Recientemente la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo) ha publicado un estudio, basado en el informe PISA del 2012, que no deja a nuestro país en muy buen lugar. Algo que por desgracia, viene siendo habitual en estos casos.
Según el dicho estudio uno de cada diez estudiantes españoles de 15 años no alcanza un nivel básico de conocimiento. Esto significa que en la edad adulta van a tener problemas a la hora de solventar problemas habituales en la vida moderna. Esta es una de las siete conclusiones del último estudio de la OCDE para España.
En este informe España consigue reducir en dos puntos el porcentaje de alumnos que no superan la media de los países que se han presentado respecto a años anteriores, pero aún así las matemáticas se siguen atravesando a los jóvenes españoles, siendo un 24% el porcentaje de alumnos que no supera la prueba.
El perfil del alumno con peores opciones
Se baraja que un estudiante que viva con sus padres, en condiciones económicas saneadas, que hable la misma lengua que se habla en la escuela, que viva en una ciudad y que hay hecho más de un año de educación infantil tiene un 10% e quedar rezagado en matemáticas.
Estas probabilidades aumentan si el estudiante es mujer, inmigrante o procede de un entorno con rentas familiares bajas o los que no han recibido educación preescolar y se han matriculado en FP.
Las estudiantes femeninas sin embargo mantienen resultados similares o incluso mejores a los estudiantes masculinos en las otras dos materias que revisa el estudio, lectura y ciencias.
La renta familiar es la pieza más influyente en nuestro puzzle
"Lo más importante es la renta familiar", explica Alfonso Echazarra, analista de la OCDE.
Los estudiantes más pobres tienen una probabilidad tres veces mayor de quedar rezagados que el resto.
En palabras de Charo de la PAz,, docente jubilada y directora del Instituto Arturo Soria, para solucionar esto hay que aplicar programas de refuerzo e invertir dinero en ellos. La política educativa debe ir de la mano de otras como la sanitaria o la de servicios sociales que mejoren la calidad de vida de las familias.
Más recursos
El informe de la OCDE es contundente en este sentido, para solventar esta situación es necesario invertir recursos adicionales en educación, justamente lo contrario que hizo el gobierno del país.
Recomienda también convertir el bajo rendimiento como prioridad educativa nacional. Este organismo avisa que una alta proporción de la población carece de los conocimientos y habilidades necesarias el crecimiento a largo plazo de un país puede verse comprometido. De hecho, estima que si todos los estudiantes de 15 años en España alcanzaran por lo menos el nivel 2, el básico en PISA, el PIB de España en 2095 se elevaría un 15 por ciento.
El Ministerio de Educación redujo en 2016 su partida para educación compensatoria, destinada a garantizar la equidad, un 2,6% hasta 5,11 millones de euros. Esta partida perdió casi el 90% de sus fondos en los presupuestos de 2015, cuando se recortaron 48 millones al dinero destinado a la “compensación de las desigualdades"
¿Qué centros son los mejores?
Según el estudio los estudiantes tienen una menor probabilidad de tener bajo rendimiento si asisten a centros concertados españoles, frente a los públicos o los 100% privados. Se entiende que en estos últimos el rendimiento es menor por la baja motivación al tratarse de alumnos de alto poder adquisitivo.
Hay que resaltar que en este punto la diferencia entre la educación pública y la concertada están a la par en lo referente al nivel educativo y lejos de la media europea.
Los repetidores y el abandono escolar
España está a la cabeza de Europa en lo referente al abandono escolar temprano. El porcentaje de alumnos que abandonan la escuela tras terminar el periodo obligatorio es del 20%, dato que se ha ido reduciendo en los últimos años, pero que aún sigue siendo el doble que en la Unión Europea.
Muchos interpretamos el alto abandono en España no tanto con como son los estudiantes de la parte baja de la distribución de los resultados sino más bien con qué se hace con ellos. Los países latinos tienden a facilitar la repetición de curso y eso le lleva a salir antes, se les expulsa del sistema, añade Jaime Rivière.
Refuerzo escolar individualizado
La OCDE recomienda un plan para reducir este bajo rendimiento del alumnado, que incluya como principales medidas desmantelar las "múltiples barreras" de aprendizaje, crear un entorno "exigente" que a su vez ofrezca apoyo a los alumnos, ofrecer refuerzo escolar "tan pronto como sea posible", animar a los padres a involucrarse más en la vida escolar de sus hijos, diseñar estrategias adecuadas al perfil del alumno con bajo rendimiento.
Y no solo se quedan ahí y añaden a las recomendaciones anteriores un plan de choque y medidas de acción para el refuerzo del estudiante inmigrante, eliminar los estereotipos de género y dar apoyo a las familias monoparentales, limitar la separación de alumnos por nivel académico y reducir las desigualdades en el acceso a la educación infantil.
Pérdida de clases y poca efectividad en el tiempo dedicado a los deberes
Según el estudio, los estudiantes de bajo rendimiento pierden el doble de horas lectivas que sus homólogos europeos. También dichos alumnos dedican menos tiempo al estudio y deberes, pasan una media de 4,7 horas semanales frente a las 7 de los alumnos que si pasan la prueba y en ambos caso es una hora más de media que el resto de alumnos de la OCDE.
Está claro que los poderes públicos siguen sin tomarse en serio la educación de nuestros hijos, recayendo principalmente en nosotros los padres tanto el esfuerzo económico como las medidas para evitar el fracaso escolar. Mientras sigamos así el futuro seguirá siendo gris e incierto.
Vía | El País, la información
Imagen | imgeSack