Recordemos que el déficit de yodo puede causar serios problemas en los bebés, como el hipotiroidismo o el retraso mental. El yodo que recibe el feto es el que la futura mamá aporta a través de la alimentación, se precisan entre 200 y 300 microgramos para satisfacer las necesites de ambos, si éste no es suficiente, se combina con un fármaco de consumo diario que debe prescribir el médico y que suele aportar 200 microgramos de yodo. Este fármaco se debe prolongar durante todo el embarazo y la lactancia. Una de las fuentes de yodo a la que se recurre es a la sal yodada, pero durante la gestación no es suficiente, a lo que hay que sumar que en el embarazo se debe limitar el consumo de sal.
La prevención siempre debe realizarse cuanto antes, así que si estás planeando quedarte embarazada, ya puedes consultar con tu médico por la posible necesidad de empezar a tomar yodo, recuerda que el cerebro del feto se desarrolla durante las primeras semanas de gestación.
Vía | Diario La Torre Más información | Ministerio de Sanidad y Consumo (Pdf) En Bebés y más | El yodo en el embarazo