientos traseros deben estar en posición original para que los niños no accedan al maletero.
Cuando crecen, como parte de la educación vial básica, hemos de explicarles los peligros de quedarse atrapados en el coche, en el maletero...
Parece increíble pero sucede (y aquí os hemos hablado de algún caso, e incluso se han inventado dispositivos para que no suceda). Un consejo para no olvidar que el bebé va durmiendo en el coche puede ser poner un muñeco en el asiento del copiloto, a nuestra vista. O, al contrario, poner nuestro bolso o maletín que necesitaremos al bajar en el asiento trasero junto al bebé.
Siempre hay que cerciorarse de que los niños (y todos los ocupantes, incluidas mascotas) se bajen del automóvil una vez que éste se haya estacionado.
Nunca hemos de dejar a niños sin atender en un automóvil, aunque sea para hacer un mandado rápido, ni porque se hayan dormido y no queramos despertarlos, porque como estamos viendo supone una imprudencia peligrosa.
En definitiva, hemos de ser muy conscientes de los peligros que entraña dejar a un niños encerrado en el coche, especialmente con temperaturas elevadas, y actuar para que esto nunca nos suceda (y por supuesto actuar si vemos a un niño solo en un vehículo que no es nuestro).
Fotos | Lars Plougmann y Rabble en Flickr-CC En Bebés y más | Cómo evitar un golpe de calor en bebés y niños, El calor ha vuelto y los coches siguen siendo peligrosos, Olvidar al bebé en el hotel