Estoy embarazada y voy continuamente al baño, ¿es normal?

Muchas embarazadas se preguntan si es normal que tengan ganas de orinar cada poco tiempo. Y es que, a menudo, la frecuencia con la que la mujer ha de ir al baño se incrementa durante el embarazo.

Es sobre todo habitual durante el primer y el tercer trimestre que la embarazada tenga que acudir frecuentemente al lavabo y se trata de un fenómeno normal. Otras mujeres, en cambio, no notarán diferencias en este sentido.

El incremento inicial de la frecuencia de la micción puede ser el hecho de que el volumen de líquidos haya aumentado en el organismo de la mujer. Los riñones trabajan con mayor eficacia para eliminar más rápidamente los residuos que el cuerpo no necesita.

Además puede influir el tamaño del útero, que está en la pelvis y presiona la vejiga, el responsable de la mayor frecuencia de micción: se ha de vaciar más a menudo. A partir del cuarto mes más o menos, cuando el útero sube hacia la pared abdominal, muchas mujeres pueden notar alivio en este sentido. Pero no por mucho tiempo.

En la recta final del embarazo el útero y el feto cada vez mayor descienden y vuelven a presionar la vejiga, por lo que volveremos al baño con más frecuencia. También son habituales estas semanas las pérdidas involuntarias de orina, por lo que podemos protegernos con una pequeña compresa o salva-slip.

Para controlar esas pérdidas y prevenir problemas en el postparto recuerda que ya deberías estar realizando los ejercicios de Kegel para el suelo pélvico: te vendrán muy bien.

Además no esperes al último momento para ir al inodoro, es mejor ir al primer síntoma de que necesitamos evacuar y no hacer que la vejiga acaba con más presión todavía, una sensación incómoda en cualquier etapa de la vida, pero más durante el embarazo (y que llega más rápidamente).

A pesar de todo, necesitamos buena hidratación

No debemos limitar la ingesta de líquidos durante el embarazo para intentar ir menos al baño. Una buena hidratación es muy importante para tu salud y la de tu bebé. Incluso podemos estar previniendo infecciones del tracto urinario con un vaciado frecuente.

La única concesión que podemos hacer en este sentido es cuando se acerca de la hora de dormir, si la embarazada tiene problemas de sueño y los continuos despertares le están afectando y provocando insomnio o cansancio. Entonces, la mujer podría reducir el consumo de líquidos a la hora de la cena e ir al baño inmediatamente antes de acostarse.

Para no tener sed durante la noche, mantente bien hidratada durante todo el día, también con una dieta rica en frutas y verduras

Al final del embarazo, cuando el volumen de la barriga es considerable, echarse hacia delante en el inodoro para presionar y eliminar toda la orina de la vejiga. De este modo conseguimos alargar un poco la siguiente visita al baño.

Por otro lado, recordamos que en cada mujer la disposición de los órganos internos varía ligeramente, lo cual puede provocar que algunas sientan una necesidad mayor durante todo el embarazo y otras no noten ningún cambio. Especialmente si la mujer orinaba con frecuencia antes del embarazo, hay menos probabilidades de que el cambio sea perceptible.

Cuando tenemos que preocuparnos y acudir al médico es si la micción frecuente se acompaña de dolor al orinar, picor o quemazón (y el líquido evacuado es escaso cada vez), ya que podría tratarse de una infección de orina, que ha de controlarse y curarse.

En el resto de casos, es totalmente normal ir más a menudo al baño cuando estás embarazada y ello no te ha de preocupar. Sigue bebiendo abundantes líquidos, sobre todo agua, para un embarazo saludable.

Fotos | Thinkstock En Bebés y más | Vejiga débil y micción frecuente durante el embarazo, Incontinencia en la madre

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