Maniobra de Hamilton o separación de membranas para desencadenar el parto: cuándo está indicada y cómo se realiza

Si estás en la recta final de tu embarazo es posible que hayas escuchado hablar de la maniobra de Hamilton, también conocida como separación de membranas. La SEGO la define como un "método mecánico para inducir el parto", y se realiza en consulta por parte de la matrona o el ginecólogo.

Pero, ¿la maniobra de Hamilton debe realizarse en todos los casos? ¿Se trata de un procedimiento invasivo? ¿Es realmente efectiva? Con ayuda de la matrona Carla Quintana, fundadora del proyecto 'Matrona para mí', conocemos todos los detalles acerca de la maniobra de Hamilton, cuándo y por qué se indicada, qué riesgos tiene y qué es lo que cabe esperar una vez ha sido realizada.

¿Qué es y en qué consiste la maniobra de Hamilton?

La maniobra de Hamilton o separación de membranas es un procedimiento sencillo que consiste en separar las membranas con el objetivo de incrementar la actividad de las prostaglandinas endógenas, hormona responsable de borrar el cuello uterino y de favorecer las contracciones de parto. De esta forma se aumentan las probabilidades de que el parto se desencadene en las siguientes 48 horas.

Se realiza en consulta a través de un tacto vaginal, metiendo el dedo índice en el canal cervical hasta tocar la bolsa amniótica, y mediante un movimiento circular se separan las membranas para despegarlas del útero.

¿Cuándo está indicada y cuándo no?

Para empezar, la matrona Carla Quintana nos recalca que la maniobra de Hamilton no debe realizarse de forma indiscriminada o protocolaria a todas las gestantes a término, pues su indicación debería obedecer a tres criterios:

  • Puesto que la finalidad de esta maniobra es desencadenar el parto, deben darse las condiciones clínicas que justifiquen o hagan necesario finalizar la gestación en un periodo de tiempo razonablemente corto (pero no urgente). Por ejemplo, ante signos de distrés fetal, bebé macrosómico, semana 41 en ausencia de contracciones, dilatación avanzada sin signos clínicos de comienzo de la primera fase del parto...
  • El embarazo debe haber llegado a término, por lo que no se recomienda su práctica antes de la semana 40.

  • La maniobra debe realizarse con un cérvix favorable, es decir, que el cuello del útero esté blando.

En resumen, la maniobra de Hamilton debe realizarse en un embarazo a término, bajo criterio médico que justifique finalizar la gestación y únicamente cuando las condiciones del cuello uterino sean favorables a la dilatación.

En cuanto a sus contraindicaciones, según leemos en el protocolo de inducción al parto del Hospital Costa del Sol, de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, la maniobra de Hamilton no debe realizarse cuando existe placenta previa o colonización por estreptococo beta-hemolítico grupo B, gonococo o chlamydias. Tampoco debe realizarse si el embarazo tiene menos de 40 semanas, hay un sangrado activo y un cérvix cerrado.

Riesgos de la maniobra de Hamilton

Antes de realizar la maniobra de Hamilton es importante informar a la mujer de las posibles consecuencias que cabe esperar, así como de algunos riesgos que pueden derivarse de esta intervención:

  • Tras su práctica es probable que aparezcan contracciones que pueden ser cada vez más intensas y acabar en contracciones de parto en las siguientes 24-48 horas (en este post os contábamos cuándo acudir al hospital si estás de parto). Sin embargo, las contracciones también podrían relajarse hasta acabar desapareciendo, en cuyo caso la maniobra no habrá resultado efectiva.

  • Aunque el riesgo es muy pequeño, se puede producir una rotura de la bolsa amniótica. Si la bolsa se rompe y el parto no se desencadena pasadas unas horas, será necesario inducirlo mediante otras vías para evitar el riesgo de infección y otros problemas.

  • Al igual que sucede con los tactos vaginales, también hay un pequeño riesgo de infección.

  • Entre los riesgos más frecuentes se encuentra un leve sangrado durante las 24 horas siguientes a la maniobra. Se trata de un manchado completamente normal e inofensivo, y salvo que vaya a más o no desaparezca, no necesario acudir a urgencias. El riesgo de hemorragia es muy bajo.

  • Se trata de un procedimiento bastante molesto, pues supone una manipulación del canal cervical. Por eso es importante que la mujer se encuentre relajada y que la maniobra se realice cuando las condiciones sean favorables y el cuello uterino esté algo borrado, de manera que permita la entrada de un dedo sin provocar dolor.

¿Se trata de una maniobra efectiva?

La realidad es que existe poca evidencia científica actualizada que recomiende o desaconseje el uso de la maniobra de Hamilton.

