Nuestros compañeros del blog Genciencia nos han contado recientemente sobre un interesante descubrimiento realizado por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Hospital Vall d'Hebron: el déficit de atención y la hiperactividad no son un problema de voluntad.
Realizaron una resonancia magnética nuclear a 42 niños entre 6 y 18 años con TDAH, y otros 42 con la misma edad y sexo y sin ninguna anomalía cognitiva o de conducta. Descubrieron que una parte del cerebro, el estriado ventral, estaba reducido en los que tienen TDAH.
Es en esta región cerebral, y más concretamente en el núcleo accumbens, donde se activan los mecanismos del placer y la recompensa.
Esto produce que la recompensa a una acción no pueda ser percibida si no se produce de manera inmediata, y eso provoca que la capacidad de concentrarse para lograr un objetivo no dependa de la voluntad, sino de un mecanismo cerebral. La cantidad de dopamina necesaria para disfrutar anticipadamente de un logro no es suficiente si éste no se va a producir de manera inmmediata.
Las consecuencias de este trabajo pueden tener aplicaciones educativas, si se logra adaptar la forma de evaluar y conseguir objetivos a la forma en la que reacciona el cerebro de estos niños.
Pues si el déficit de atención y la hiperactividad no son una cuestión de voluntad, vagueria o mala educación, sino a una peculiaridad de un 5 o un 10 por ciento de las personas, pretender que actúen como los demás parece que no es el mejor de los caminos, y tampoco me parece adecuado medicar excepto en casos extremos.
Via | Genciencia