Ocurre muchas veces que hay niños que, a medida que crecen, van presentando diferentes problemas en el desarrollo de su lenguaje, y muchas veces derivan de una mala estimulación del prelenguaje del bebé. Por eso, es importante enseñar a comunicarse al bebé antes de poder hablar
Es muy importante que, durante los primeros años de vida de nuestros hijos, favorezcamos situaciones en las que se fomenten y desarrollen diferentes aspectos básicos que, sin ellos, la adquisición posterior del lenguaje puede que sea deficitaria y que incluso pueda llegar a necesitar tratamiento específico.
No quiero decir con esto que si no se hace nada de esto nuestro hijo o nuestra hija vaya a hablar mal en un futuro (puesto que cada niño es un mundo y podemos encontrarnos con gratas sorpresas), pero si está comprobado que existe una relación directa entre la estimulación del entorno y el desarrollo del bebé.
Así, una de las primeras habilidades que debemos fomentar en nuestros bebés es la llamada reciprocidad interactiva. ¿Qué significa esto? Muy fácil: debemos crear un vínculo mutuo entre nosotros y nuestro pequeño. Sin esta relación, es muy difícil que el niño sienta la necesidad de querer comunicarse con su entorno.
Para poder consolidar esta relación tan importante, y que irá creciendo a medida que vaya pasando el tiempo, debemos procupar favorecer que el niño pueda generar una atención selectiva a diferentes estímulos que pueda ver y/u oír, como pueden ser nuestra voz, nuestra mirada o nuestras expresiones faciales...
Situaciones en las que mantengamos un contacto ocular bueno con el niño y favoreciendolo mediante diferentes gestos o sonidos, proveerle de una rica variedad de estímulos (es decir, no hablar siempre con el mismo tono de voz, variar el repertorio de caricias, estimularle auditivamente con diferentes sonidos...) o jugar a imitar a nuestro bebé van a ayudar a que esta atención selectiva se vaya instaurando poco a poco.
Es muy importante también reforzar las diferentes interacciones sociales del bebé, tales como la sonrisa social, el contacto (tanto ocular como físico) , las vocalizaciones..., con el fin de poder responder a sus demandas de forma consecuente. ¿Y qué mejor momento para esto que durante las rutinas del día a día: aseo, vestido...?
Un papel muy importante que tenemos como padres es el de dar intención a las conductas del bebé. El niño, desde que es muy pequeño, realiza diferentes acciones que nosotros debemos interpretar para darles un significado. Un ejemplo muy claro es cuando nuestro bebé mueve sus bracitos de un lado a otro y nosotros interpretamos esos movimientos como que él quiere que le cojamos.
Otro recurso muy importante para ayudar a nuestro bebé durante su etapa prelingüística es el llamado baby-talk, o lo que es lo mismo, hablar como si fueramos bebés. Este es un recurso muy fuerte que nos va a ayudar en todo momento a manetener esta relación tan importante que estamos creando entre nuestro hijo y nosotros.
A medida que nuestro bebé vaya creciendo, todas estas actitudes que hemos ido desarrollando le facilitarán las herramientas necesarias para entender que sus conductas tienen diferentes repercusiones en el entorno que le rodea. Así, cada vez será más fácil para él anticipar qué es lo que va a pasar en las rutinas de su día a día (otra vez podemos recordar como hacen nuestros hijos para que les cojamos en brazos y por qué han llegado a la conclusión de hacerlo así).
Para que el bebé llegue a esta conclusión hemos tenido que establecer diferentes rutinas estables y que siempre fueran igual, además de usar diferentes señales de fácil diferenciación unas de otras para poder saber qué es lo que estaba pasando en cada momento (no hacemos las mismas cosas cuando estamos en la hora del baño que cuando estamos en la hora de la comida).
Finalmente, lo que lograremos alcanzar con todas estas conductas de las que estamos hablando es la de lograr que nuestro hijo tenga la capacidad de actuar con intención. Es decir, que el pequeño descubra que mediante sus actos va a conseguir actuar sobre su entorno y conseguir diferentes cosas según cómo haga.
Por eso, es muy importante nuestro papel de enseñar a comunicarse al bebé antes de poder hablar ya que estaremos asentando las bases para que, en un futuro, pueda lograr todo lo que se proponga sabien cómo hacerlo de forma adecuada.
Foto | quinn.anya en Flickr En Bebés y más | Comunicación, lenguaje, lengua y habla, La forma de comunicarse de los bebés, Curso de maternidad y paternidad: la comunicación del bebé, Desarrollo del lenguaje.