El acoso escolar o bullying es una forma de violencia que nos aterroriza a los padres y es urgente abordar sin mirar hacia otro lado. Suele darse con mayor frecuencia en niños y niñas de entre 11 y 14 años, aunque cada vez más se da en niños de menor edad y puede prolongarse hasta la universidad o la vida laboral.
La cadena deportiva Sprinter, dentro de su iniciativa Escuela Sprinter puesta en marcha con la vuelta al cole, nos da pautas para prevenir el bullying desde el hogar. A través de talleres gratuitos impartidos por Tania García, directora y fundadora de Edurespeta, nos da herramientas para educar a nuestros hijos en valores que ayuden evitar situaciones de acoso escolar.
La educación en el respeto es clave para crear en nuestros hijos un ambiente en el que se sientan queridos, confiados y con una autoestima saludable. Tanto para prevenir que un niño se conviertan en acosador como en acosado, hay valores que los padres debemos trasmitirles desde que son pequeños:
Dando ejemplo
Como bien sabéis, los niños aprenden fundamentalmente de lo que ven a través de nuestro ejemplo. No podemos pretender o decirles a nuestros hijos que hagan tal o cual cosa, si nosotros no lo hacemos.
Si ven que los padres gritan y solucionan los conflictos a los golpes, los niños lo asumirán como algo normal en su vida. Si utilizan el chantaje, las amenazas y las mentiras en su vida cotidiana, los niños también lo incorporarán en la forma de relacionarse con los demás.
Tania apunta además que debemos enseñarles a ser asertivos en sus decisiones a través de nuestro ejemplo, que sepan decir las cosas que les molestan de los demás. Si nosotros somos asertivos, también enseñamos a serlo a nuestros hijos.
Practicar la empatía
La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar de otro y comprender lo que siente o piensa sin que sea necesario que lo exprese directamente. Es muy importante ponernos siempre en el lugar del niño, ver el mundo a través de sus ojos para comprender qué sienten o cómo piensan.
Por supuesto que los niños necesitan límites para sentirse seguros, pero límites puestos desde la empatía.
Escucharles activamente
Escuchar no solo es oír lo que nos dicen con palabras, sino también estar atentos a cualquier señal que podamos observar en el comportamiento de nuestros hijos.
A veces no son capaces de expresar sus emociones, por eso es muy importante que los padres pongamos en práctica el método de escucha activa, poniéndonos a su altura a la hora de comunicarnos con nuestros hijos con empatía, de forma abierta y positiva.
Educar con coherencia
Los padres debemos ser coherentes a la hora de educar a nuestros hijos. Va muy ligado al ejemplo del que hablamos antes: “No podemos pedirle a nuestros hijos que se pongan zapatillas para andar por casa, si nosotros vamos descalzos", afirma Tania García. O decirles que no utilicen tanto el móvil cuando nosotros no nos despegamos de él en todo el día.
Educar con cohesión
Es clave que tanto papá como mamá se pongan de acuerdo a la hora de educar a los niños, siempre centrados en lo más importante que tenemos: nuestros hijos.
Pasar tiempo con los hijos
La colaboración con los hijos nos ayuda a conocerlos mejor, nos da la posibilidad de dialogar, explicarles las cosas con calma, jugar y compenetrarnos mejor con ellos, lo cual repercute positivamente en la formación de su personalidad.
Vivir deportivamente
Por último, Tania finaliza apuntando la importancia del deporte como herramienta para combatir el bullying. El deporte libera y fomenta en los niños el respeto a sí mismos y hacia los demás, así como el compañerismo y la competitividad sana, valores muy importantes para luchar contra el acoso escolar.