Durante siglos, el acompañamiento durante el embarazo, el parto y el postparto ha sido fundamental para la mujer. La asistencia de una figura capaz de proporcionar un ambiente de seguridad a la mamá y a su pareja, hacer que se sienta tranquila y confiada es una de las principales preocupaciones, especialmente en el momento del parto. ¿Quién me asistirá? ¿Me sentiré a gusto con esa persona? ¿Qué puede hacer por mí y mi bebé?
Tanto las matronas como las doulas son figuras que acompañan a la madres durante el proceso, pero ¿cuál es la diferencia entre unas y otras? ¿Cuál es la labor que desempeña cada una y la formación que tienen en la atención al parto?
La matrona: asistencia profesional
El papel de la matrona es muy importante, tanto durante el embarazo, como el parto y el postparto. La matrona (o comadrona), o el matrón (que aunque sean pocos también hay hombres), es la encargada de acompañar a la mujer y a su pareja antes y durante el parto, y en el período posterior al nacimiento del bebé.
Se ocupa del seguimiento del embarazo, de aconsejar hábitos saludables, informar sobre las pruebas prenatales, monitorizar la condición fetal, evaluar factores de riesgo y la detección temprana de problemas.
En el momento del parto, es la persona que asiste a la mujer durante el periodo de dilatación y el expulsivo. Controla el bienestar fetal y en partos de bajo riesgo, puede incluso atender el parto completo.
Tras el nacimiento del bebé, la matrona se ocupa del estado de la madre y del recién nacido después del parto, asesora en cuestiones de lactancia materna y controla los puntos de la episiotomía o cesárea, si fuera el caso.
Son profesionales que se forman durante seis años (cuatro de estudios universitarios y dos de formación especializada) para obtener la titulación de Enfermera Especialista en Obstetricia y Ginecología.
En el parto hospitalario, el coste de la matrona está cubierto por la seguridad social, pero en el caso de un parto domiciliario, el precio de la asistencia al parto en casa ronda los 2.000 euros.
La doula: apoyo emocional
La figura de la doula está contemplada en la Estrategia de atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud, publicada por el Ministerio de Sanidad en 2008 y revisada en 2010. Sin embargo, no especifica sus funciones ni cómo debe ser su formación.
En este documento se describe "la permanencia en forma continua de una persona acompañante elegida por la parturienta (pareja, familiar, amiga) o personal sanitario (partera, doula, enfermera) que brinde apoyo personalizado durante el parto".
Una doula es una acompañante de la mujer y su familia durante el parto ofreciendo un apoyo de tipo emocional y físico, pero nunca sanitario. No realizan ningún tipo de intervención clínica ni examenes médicos.
Generalmente son mujeres que han sido madres y acompañan desde la experiencia, aportando apoyo emocional y físico. Muchas mujeres encuentran beneficioso el servicio de la doula en el parto, al sentirse arropadas por una figura que le aporta tranquilidad y acompañamiento.
Antes del parto, acompaña a la mujer, le proporciona información y escucha emocional. Durante el parto, su labor es ayudar a calmar los dolores realizando masajes, con métodos de respiración y relajación, sugerir las posiciones más adecuadas para facilitar el desarrollo del parto, transmitir los deseos de madre, y asesorar en el inicio de la lactancia, así como en el postparto.
La doula no sustituye a la matrona, puesto que no brinda los mismos servicios. Es una figura complementaria si la madre quiere contar con su acompañamiento específico, además del de la matrona.
Su formación abarca diversos conocimientos sobre fisiología del embarazo y sobre parto y puerperio, pero no tienen preparación académica específica. No existe ninguna titulación oficial para ser doula en España (al menos de momento).
Sus honorarios en el parto hospitalario no están cubierto por Sanidad en España, por lo que si se quiere contar con una doula en el parto hay que contratar de forma privada el servicio completo de asistencia en el parto y posparto, que ronda los 1.000-1.200 euros.
Matronas versus doulas
Hace tres años el Consejo General de Enfermería publicó el "Informe Doulas" en el que algunas matronas declaraban la "guerra" a las doulas al denunciar el intrusismo profesional de esta figura y los riesgos que puede acarrear para la atención al parto.
Lo cierto es que, sea quien sea, el acompañamiento continuo de una persona de confianza y apoyo es beneficioso para la mujer y para el desarrollo del parto. Una revisión de estudios Cochrane señala que las mujeres que recibieron apoyo continuo del parto tenían más probabilidades de dar a luz mediante parto vaginal espontáneo que las que no habían recibido ese apoyo.
Evidentemente, lo emocional tiene efectos sobre el desarrollo del parto, pero también es imprescindible la atención de un profesional médico que asista con garantías sanitarias a la madre y al bebé.
Haciendo algo de autocrítica, algunas matronas consideran que las doulas han reaparecido porque ellas (las matronas) no han sabido cumplir al cuidar a la mujer, mientras que las doulas se sienten perseguidas y poco reconocidas. También hay quienes consideran que ambas pueden trabajar muy bien juntas y proporcionar una experiencia feliz para la madre y la familia.
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