Durante el embarazo, debemos tener ciertos cuidados y precauciones para asegurarnos que nuestro bebé tenga un desarrollo sano mientras se encuentra en la barriga. Sin embargo, a pesar de que diversos estudios han demostrado que no hay una cantidad segura de alcohol en el embarazo, muchas madres continúan consumiéndolo pensando que no hará daño.
Consumir alcohol durante el embarazo es peligroso, pues podría hacer que el bebé sufra síndrome alcohólico fetal. Te decimos de qué se trata y cómo afecta al bebé el consumo de alcohol de la madre.
Qué es el síndrome alcohólico fetal
Beber alcohol durante el embarazo puede causar un grupo de afecciones llamadas trastornos del espectro alcohólico fetal, de entre los cuales el más grave es el síndrome alcohólico fetal. La incidencia del síndrome alcohólico fetal (SAF) es de uno o dos cada mil recién nacidos, aunque esta cifra es cuestionable, ya que el diagnóstico de SAF pasa a menudo inadvertido.
Los bebés y niños que lo padecen se ven seriamente afectados en su desarrollo físico y neurológico, y se considera que lesiones producidas por el alcohol durante el embarazo son mucho más graves que las de algunas drogas.
Las lesiones que puede provocar el alcohol al bebé son más graves durante el primer trimestre, debido a que en esta etapa es cuando se forma el sistema nervioso, por lo cual muchos médicos recomiendan tener buenos hábitos y dejar de beber alcohol desde antes de quedar embarazada.
Sin embargo, no existe una cantidad segura de alcohol que se pueda consumir en el embarazo, ni hay tampoco una etapa en la que se pueda beber alcohol sin que éste sea perjudicial para el bebé. Por ello, es sumamente importante no beber ni una gota de alcohol en todo el embarazo, ya que éste pasa al bebé a través de la placenta.
Cómo afecta al bebé el consumo de alcohol en el embarazo
El consumo de alcohol en el embarazo puede afectar el bebé de distintas maneras, con problemas médicos, conductuales, educativos y sociales según la gravedad del trastorno que presente. De acuerdo con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), entre los tipos de problemas que puede padecer, se incluyen:
- Características faciales anormales como, por ejemplo, surco menos marcado entre la nariz y el labio superior (este pliegue se llama filtro o surco subnasal).
- Cabeza de tamaño pequeño.
- Estatura más baja de la estatura promedio.
- Bajo peso corporal.
- Mala coordinación.
- Conducta hiperactiva.
- Dificultad para prestar atención.
- Mala memoria.
- Dificultades en la escuela (especialmente en matemáticas).
- Discapacidades del aprendizaje.
- Retrasos en el habla y el lenguaje.
- Discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo.
- Capacidad de razonamiento y juicio deficientes.
- Problemas de succión y dificultades para dormir en los bebés.
- Problemas de audición y de visión.
- Problemas del corazón, los riñones o los huesos.
Como comentamos al inicio, en los casos más serios los bebés presentan síndrome alcohólico fetal, que puede identificarse por los siguientes síntomas:
- Crecimiento deficiente mientras el bebé está en el útero y después de nacer
- Rasgos faciales anormales
- Disminución del tono muscular y mala coordinación
- Discapacidad física
- Problemas del sistema nervioso central
- Retraso en los hitos del desarrollo
- Problemas de visión, como la vista de cerca (miopía)
- Hiperactividad
- Nerviosismo extremo
- Período de atención corto y problemas de aprendizaje
En los casos más graves, incluso puede provocar la muerte del bebé. El niño que ha estado expuesto al alcohol, padece lesiones irreversibles físicas y mentales para el resto de su vida.
Prevención y tratamiento del síndrome alcohólico fetal
Afortunadamente, el síndrome alcohólico fetal es completamente prevenible y solo requiere de una acción: prescindir del alcohol desde el momento en el que deseas quedar embarazada y evitarlo por completo durante la duración del embarazo.
Si lo has estado bebiendo y descubres que estás embarazada, deberás abandonarlo cuanto antes e informar a tu médico, pues el diagnóstico temprano puede ayudar a reducir el riesgo de problemas a largo plazo. Si estás embarazada y tienes un problema de alcoholismo, pide ayuda a tu médico.
Los problemas por el consumo de alcohol en el embarazo duran toda la vida, pero algunos tratamientos de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo del niño. Por ejemplo, es posible la administración de medicamentos para tratar algunos síntomas, así como recurrir a terapia de comportamiento y aprendizaje, así como capacitar a los padres para que sepan cómo ayudar y tratar a su hijo.
Recuerda que lo mejor será no consumir ni una sola gota de alcohol durante el embarazo, pues éste llega al bebé y cualquier cantidad podría afectarle de forma grave, hasta presentar síndrome alcohólico fetal.
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