Porteo ergonómico: no lleves a tu bebé mirando hacia fuera

Cada vez más padres se apuntan a llevar al bebé en un portabebé, porque es práctico, cómodo y porque quienes lo practican descubren que es una experiencia maravillosa tanto para el bebé como para el porteador.

Pero no cualquier forma de portear al bebé es la adecuada. No es colocarse una mochila o atarse un pañuelo sin más. Una de las reglas básicas del porteo es no llevar a tu bebé mirando hacia afuera. Te explicamos a continuación por qué.

También puede ver el mundo mirando hacia dentro

Se suele creer que es más estimulante para el bebé ir mirando hacia fuera, de cara al mundo. Puede ver la gente que nos vamos cruzando, ir admirando la naturaleza y descubriendo todo a su alrededor.

Pero también puede hacerlo si va mirando hacia a ti o colocado de lado sobre tu cadera, teniendo además la posibilidad de descansar sobre tu pecho cuando se sienta cansado. El porteo es una ocasión estupenda para ir pegadito a mamá o a papá, escuchar el latido de su corazón y sentirse allí seguro y protegido.

Postura de acople, la más ergonómica

La postura del bebé mirando hacia fuera es antinatural. La forma natural de la espalda es en forma de C y al tenerla contra el cuerpo del porteador no le es posible mantener esta posición, siendo perjudicial tanto para el bebé como para la persona que portea, ya que hace que inconscientemente fuerce su propia espalda para contrarrestar la postura.

La postura natural es la de acople entre porteador y bebé, el cuerpo del bebé en contacto con el pecho de porteador. Demás está decir que el porteo facilita la lactancia materna, ya que con un simple gesto el bebé puede tener acceso al pecho de mamá. Si está cansado gira la cabeza y se duerme tan a gustito en su pecho.


Contacto visual con tu bebé

En cambio, al ir mirando hacia fuera se pierde el contacto visual con el bebé y no podemos controlarle en todo momento. El recién nacido no tiene control de su cabeza; su cuello todavía no tiene la fuerza necesaria para sujetarla, por lo que queda colgando hacia delante sin ningún soporte. Al mirar hacia dentro pueden apoyarla en el pecho del porteador, además debes elegir un portabebé que proteja su cabeza.

Mirando hacia ti, lo mejor para sus piernas

Otra razón importante para decirle no al porteo de cara hacia el mundo es porque afecta el desarrollo óseo de la cadera del bebé. Las piernas deben ir colocadas en forma de M, es decir, el portabebé tiene que sujetar todo el culete y las piernas hasta la altura de las rodillas, evitando la sujección desde la ingle que además de hacerle daño, hace que las piernas queden colgando. Esta postura en la que el bebé va a horcajadas favorece el correcto desarrollo de la cadera y previene la displasia.

En el porteo hacia fuera es imposible que se de esta posición de las piernas, en cambio hacia dentro, si elegimos el portabebé adecuado, el bebé queda colocado como si fuera una ranita. Evita las mochilas colgonas y busca un portabebé ergonómico que sujete bien las piernas. No en una posición forzada, sino natural.


Hacia fuera, lo peor para tu espalda

Llevar a tu bebé tiene que ser placentero, no hacerte daño. En la posición hacia fuera tu espalda se carga en exceso, ya que se intenta contrarrestar el peso del bebé haciendo que la columna se arquee.

Un buen portabebé es aquel que reparte el peso del bebé de forma homogénea. El niño tiene que quedar lo suficientemente alto como para que lleguemos a darle un beso prácticamente sin agacharnos. Si queda demasiado bajo, el peso no se reparte de forma adecuada cargando demasiado las lumbares del portador.

¿Y los portabebés que permiten el porteo delantero?

Hay en el mercado mochilas que aseguran permitir un porteo ergonómico de cara al mundo. ¿Qué pasa con estos portabebés? Hemos consultado con Ana Villaseca, fundadora de AMARSUPIEL y creadora de MétodoCanguro, si realmente son recomendables y nos ha respondido:


"Piernas en "M" y espalda en "C" respetando la curvatura natural, la posibilidad de sujección de la cabecita del bebé, y a la altura de un beso, son las premisas para asegurar un porteo en el que la ergonomía del bebé sea respetada. Las mochilas 360 presumen de posibilitar el porteo delantero, pero aquí es donde pierden todos los puntos en lo que a ergonomía se refiere. 
No respetando la curvatura natural de la espalda al verse forzada contra el cuerpo del porteador, las piernas pierden oportunidad de quedar sostenidas y apoyadas para verse colgando en el aire casi de cualquier manera y además no se le brinda la oportunidad al bebé de resguardarse cuando se siente hiperestimulado. 
Añadiré que si se quedan dormidos, el cabeceo sin control es la guinda del pastel. Y es que, cualquier sistema de porteo que no cumpla con estos principios básicos, no será saludable para un óptimo desarrollo óseo y muscular. Muchas veces no es el portabebé en sí el que asegura la postura ergonómica, sino el uso que se haga de él. Y de ninguna manera porteando hacia delante se ve respetada la postura recomendada para un porteo seguro".



Portear a tu bebé es una experiencia que debes probar porque te aseguro que engancha, pero no lleves a tu bebé mirando hacia fuera. Es recomendable no sólo para salir a pasear, que es mucho más práctico al dejar las manos libres, además de ser beneficioso para el vínculo entre ambos, sino también para hacer las tareas cotidianas como limpiar la casa, ir al supermercado o cualquier otra actividad de la rutina diaria.

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