El armario de la embarazada: básicos imprescindibles y consejos para equiparte en esta etapa

Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, hace ya 13 años, no era fácil encontrar en las tiendas variedad de ropa premamá para elegir, y mucho menos que esta tuviera un precio razonable.

Por fortuna, en la actualidad la moda premamá ya está al alcance de todos los bolsillos, y cada vez son más las marcas de ropa que incorporan una línea de prendas para embarazadas, bonitas, variadas y asequibles.

En base a mi experiencia como madre de tres hijos nacidos en épocas del año diferentes, me gustaría compartir con vosotros algunos trucos y consejos para equipar el armario de la embarazada sin gastar mucho dinero.

Tres prendas básicas que no pueden faltar en tu armario

Durante el primer trimestre no suele ser necesario recurrir a prendas de ropa premamá, salvo que no se trate de tu primer embarazo, en cuyo caso la tripita asomará bastante antes que en las primerizas.

Pero prácticamente al inicio del segundo trimestre experimentarás notables cambios en tu fisionomía: las caderas ensancharán y tu abdomen empezará a verse abultado, siendo imposible en muchos casos utilizar la misma ropa que usabas antes de quedar embarazada.

Con independencia de la estación del año en la que comiences a utilizar ropa premamá, mi consejo es que en tu armario no falten estas tres prendas básicas:

Unos pantalones vaqueros premamá

El vaquero es una prenda de ropa que te sacará de muchos apuros, pues combinada correctamente puede utilizarse tanto en un look casual, como en un estilo más formal.

Así, por ejemplo, si conjuntas tus jeans con una blusa elegante, una americana y unas accesorios sofisticados, conseguirás un look serio, chic y distinguido.

Por el contrario, si te calzas unas zapatillas y combinas tus vaqueros con una camiseta desenfada, conseguirás un look deportivo, casual o perfecto para el día a día.

Unas mallas o leggins premamá

Se trata de un básico imprescindible y económico que encontrarás en cualquier tienda que cuente con una sección de premamá. Las mallas pueden combinarse con jerséis largos, faldas, vestidos, camisetas, camisas o blusas... ¡No encontrarás prenda de ropa más versátil que esta!

Un vestido

Personalmente, el vestido es una prenda de ropa que me encanta usar en el embarazo por lo cómodo y liviano que resulta. Además, puede utilizarse prácticamente en cualquier época del año si se combina adecuadamente.

Por ejemplo, en invierno podemos acompañarlo de unos leggins, una prenda superior de punto y un abrigo; en otoño podría ser suficiente con una cazadora y unas botas, y en primavera queda perfecto con una blusa ancha desabrochada o una chaqueta de algodón.

Aunque a veces es necesario hacerse con un vestido premamá, cuyo diseño se ajusta perfectamente a las curvas del cuerpo, en la mayoría de las ocasiones basta con vestidos largos, anchos y con corte por debajo del pecho para lucir perfecta.

¿Y para la parte superior?

Desde mi experiencia, con estos tres básicos ya no será necesario gastar más dinero en ropa premamá, pues lo más probable es que encuentres en tu armario prendas de ropa para la parte superior con las que crear diferentes looks.

En otoño e invierno no pueden faltar los jerseys anchos y chaquetas de punto abiertas. Mientras que en primavera y verano podrás optar por camisetas de algodón, prendas de licra que se ciñan a tu figura o blusas anchas.

En cuanto a si comprar o no un abrigo específico para embarazadas, hay opiniones para todos los gustos.
Abrigo de maternidad y porteo de la marca Amarsupiel

Si eres friolera y no puedes apañarte bien con el abrigo que tenías antes del embarazo (sobre todo si el invierno te pilla en el tercer trimestre y el volumen de tu tripa impide que puedas cerrar la cremallera), mi consejo es que te hagas con un abrigo premamá, pero muy especialmente si cuando nazca tu bebé tienes pensado portearle.

Y es que cada vez hay más oferta de abrigos 2 en 1 que aportan confort y comodidad durante el embarazo, y una larga vida después de dar a luz si se opta por el porteo.

La ropa interior también es importante

Aunque en un primer momento quizá no pienses en ello, lo cierto es que la ropa interior es también muy importante y merece toda la atención.

Debe ser cómoda, confeccionada en tejidos transpirables (preferiblemente algodón) y con costuras que no aprieten. Es muy probable que desde el inicio debas comprar sujetadores más grandes, pues el pecho crece durante el embarazo y se vuelve especialmente sensible, por lo que es recomendable optar por sujetadores sin aros ni costuras y con tirantes anchos.

Si vas a optar por lactancia materna te compensa entonces comprar sujetadores de lactancia y comenzar a usarlos ya durante el embarazo. Este tipo de sujetadores son muy cómodos, están fabricados en algodón y cuentan con un sistema de apertura y cierre a la altura del hombro que facilita el momento de dar el pecho al bebé.

¿Bañador o bikini?

Si el segundo o tercer trimestre de tu embarazo te pilla en verano, es probable que no puedas aprovechar los bikinis o bañadores que tuvieras antes de quedarte embarazada.

A la hora de comprar un nuevo traje de baño, hay mujeres que prefieren optar por el bañador premamá, pues se ajusta de forma cómoda al volumen del abdomen en cualquier momento del embarazo.

Otras, en cambio, desean lucir su barriguita con bikinis o bañadores de dos piezas. Aunque en el mercado puedes encontrar bikinis específicos para embarazadas, lo cierto es que suelen ser más caros que los bikinis comunes, por lo que muchas veces bastará con comprar un bikini normal una o dos tallas más grande que tu talla habitual.

¡No descuides tu calzado!

Y ya por último, pero no por ello menos importante, queremos hacer una especial mención al calzado, pues suele ser uno de los aspectos más olvidados durante el embarazo.

En esta etapa los pies sufren especialmente, no solo porque deben aguantar el peso creciente de nuestro cuerpo, sino porque se hinchan y crecen debido a la retención de líquidos.

Así pues, es probable que tengas que comprar zapatos con un número más, preferiblemente olvidar los tacones y optar por un calzado cómodo y transpirable que además de cuidar tus pies, ayude a prevenir molestias en la espalda.

Fotos | portada (Depositphotos); Foto 1 (Ivan Samkov en Pexels); Foto 2 (Foto de Amina Filkins en Pexels), Foto 3 (abrigo de maternidad Amarsupiel)

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