Todo eso me parece que es cierto, pero lo que también es verdad es que hay que tener una especial precaución a la hora de traer un animal a casa, que en definitiva va a ser uno más de la familia y va a convivir con nuestros hijos.
Según el Doctor Mateu de la Asociación Española de Pediatría y coordinador de la comisión de seguridad y prevención de accidentes “es necesario hacer conscientes a los niños, que los animales son seres vivos con personalidad propia, diferentes a los animales de peluche". También hay que tener en cuenta que la mayoría de mordeduras por perros se dan en niños menores de cinco años por animales conocidos de la propia familia o de un allegado, y que en el 80% de los casos los accidentes ocurren durante el juego. Los lugares de mordedura más frecuentes suelen ser cabeza, cuello y cara.
La alimentación e higiene del animal también deben ser estrictas y cuidadosamente controladas para evitar contagios como parasitosis e infecciones, que se podrían dar por el estrecho contacto entre niño y mascota.
Los bebés recién nacidos es mejor que permanezcan alejados de las mascotas, no solo por una posible agresión sino por un accidente, como por ejemplo el vuelco de la cuna. Algunos estudios desaconsejan ciertas razas como los Bull Terrier, Pit Bull, San Bernardo y Dobermann.
Vía | WebSalud En Bebés y más | Los perros grandes son peligrosos para los niños pequeños En Bebés y más | Una mascota en la familia