Las mujeres que ya han hecho acampadas se sentirán mucho más seguras en estas cuestiones mientras que a las que nunca han tenido esta experiencia de camping se les pueden presentar dudas. Hace poco nos preguntaba Laura en nuestra sección de Respuestas: ¿es peligroso ir de camping estando embarazada, en el primer trimestre?
Por ello vamos a tratar de explicar si se puede ir de acampada estando embarazada, qué hay que tener en cuenta en esta situación para disfrutar de la experiencia sin riesgos y cuándo sería el mejor momento para hacerlo.
Podremos ir de acampada estando embarazada siempre que no exista riesgo para el embarazo y nos encontremos bien para hacer ese viaje. Además, son necesarias ciertas condiciones de salubridad, que se suponen en campings reglados pero pueden ser más complicadas en acampada libre.
En realidad, no hay grandes normas a seguir en una acampada, simplemente las mismas que seguimos en nuestro día a día y que no debemos descuidar en este entorno: higiene personal y en las comidas para no tener contratiempos.
La embarazada debe llevar especial cuidado con los siguientes aspectos dadas las características generalmente campestres de los campings (como haríamos en una excursión, en el parque, tras ir a la piscina…):
Si nos bañamos en la piscina o en un río, lago… hay que asegurarse de que el agua es apta para el baño y ducharse después del mismo para evitar el riesgo de infecciones. Durante el embarazo hay más riesgo de infecciones vaginales, por lo que hemos de llevar una correcta hgiene tras el baño.
El tema de la ducha se complica si es acampada libre, por lo que habrá que ingeniárselas para mantener la higiene correcta. Es fácil con los depósitos de agua en autocaravana, y si no, se puede recurrir a botellas, agua esterilizada..; las toallitas de higiene íntima pueden servir ocasionalmente, pero siempre es mejor el agua corriente para ese fin.
Cuidado a las corrientes y profundidad en aguas naturales, así como a los consejos de seguridad para las piscinas durante el embarazo si hacemos ejercicio.
Si tocamos la tierra o cualquier cosa que haya estado en contacto con heces de animales, hay que lavarse bien las manos para evitar el riesgo de toxoplasmosis.
La comida debe estar elaborada con las condiciones de seguridad e higiene correctas, los alimentos han de ser seguros para esta etapa. Frutas y verduras bien lavadas o peladas, cuidado con determinados alimentos crudos, pescados y carnes bien cocidos…
No debemos descuidar en este entorno nuestra salud dental.
El aire libre conlleva el riesgo de quemaduras solares si estamos demasiado tiempo expuestas al sol y sobre todo en verano. Hay que seguir cuidando la piel y el pelo durante el embarazo.
En fin, como veis se trata de cuestiones de sentido común y que en poco se diferencian de las que tendríamos en cuenta si vamos a un hotel, a un restaurante o incluso en un parque o en casa. En cualquier caso siempre teniendo en cuenta las recomendaciones para viajar segura durante el embarazo.
Y ya que tenemos claras las medidas a seguir para disfrutar de la acampada, pasemos a la siguiente cuestión: ¿cuándo ir de camping?
De acampada durante el embarazo, ¿cuál es el mejor momento?
En este punto, como en tantas otras cuestiones, tenemos que apelar de nuevo al sentido común. Cualquier mujer embarazada siente que debe cuidarse especialmente, y si no existen riesgos para el embarazo, el camping o la zona de acampada están cerca y nos encontramos bien, ¿por qué no viajar en cualquier momento?
No obstante, se suele decir que el segundo trimestre es el mejor para viajar, cuando la mujer aun no se siente demasiado pesada e incómoda y ya han pasado las molestias típicas del principio del embarazo.
Personalmente si hubiera ido de acampada durante el embarazo hubiera elegido ese segundo trimestre, de hecho recuerdo un viaje en el tercer trimestre (aunque fue a un hotel) y no me sentía lo suficientemente cómoda, ni para dormir, ni ir en coche, disfrutar de la comida…
Si es la primera vez que vas de acampada es lógico que surjan preguntas, entonces hay que advertir que a veces la comodidad no es la deseada y especialmente en la recta final del embarazo es cuando más nos va a costar acostumbrarnos a una “cama" diferente (si ya nos cuesta dormir en la nuestra…).
Y aunque muchos campings disponen de cabañas y casas que en nada se diferencian de un hotel, con camas y su colchón, no quiero imaginar lo que hubiera supuesto en esos momentos de mi embarazo tener que dormir en el suelo, en un saco o una colchoneta.
De todas formas, como se suele decir, cada embarazo es un mundo, y puede que tengas suerte de encontrarte de maravilla casi hasta el final. Además, si el camping está cerca de casa y también tenemos cerca un hospital por si llega el momento del parto y podemos trasladarnos sin problemas, ya es decisión de cada una, mientras se sigan los consejos que hemos comentado con anterioridad.
Por supuesto, tampoco es conveniente la salida de viaje si existe riesgo de parto prematuro, nos acercamos o ya hemos llegado a la fecha prevista del parto o hemos comenzado a sentir contracciones frecuentes, a no ser que estemos dispuestas a dar a luz en plena naturaleza.
En definitiva, si estás embarazada, te encuentras bien y estás dispuesta a pasar unos días de relax en un camping, también con niños pequeños, prepara la maleta y no olvides las cuestiones básicas para disfrutar de la experiencia sin riesgos.
Fotos | Ben Clocek y Martin Lopatka (2) en Flickr-CC En Bebés y más | Viajar con niños: alojamiento en camping y casas rurales, Recomendaciones de viaje para embarazadas, Viajar segura durante el embarazo