El modelo de familia con un solo hijo ha ido en aumento en la mayoría de los países desarrollados. En España, más del 25% de las familias con hijos menores de 25 años están formadas por un hijo único, según el INE, o lo que es igual casi tres de cada diez niños crece sin hermanos.
Los hijos únicos viven rodeados de mitos, entre ellos que son más egoístas y consentidos que las personas que crecen con hermanos. Sin embargo, la ciencia ha eliminado esa etiquetas y ha demostrado que no son diferentes en lo que respecta al carácter y la sociabilidad.
Hay datos más complejos de cada individuo que no podemos generalizar y que hay que entenderlos en contexto, pero la ciencia se ha encargado de demostrar, a través de diversos estudios, ciertas características frecuentes de los hijos únicos que los hace especiales y diferentes, como las que os contamos a continuación.
1) Son más responsables y comprometidos
Los hijos únicos son más comprometidos y tienen un mayor sentido de la responsabilidad que los hijos con hermanos, sugieren algunos estudios.
Al crecer con toda la atención de sus padres, y posiblemente con una mayor presión por ser un buen hijo, suelen ser personas constantes y comprometidas, capaces de asumir las consecuencias de sus acciones.
Este exceso de responsabilidad puede jugarles malas pasadas en ocasiones. Según explica el psicólogo y pedagogo Martínez-Otero: “El hijo único puede verse sobre presionado porque su responsabilidad es creciente, al igual que su deseo por satisfacer las expectativas de los padres. El hecho de no cumplir estos objetivos puede generar una mayor frustración”.
También han demostrado ser, en general, más maduros, así como tener una mejor relación con las personas mayores y una comunicación más fluida con ellos, porque lo hacen a menudo.
2) Sobresalen en la escuela
La ventaja académica de los hijos únicos es algo que se ha investigado ampliamente a lo largo de varias décadas. Los científicos han demostrado consistentemente que los hijos únicos tienden a tener un mejor rendimiento escolar que los niños con hermanos.
Un gran estudio realizado en China, un país que ha mantenido la política del hijo único durante más de tres décadas, evaluó el rendimiento de más de 90.000 alumnos de cuarto grado, de los cuales casi un tercio eran hijos únicos.
Los resultados, que también se replicaron en otros países como Reino Unido, apuntan a que los hijos únicos obtienen mejores resultados académicos y tienen sentimientos más positivos acerca de asistir a la escuela. Concretamente, señalan que "el rendimiento académico de los hijos únicos es significativamente mejor que el de los niños con hermanos".
Esta diferencia se explica en la ausencia de competencia en cuanto al tiempo y la atención de los padres, sumado a que no hay que repartir con otros hermanos los recursos económicos destinados a la educación, lo que los lleva a tener mejores resultados.
No obstante, en este análisis también puntuaron más alto en inteligencia y en resultados académicos los hijos primogénitos, especialmente los hijos mayores de dos hermanos.
3) Son más creativos
Los resultados de una investigación realizada en 2017 por científicos de la Universidad de Southwest, en Chongqin (China), revelaron que los hijos únicos exhibieron puntuaciones más altas de flexibilidad mental, una dimensión de la creatividad.
La creatividad también viene ligada a la ausencia de hermanos con los que compartir el tiempo de juego. Al pasar gran parte del tiempo solos, esto les obliga a desarrollar una mayor capacidad creativa. Tienden a ser niños más imaginativos, capaces de crear sus propios juegos y entretenerse solos durante horas.