Siempre he dicho que los amigos son nuestro mayor tesoro y también nuestros mejores compañeros de vida, juegos y confidencias. Por eso, una de mis mayores pesadillas cuando mis hijos comenzaron a Infantil era que se quedaran aislados. Es muy duro como padre o madre verle salir solo del cole, ponerse triste porque no le invitan a los cumpleaños o quedarse a un lado en el parque.
Queremos evitarlo, pero por desgracia sucede y tenemos que saber cómo actuar para poder ayudar a nuestros niños si no tienen amigos. Noelia Sosa González, psicóloga y especialista en Atención Temprana y Crianza en Psise Madrid, nos explica que lo primero que tenemos qué hacer es averiguar el motivo para poder encontrar las herramientas adecuadas.
Primer paso: averiguar por qué está aislado
Noelia asegura que los motivos pueden ser muy diversos y que, quitando los casos graves de acoso, "la falta de amistad no siempre afecta al niño como pensamos los adultos".
- Tema de personalidad. Hay niños, como adultos, que son más tímidos y son de tener pocos amigos, pero están contentos con una o dos amistades.
Se quedan apartados y eso les entristece porque les gustaría socializar. Entonces hay que entender qué causa ese rechazo, como un problema de autoestima, falta de habilidades sociales, porque trata mal a los demás y provoca su rechazo o, incluso, por un caso de bullying. Además, hay que ayudarle a gestionar su tristeza.
Trastorno del desarrollo, como el síndrome de Asperger, que implica dificultad para la interacción social.
Cómo actuar en cada caso
Conocida la causa, queda ver qué tenemos que trabajar con el niño para apoyarle, siendo "la comunicación con él, el diálogo para comprender cómo se siente y desde ahí darle herramientas de comunicación". Entendiendo cómo se relaciona con los demás, puede aprender a comunicarse.
- En caso de bullying. Está claro que hay que buscar la colaboración de la dirección del centro escolar para buscar una solución inmediata.
Por timidez o falta de habilidad social. Cuando hay malestar porque no le invitan a los cumpleaños, ni a ir a casa de otro niño, hay que trabajar desde casa y desde el aula y hablar con el colegio para buscar cómo ayudarle.
Pocos amigos, pero feliz. No sucede nada si el niño entiende que solo le van a invitar a uno o dos cumpleaños y que él hará lo mismo en el suyo. Solo tenemos que enseñarle que hay que respetar a todo el mundo: "ser feliz con uno-dos amigos, pero sin tratar mal al resto".
Por un trastorno del desarrollo o por falta de madurez emocional. Es el caso del niño que no es capaz de entender las emociones del otro porque no reconoce las suyas y juega a empujar, a tirar arena... No son capaces de ver que con esa actitud de molestar se alejan de él, le dejan de lado.
Asegura la psicóloga, que en estos casos el centro escolar tiene que desarrollar un programa de integración, trabajar desde la diversidad, sobre todo en los primeros años de Primaria, para que los niños con falta de habilidades comprendan cuándo algo no le gusta a un compañero o le ha enfadado.
"Hay niños que no saben leer la expresión emocional en la cara de otro, (algo incluso más difícil ahora con mascarilla), por lo que es incapaz de comprender, por ejemplo, que se enfaden por algo que han hecho. Las pegatinas o tarjetas con 'enfado, risa, tristeza', suelen ayudar".
Y, sea cuál sea el motivo, trabajar sus habilidades sociales: "No hay que forzarle a que tiene que ser amigo de todo el mundo. Si en el aula no quieren jugar contigo, no pasa nada", explica la psicóloga infantil.
Cuenta el caso de una niña que se sentía aislada porque en el patio todos querían jugar al fútbol y a ella no le gusta. Proponía siempre alternativas, como dibujar, pero nunca eran aceptadas, hasta que surgieron otras dos niñas que tenían la misma afinidad.
"Entendió que no tienes que estar detrás de tus compañeros para imponerles que hagan lo que tú quieres"*. Añade que *"estos niños no van a tener 10 amigos, pero van a ser capaces de entender las emociones de los demás".
Cuándo hay que tomar medidas
Según explica Noelia Sosa, en la primera etapa de Infantil hay mucho juego paralelo y el concepto de amistad no está tan claro. Es en la segunda etapa de Infantil, a los 5-6 años, y en 1º y 2º de Primaria cuando comienzan a tener sus primeros amigos. "Se trata de un momento crucial para trabajar las habilidades sociales y ayudarle a entender las emociones con la familia, con el prójimo".
Añade la psicóloga que es importante que los padres practiquen la escucha activa y animen a sus hijos a tener la libertad de hablar y así ver la gravedad del tema: "Si en Primaria no ha logrado comprender las emociones del otro, quizás ha llegado el momento de buscar ayuda".
Sobre la conveniencia de cambiar al niño de colegio para "empezar desde cero", la experta asegura que para ella es el último recurso porque "haciendo esto el mensaje que le damos al niño es el de culpabilizarle. La mejor solución pasa por un plan de convivencia del colegio que trabaje el respeto, la empatía y enseñe que todos los niños tienen derecho a jugar en el patio".
Esto quiere decir, añade que, si ven a un niño solo deben procurar integrarle, tras preguntarle "¿quieres jugar?".
Explica que solo si realmente nada funciona debe contemplarse el cambio de centro porque, aunque sea un lugar diferente, cómo le han tratado influirá en sus relaciones sociales: "viene con un bagaje que no es bueno y es difícil evitarlo".
"No es borrón y cuenta nueva y sí un lastre que le va a perseguir. Lo ideal es cambiar desde el origen lo que está mal. Pero si el colegio no da lo que necesita, no cuenta con un buen plan, solo entonces sí puede funcionar cambiar al niño de centro, pero trabajando con él las habilidades sociales".
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