Los niños necesitan sentirse queridos y validados para ir construyendo una autoestima sana y fuerte, así como un autoconcepto sólido y adecuado de sí mismos. Para ello es crucial educar de forma positiva y respetuosa, y potenciar su motivación y actitud hacia los desafíos mediante el refuerzo y los elogios positivos.
Pero, ¿en qué consisten exactamente los elogios positivos y cómo pueden beneficiar la autoestima del niño? ¿Cómo evitar convertir el elogio positivo en un mensaje que en lugar de beneficiar a nuestros hijos, los perjudique?
Elogios positivos: así benefician a la autoestima de los hijos
Los elogios positivos son expresiones de aprobación que se utilizan para reforzar el comportamiento deseado en un niño. Estos elogios pueden ser verbales ("¡Buen trabajo!"), gestuales (un beso, un abrazo, un choque de manos...) o incluso escritos (escribir una nota a nuestro hijo para decirle lo orgullosos que estamos de él/ella ante una determinada situación)
Cuando elogiamos de forma positiva a nuestros hijos estamos beneficiando su autoestima de las siguientes maneras:
Reforzando su autoimagen positiva. Los elogios positivos ayudan a los niños a desarrollar un buen autoconcepto de sí mismos, al sentirse valorados, útiles y apreciados.
Motivando comportamientos deseados. Los niños desean comportarse bien y contribuir de forma positiva en su círculo familiar y social. Cuando elogiamos estamos reforzando sus comportamientos deseados, por lo que es más probable que el niño repita ese comportamiento en el futuro.
Fomentando la confianza en sí mismos. Los elogios aumentan en los niños la confianza en sus habilidades y capacidades. Saber que son capaces de hacer cosas por sí mismos les va a permitir enfrentarse a los desafíos con una actitud positiva y resiliente.
Cómo hacer elogios de forma positiva: cinco claves
Ahora bien, como ya hemos comentado en otras ocasiones, los elogios también tienen una cara negativa que podría perjudicar a nuestros hijos y hacerles dependientes de las recompensas externas. Por eso es tan importante saber elogiar correctamente, así como encontrar el equilibrio para que los elogios no se conviertan en una constante en la vida del niño.
A continuación te compartimos las cinco claves imprescindibles que debes tener en cuenta a la hora de hacer elogios positivos a tus hijos:
1. Se sincero y fomenta la autoevaluación
Elogiar por elogiar no es positivo ni beneficioso. Si queremos que nuestros elogios motiven adecuadamente a nuestros hijos, hemos de ser sinceros y genuinos, y elogiar cuando realmente lo sintamos.
Pero además de demostrar a los niños lo orgullosos que estamos de ellos, es fundamental enseñarles a autoevaluarse y reconocer sus propios logros y esfuerzos. Animales a apreciar sus éxitos personales y a no depender exclusivamente de la aprobación externa les va a permitir encontrar satisfacción en su propio trabajo y esforzarse para seguir mejorando.
2. Equilibrio entre alentar y elogiar
Como decimos, los elogios bien hechos son positivos para reforzar el comportamiento del niño, pero siempre deben ir acompañados de mensajes de aliento y motivación.
Alentar a un niño a hacer las cosas por sí mismo fomenta su independencia y la autonomía, le ayuda a desarrollar habilidades imprescindibles para la vida, potencia la toma de decisiones y favorece la confianza en sus capacidades.
3. Evita el elogio continuo y exagerado
Es fundamental encontrar el equilibrio para evitar caer en el uso excesivo de los elogios, que lejos de beneficiar la autoestima de los niños les convierte en personas inseguras y dependientes de la aprobación externa.
4. Elogia el esfuerzo antes que el resultado
A la hora de elogiar a tu hijo, es preferible que focalices tu atención en el esfuerzo que ha realizado, y no tanto en el resultado obtenido. Elogiar el esfuerzo fomenta la persistencia, la concentración y el trabajo duro, haciendo que el niño se sienta válido, con independencia del resultado final.
En momentos puntuales también podemos elogiar el resultado obtenido, sobre todo cuando detrás hay esfuerzo y perseverancia. En estos casos, además de poner la atención en el trabajo que ha realizado el niño, elogiar sus resultados va a reforzar su sentimiento de éxito y competencia.
5. Sustituye el 'muy bien' por elogios específicos
Por último, hemos de aprender a elogiar más allá del "muy bien", pues con el tiempo, este elogio general se acaba convirtiendo en un mensaje vacío con nulos beneficios para el niño.
Como decíamos más arriba, hemos de focalizar nuestro elogio en aspectos concretos, como el esfuerzo realizado, la forma de solucionar un problema o la perseverancia demostrada.
En definitiva, los elogios benefician la autoestima de nuestros hijos si sabemos utilizarlos de manera positiva, equilibrada y significativa, poniendo siempre el foco en el esfuerzo y la autoevaluación para seguir mejorando cada día.
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