Son muchos los estudios que se realizan durante el embarazo para saber qué es lo más adecuado y qué lo más inadecuado para conseguir que los futuros bebés tengan la mejor salud posible.
Todos tenemos claro que las mujeres embarazadas tienen que tomar ácido fólico los primeros meses y yodo durante todo el embarazo, llegando incluso a tomar hierro al final del mismo si el ginecólogo lo considera oportuno.
Ahora, además, parece que podría ser interesante que las madres tomaran también suplementos de vitamina D pues se ha observado que aquellas que tienen déficit de esta vitamina podrían tener hijos con un peor desarrollo del habla y, lo curioso del asunto, es que es probable que muchas mujeres tengan déficit porque la naturaleza no tenía previsto que trabajáramos bajo techo, que nos desplazáramos bajo techo y que, cuando hace sol, nos pusiéramos cremas factor 2 millones para que los rayos del sol rebotaran en la piel.
Para llegar a esta conclusión investigadores de la Universidad de Australia Occidental realizaron un estudio en el que quisieron averiguar cuál era la relación entre la concentración de vitamina D en la madre durante el embarazo y el desarrollo emocional, la conducta y el habla de los niños.
Para hacer el estudio cogieron una muestra de 743 mujeres a las que se midió los niveles de vitamina D en la semana 18 de embarazo. Una vez nacieron sus hijos evaluaron las variables relacionadas con la conducta y las emociones a la edad de 2, 5, 8, 10, 14 y 17 años. Con respecto al lenguaje, observaron el desarrollo a los 5 y a los 10 años de edad.
Resultados del estudio
Tras observar los resultados del estudio los investigadores concluyeron que no hay diferencias significativas entre los niveles de vitamina D al nacer y el desarrollo emocional ni diferencias entre las conductas de unos y otros niños.
Sin embargo, a la hora de valorar el desarrollo del lenguaje, tras varios análisis cruzando diversas variables que podrían sesgar la información, observaron que el riesgo de que una mujer con niveles bajos de vitamina D (tuviera hijos con dificultades en el habla era significativamente mayor (el doble de dificultades) al de mujeres con niveles de vitamina D correctos (>70 nmol/L).
Los niveles de vitamina D de las mujeres van descendiendo año a año
Según los autores del estudio, una de las razones de hacer el estudio y de tratar de saber hasta qué punto los bajos niveles de vitamina D pueden afectar a los futuros hijos es que los niveles de vitamina D de las mujeres (y de la población en general, claro) se sospechaban ya bajos al inicio del estudio y que han seguido bajando de manera constante en los últimos 20 años.
Las razones, como he comentado al principio, son las relacionadas con nuestros hábitos y costumbres. La mejor manera de hacer que la vitamina D de nuestro cuerpo suba es que el sol, o mejor dicho, los rayos ultravioletas de la luz solar nos toquen la piel. Esto antes sucedía de manera frecuente porque los niños vivíamos en los parques, los jóvenes pasábamos el día en la calle, los adultos hacían las compras cerca de casa e iban a comprar caminando y había más tiempo libre en general para salir de casa.
Ahora vivimos bajo techo, tanto de día como de noche. Salimos del trabajo y nos montamos en el coche, en el autobús o el tren, y así apenas nos toca la luz del día y en verano, cuando nos da el sol, nos encremamos con factores por encima de 8 (una crema con factor 8 ya inhibe hasta el 95% de la producción de vitamina D en la piel) por lo que apenas estamos generando vitamina D. Los niveles bajan y nuestros cuerpos, preparados para captar sol y convertir su "influjo" en esta vitamina viven carentes de ella, porque la que viene de los alimentos es más bien poca y al final insuficiente.
¿Deben las mujeres embarazadas tomar suplementos?
La pregunta al fin y al cabo es si las mujeres embarazadas deberían tomar suplementos para evitar los efectos de dicho déficit, a lo que la respuesta es un "depende".
Lo más lógico es saber antes del embarazo si existe dicho déficit, para paliarlo con suplementos y/o con un "camine más y use menos el coche". Si esto no se hace, debería hacerse durante el embarazo, para saber si existe dicho déficit y si es así suplementar con vitamina D. En cualquier caso, los investigadores no se han pronunciado al respecto y de momento sólo dicen que con nuevos estudios de podrán tomar decisiones concretas.
Yo, por si acaso, os comento lo que dicen en EEUU, donde la AAP (Asociación Americana de Pediatría) aconseja dar suplementos de 200 UI/día de vitamina D a los recién nacidos, sobretodo si toman pecho (porque la leche artificial ya va enriquecida con vitamina D, sabedora la industria de que nuestras costumbres han cambiado en un espacio breve de tiempo) y lo que dicen en Canadá, donde la Sociedad Pediátrica Canadiense recomienda que las mujeres embarazadas o lactantes tomen 2000 UI/día. Ahora bien, Canadá no es España, así que la suplementación es bastante lógica: a menos sol, peores niveles de vitamina D.
En nuestro caso, como tenemos bastante sol, la recomendación es clara: todos a la calle.
Vía | Healthfinder Fotos | abarefoot, cscott2006 En Bebés y más | ¿La lactancia puede producir raquitismo por déficit de vitamina D?, Déficit de vitamina D en bebés y niños, Déficit de vitamina D en los niños españoles