Fomentar el sentido de la responsabilidad y autonomía en nuestros hijos desde temprana edad es esencial para su desarrollo. Cuando los niños asumen tareas y responsabilidades van adquiriendo habilidades imprescindibles para la vida y aprenden valores tan importantes como la perseverancia, la organización y la disciplina.
Para los padres puede ser difícil en determinados momentos confiar en las capacidades de nuestros hijos. Bien sea porque consideramos que aún son muy pequeños o que la tarea a realizar es compleja, en demasiadas ocasiones cometemos el error de darles todo hecho y no permitirles que lo intenten, se equivoquen y aprendan.
Por el contrario, cuando fomentamos su autonomía y responsabilidad desde la confianza, el aliento y la guía, la autoestima de nuestros hijos se verá reforzada y se sentirán capaces de enfrentarse con éxito a los desafíos de la vida.
Si quieres potenciar en tus hijos su sentido de la responsabilidad, estas son las cinco rutinas diarias básicas que deberían asumir desde que comienzan a caminar.
Asearse
La práctica de la higiene personal es una cuestión de responsabilidad individual que se adquiere fundamentalmente a través de la educación desde los primeros años de vida.
A base de nuestro ejemplo y de la repetición constante, los niños más pequeños pueden ir asumiendo ciertas responsabilidades básicas en su aseo diario, como colaborar en el cambio de pañal, lavarse las manos solitos o cepillarse los dientes con ayuda.
A medida que vayan creciendo, nuestros hijos deben ir asumiendo cada vez más rutinas de higiene y aseo, hasta que sean capaces de realizar tareas complejas como ducharse solos, lavarse el pelo sin ayuda o limar y cuidar sus propias uñas.
Cuando los niños asumen la responsabilidad de su higiene diaria no solo están aprendiendo la importancia de cuidar su salud física y bienestar, sino también fomentando la autodisciplina y la independencia, y forjando una autoestima sólida y positiva
Elegir su ropa y vestirse
Entre los 12 meses y los dos años, los niños ya empiezan a desarrollar sus propios gustos a la hora de vestir, indicándonos aquellos colores, combinaciones, texturas y prendas que prefieren, acorde a su personalidad.
Si les permitimos escoger su propia ropa, les estaremos demostrando que tenemos en cuenta sus decisiones y que apoyamos su forma de ser. Pero además de esto, el hecho de que los niños puedan decidir cómo vestirse tiene grandes beneficios en su desarrollo, pues promueve su sentido de la independencia y la toma de decisiones, fomenta creatividad y autoexpresión, y mejora su habilidad para planificar y coordinar.
Mientras son pequeños, los padres podemos ayudarles con esta tarea mostrándoles dos o tres prendas para que elijan la que más les gusta, pero a partir de los seis años ya son lo suficientemente maduros para escoger su ropa de forma autónoma.
Pero además de elegir su ropa, nuestros hijos también deberían entrenar desde pequeños su autonomía en el vestir. Al principio lo harán con prendas sencillas y fáciles de poner y quitar por sí mismos, y poco a poco irán completando su vestuario con otros complementos. Cuando los niños se visten solos están adquiriendo habilidades motrices y desarrollando de una manera práctica y significativa su sentido de la responsabilidad en la vida cotidiana.
Ordenar su habitación
Inculcar a los niños la importancia de ordenar su habitación o recoger sus juguetes conlleva múltiples beneficios que impactan directamente en su autoestima y en la promoción de hábitos de vida saludables.
Cuando fomentamos la autonomía de nuestros hijos permitiéndoles asumir la responsabilidad de su espacio y pertenencias, también les enseñamos a cuidar y valorar sus posesiones, lo que a su vez fomenta un sentido de responsabilidad hacia los recursos y les enseña a ser más organizados y conscientes de su entorno.
Preparar su mochila para el cole
Preparar cada noche la mochila y todo lo necesario para llevar al colegio al día siguiente debería ser otra de las responsabilidades básicas de nuestros hijos en edad escolar.
Los niños mayores deberían encargarse de preparar su mochila al completo, así como la bolsa de deporte o lo que puedan necesitar para sus actividades extraescolares. Los más pequeñitos también deberían participar de esta tarea cotidiana, y guardar cada día el almuerzo o la agenda o en su bolsita de la guardería.
Es normal que al principio necesiten nuestra supervisión, pero a base de repetir cada día la misma rutina, los niños van a acabar responsabilizándose de sus pertenencias y entrenando su autonomía en materia escolar, algo que sin duda les beneficiará enormemente en el futuro.
Hacer sus tareas escolares
Enseñar a los hijos a encargarse de sus tareas escolares desde que empiezan a llevar deberes para casa conlleva numerosos beneficios que repercutirán en su aprendizaje futuro. Al asumir la responsabilidad de su trabajo académico diario, los niños están adquiriendo habilidades que les serán muy útiles para su futuro profesional, como el cumplimiento de rutinas y plazos, la gestión efectiva de su tiempo y el acometimiento de tareas sin procastinar.
Además, al tomar la iniciativa en sus estudios, adquieren un sentido de propiedad sobre su aprendizaje, lo que puede aumentar su motivación y compromiso.
Pero en este largo proceso es normal que los niños se equivoquen, no apunten sus deberes en la agenda, no entreguen a tiempo un trabajo o incluso olviden llevar a casa sus libros y cuadernos para estudiar. En estos casos es importante no rescatarlos de sus errores y guiarles para que aprendan a responsabilizarse de sus actos.