Un bebé no ve de la misma manera que lo hace un adulto, puesto que el desarrollo visual del niño va evolucionando a medida que la corteza cerebral recibe los estímulos apropiados. Durante el primer año de vida, la visión del bebé se va desarrollando de forma progresiva y lo seguirá haciendo, aunque en menor medida, durante los próximos años.
Un estudio publicado en la revista Current Biology revela que un bebé de 5 meses es capaz de ver cosas que tú no ves, ya que hasta esa edad, debido a que no han desarrollado la constancia perceptual, los bebés pueden detectar sutiles diferencias entre imágenes casi idénticas que los adultos no somos capaces de percibir.
Según ha investigado un equipo de psicólogos dirigidos por Jiale Yang, de la Universidad de Chuo en Japón, la constancia perceptual de nuestro sistema visual nos permite apreciar fácilmente el color y el material de los objetos pese a los cambios que se producen en función de la iluminación y el punto de vista.
Esta función visual no está presente aún en los niños pequeños, haciendo que sean capaces de percibir mínimas diferencias que para los adultos son invisibles.
Los bebés ven todas las diferencias, y luego el cerebro aprende a ignorar algunas para que podamos reconocer el mismo objeto como inmutable en muchos escenarios variados. Cuando surge la constancia perceptual se pierde la capacidad de detectar estas diferencias, que sin embargo son muy notables para los bebés pequeños.
Encuentra las diferencias
Si observas las fichas rojas del cubo de Rubik de arriba expuesto a diferentes iluminaciones parecen iguales a simple vista. El cerebro las interpreta como fichas rojas iluminadas por la luz, ya sea amarilla o azul. Pero en realidad, si las miramos de forma aislada, las del cubo de la izquierda son naranjas y las del de la derecha, moradas.
Este es un concepto de constancia perceptual, un mecanismo que permite reconocer el mismo objeto en distintos entornos y bajo diversas condiciones de iluminación.
Los bebés ven todas las diferencias, y luego el cerebro aprende a ignorar algunas para que podamos reconocer el mismo objeto como inmutable en muchos escenarios variados. Cuando surge la constancia perceptual se pierde la capacidad de detectar estas diferencias, que sin embargo son muy notables para los bebés pequeños.
¿Cuáles imágenes son más parecidas?
Ahora con los caracoles. Si tuvieses que elegir las dos imágenes más similares, ¿cuáles eliges? La A y la B, ¿verdad? Pues un bebé de 3-4 meses cree que las imágenes B y C son iguales, puesto que aunque en la A y la B nos confunde el mismo brillo, son muy diferentes en cuanto a intensidad de píxeles.
El estudio se realizó con 42 bebés de entre 3 y 8 meses, a quienes se les enseñaban imágenes modelizadas a partir de objetos 3D como los caracoles que véis arriba. Como los bebés no pueden describir lo que ven, el equipo observó el tiempo que se quedaban mirando cada imagen.
"Comúnmente se cree que esta función visual de alto nivel se adquiere mediante el aprendizaje postnatal, basándose en funciones de bajo nivel desarrolladas anteriormente, como por ejemplo, la diferenciación de la imagen. Sin embargo, hemos demostrado que antes de desarrollar la constancia perceptual, los bebés de 3 a 4 meses de edad tienen una capacidad sorprendente para diferenciar ligeros cambios de una imagen debido a la iluminación que no son notables para los adultos", explicaron los expertos.
Antes de desarrollar la constancia perceptual, alrededor de los 3-4 meses de edad, los bebés tienen una capacidad sorprendente para discriminar diferencias de imagen debido a los cambios de iluminación, que no son importantes para los adultos.
Hacia los 5 meses pierden esta habilidad y más tarde, a los 7-8 meses de edad desarrollan la capacidad de discriminar las propiedades superficiales tales como brillante vs mate que se mantienen hasta la edad adulta.
Vía | Scientific American
En Bebés y más | ¿Cuánto ve el bebé? Desarrollo visual del niño