La información más reciente la encontramos en una revisión publicada en el año 2020 en Cochrane, que incluyó 44 estudios aleatorizados realizados en casi 7.000 mujeres de una amplia gama de países. El objetivo de esta revisión fue averiguar si el despegamiento de membranas es una forma segura y efectiva de inducir el parto a término.

Los estudios compararon la evidencia del despegamiento de membranas con la práctica de ninguna intervención o una intervención simulada, y también con el uso de prostaglandinas vaginales o intracervicales, misoprostol oral y oxitocina.

  • En comparación con las mujeres a las que no se les realizó práctica alguna, las que se sometieron a la maniobra de Hamilton tuvieron más probabilidades de ponerse de parto de manera espontánea y menos de tener una inducción formal del parto.

  • Pero en comparación con las mujeres a las que se les puso prostaglandinas vaginales o intracervicales, misoprostol oral y oxitocina, no se encontraron datos suficientes para establecer conclusiones.

Por tanto, se concluye que el despegamiento de membranas puede ser efectivo para lograr el inicio espontáneo del parto, pero la evidencia en cuanto a este procedimiento fue de certeza baja. Aún está por determinar si existe un número óptimo de despegamientos de membrana, así como los momentos y la edad gestacional adecuados para facilitar la inducción del parto.

Esto es lo que dice la OMS al respecto

Con los datos disponibles hasta la fecha, la Guía sobre inducción al parto publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la maniobra de Hamilton o despegamiento de membranas cuando existe indicación no urgente de interrumpir el embarazo, pues esta práctica ayuda a recudir la inducción formal del trabajo de parto.

Sin embargo, hay que tener en cuenta los riesgos que conlleva -y que hemos mencionado más arriba-, por lo que si se compara con un manejo expectante, practicar esta maniobra implicaría un mayor riesgo de sangrado vaginal, malestar e incluso un porcentaje de posibilidades de no ponerse de parto dentro de las 48 horas siguientes.

Por todo ello es necesario sopesar los posibles riesgos con los beneficios esperados para tomar una decisión.

Debe ser realizada con el consentimiento de la mujer

Como ocurre con cualquier otro procedimiento obstétrico, es imprescindible que antes de realizar esta maniobra se informe a la mujer y se cuente con su consentimiento expreso. Pero la matrona especifica que "informar no equivale a decir simplemente 'te voy a realizar una maniobra para desencadenar el parto, ¿de acuerdo?', porque dicho así es probable que cualquier madre responda que sí sin tener toda la información en su mano"

"Informar a la mujer es tomarse tiempo en explicarle en qué consiste la maniobra, qué pretendemos con ello, qué consecuencias tiene y por supuesto comentarle que puede resultarle molesto. Y luego dejar que ella decida"

"Cuando sin ningún motivo ni justificación, el médico decide realizar a la embarazada un tacto vaginal con maniobra de Hamilton incluida, y además sin informarle de ello previamente, estamos ante un caso de violencia obstétrica"

"Si la mujer no ha tenido contracciones ni ningún indicio de estar de parto, hacer exploraciones o tactos vaginales no solo carece de sentido sino que aumenta el riesgo de infección y resulta muy doloroso"

En este sentido, Carla se lamenta de que en muchas ocasiones la mujer embarazada es tratada con demasiada prisa, olvidando que ella es la única protagonista de todo el proceso y que el bebé debe nacer cuando esté realmente preparado para ello:

"Hay sanitarios que ante las dudas de la mujer responden cosas como '¡todo lo queréis saber!' o 'tienes que confiar en los profesionales que te atienden'. Por supuesto que hay que confiar, pero la mujer es la protagonista de su embarazo y parto, es su vagina y su cuerpo, y tiene derecho a estar informada en todo momento de lo que van a hacerle"

Así pues, si te encuentras en la recta final de tu embarazo y el médico o matrona te dicen que van a realizarte la maniobra de Hamilton, Carla aconseja que pidas que te informen con todo detalle, tanto de su procedimiento y sus consecuencias, como del motivo por el que te recomiendan hacerla. Aclara todas las dudas que puedan surgirte al respecto, y después toma la decisión que mejor consideres en consenso con el profesional que te atiende.

Fotos | iStock

Artículo escrito con el asesoramiento de | Carla Quintana, 'Matrona para mí'

Más información | Despegamiento de membranas para la inducción del parto - Cochrane, [Revista del Colegio de Enfermería de Cádiz](Colegio de Enfermería de Cádiz)

En Bebés y Más | ¿Cuándo ir al hospital si estás de parto?, Signos urgentes de alarma si estás embarazada o durante el postparto

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