Tras dejar atrás los horarios y las rutinas escolares, los niños por fin pueden gozar de sus merecidas vacaciones. A los padres nos toca hacer malabarismos para cuadrar la agenda estival entre campamentos de verano, abuelos que los cuiden (quienes puedan y quieran) y actividades para mantenerlos entretenidos en casa.
Pero llegan estas fechas y es inevitable ver por todos lados los famosos cuadernillos de deberes de verano para niños de todas las etapas, desde infantil hasta secundaria. Y también, en algunos casos, hojas de deberes que les han puesto en el colegio. Pero a quién le gustan más los cuadernillos, ¿a los niños o a los padres que pueden mantenerlos quietos y ocupados durante un rato? El verano no es para hacer deberes. Al igual que los adultos, los niños merecen descansar y necesitan libertad para aprender a través del juego y del propio descubrimiento.
El verano es para descansar y jugar
Si a un niño le dieras a elegir entre aprender haciendo fichas en un cuadernillo o del mundo que le rodea, ¿qué crees que elegiría? Exacto, lo segundo. Porque el niño tiene la necesidad de descubrir a través de la experiencia. Y el verano da un montón de posibilidades de descubrimiento.
La naturaleza está en su pleno esplendor y ofrece un mundo fascinante para los más pequeños. Donde vayáis, tanto si es la playa, como la montaña o el pueblo, siempre hay cosas interesantes de las que aprender. Si os quedáis en la ciudad, también hay un montón de actividades urbanas interesantes (visitar museos, exposiciones, ir a los parques...)
Es importante que los niños sean libres para aprender, motivados por su propia curiosidad. Nacen siendo seres libres y creativos por naturaleza, así que dejémosles espacio para serlo, al menos en verano. Que durante el resto del año ya los cargamos con demasiadas responsabilidades, actividades y deberes.
El verano es además una época ideal para fomentar el juego al aire libre, un juego sin límites ni directrices. El juego libre es el pilar sobre el que se sostienen luego otras habilidades como la imaginación, la creatividad, la perseverancia, el esfuerzo, etc. Y no significa que jueguen solos, lo ideal es que les acompañemos, pero dejándoles a ellos marcar las pautas.
Y si no tienen nada que hacer, es importante también que se aburran, o al menos dejemos de sobreestimularlos, ya que disponer de tiempo no estructurado contribuye a fomentar la creatividad, probar y aprender de sus propios errores.
Y para compartir tiempo juntos
Hay un montón de actividades que los niños pueden hacer en casa para aprender jugando, sin necesidad de hacer deberes, como por ejemplo jugar a juegos de mesa, hacer puzzles, jugar con regletas, escribir cartas, escribir un diario, leer libros, cocinar, etc.
Muchas de estas actividades, o todas, podemos hacerlas con ellos, compartiendo tiempo juntos, que seguro es mucho más enriquecedor que dejarlos solos haciendo fichas de un cuadernillo. Durante el curso escolar, con el ritmo de vida que llevamos niños y adultos, queda poco tiempo para hacer cosas juntos y las vacaciones son una estupenda oportunidad para conectar más con ellos.
Por supuesto que los niños que quieran hacer los cuadernillos de verano, estupendo, el problema es cuando se los obliga a un tiempo diario de deberes. ¿Os imagináis que a los adultos nos obligaran a trabajar al menos una hora al día en vacaciones?
¿Desconectar o no desconectar?
Según Emma Pérez, Directora del Colegio Europeo de Madrid, la desconexión es necesaria para todos, pero no recomienda que los niños desconecten completamente:
"Aunque los niños necesiten descansar, no pueden desconectar del aprendizaje durante dos meses seguidos, ya que supondría demasiado tiempo. Es muy importante que encontremos la manera de motivarles y de preparar para ellos actividades lúdicas que les permitan seguir ejercitando su mente".
Sugiere establecer una mínima rutina:
"Es realmente importante establecer una rutina en los niños (por mínima que sea) de las tareas escolares para que no olviden conceptos básicos que han trabajado durante todo el año. Aunque debemos ser más flexibles durante las vacaciones, los niños necesitan seguir con las rutinas y hábitos para que aprendan a ser organizados, responsables y a desenvolverse adecuadamente".
La lista de deberes de verano
Para acabar, por si os quedáis sin ideas, os quiero dejar una lista de deberes de verano que ha compartido el profesor Manu Velasco en su cuenta de Twitter al acabar el curso escolar.
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