En varios países de Europa ya forman parte del personal que atiende un parto y profesionales del sector esperan que también suceda en España.
Aunque la idea del fisioterapeuta se tiene muy limitada a campos como los traumatismos, la Fisioterapia Obstétrica cubre los aspectos preventivos, terapéuticos del embarazo, del parto y del posparto.
En primer lugar preparándola para el momento del parto, con la gimnasia prenatal, ejercicios respiratorios, relajación, posturas en el embarazo y el parto, etc. Según Erika Amezcua Valmala, fisioterapeuta especializada en Uroginecología y Obstetricia, cuando una mujer va a dar a luz no hay que tumbarla, es preferible que se mueva, que camine, que de giros de cadera que facilitarán el nacimiento.
En el posparto también juegan un papel importante, ayudan a la mamá a que se recupere, enseñan las abdominales o ejercicios que se deben realizar después de haber dado a luz, pues no serán igual que las que pueda realizar cualquier persona, ejercitan los huesos, la pelvis, etc.
Realmente son clases de gran valor para la mamá, pues con ellas puede evitar ciertas disfunciones que en ocasiones provoca el parto vaginal, como las lesiones del suelo pélvico.
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