Antes de comprar hay que tener en claro cuál es el uso que vamos a darle para no errar en la elección. Además de gustarnos el diseño hay otras utilidades y funciones que la silla de paseo tiene que cumplir.
Si vamos a darle un uso diario con desplazamientos en coche conviene que sea una silla liviana y de un tejido de poliéster resistente que se pueda limpiar fácilmente. Por supuesto, que sea cómoda y que a la vez tenga una estructura resistente con buenos ejes en las ruedas.
El plegado tiene que ser práctico y fácil de realizar, si es posible con una sola mano, y que a la vez puedas colocarlo sin ayuda dentro del maletero. Si vamos a tardar diez minutos en meterlo en el coche, no es plan. Lo ideal es poder abrirlo y cerrarlo teniendo al bebé en brazos. Practica varias veces el plegado en la tienda antes de comprarla. Para suelos irregulares como el campo o la playa son muy prácticos los de tres ruedas o los de cuatro ruedas grandes. Algunos vienen con amortiguación y ruedas hinchables, hasta con frenos y rueda delantera giratoria 360º. Para un uso en ciudad, convienen los carros más compactos.
Hay que valorar los complementos que trae la silla como el capazo, la sillita para el auto hasta los 8 o 9 meses, la sombrilla o el cubrepiés.
Es importante también calcular el tamaño del maletero del coche y del ascensor de casa para comprobar que la silla cabe bien.
Lo último en silla de paseo son unas muy estilizadas donde el bebé queda en una posición muy elevada del suelo, protegiéndolo de la contaminación y quedando más cerca de papá y mamá.
Las sillas paraguas son muy prácticas para viajes pues son ligeras y fáciles de manejar, pero no son tan cómodas para todos los días como las otras. Se pueden usar desde los cuatro meses si se reclina el respaldo, sino a partir de los seis.
Y por último recorrer varias tiendas antes de decidirse, ya que los precios pueden varías mucho entre marcas, pero las funciones pueden ser muy parecidas.
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