Al igual que renovamos la ropa de nuestro armario con los cambios de temporada e incluso nuestra propia imagen de vez en cuando, también las habitaciones necesitan en ocasiones un cambio de look. Puede ser simplemente porque nos canse verlas siempre igual y en el caso concreto de las habitaciones de los pequeños de la casa, también por los cambios en las necesidades de los niños a medida que van creciendo.
Limpieza general y reorganización de los detalles
Una vez que nos hemos quedado con lo que realmente nos interesa, una forma de cambiar ligeramente el aspecto de una habitación es hacer una limpieza general y cambiar algunas cosas de sitio. Ya sea en la habitación de los niños o en general en cualquier estancia de la casa, un lavado de cara tan sencillo como ese, hace que la habitación se vea como nueva y parezca otra. No sé si a vosotros os sucede pero a mi cuando termino una limpieza general, con todo ya colocado, pulcro y ordenado, me gusta mirar de vez en cuando lo bien que me ha quedado, alguna vez incluso me siento un rato a admirar el resultado.
Renovación de las paredes
Pero tal vez con la limpieza y la reorganización no sea suficiente porque lo que busquéis sea un cambio más profundo, tal vez un cambio de color en las paredes, ocultar algún mural que ya no se corresponde con la edad o los gustos del niño, crear uno nuevo en una pared que antes era lisa... Los cambios en la decoración de las paredes conseguirán que la habitación se vea realmente distinta, ya que las paredes tienen mucho protagonismo y están siempre a la vista.
Sin un gasto excesivo y sin necesidad de contratar a un profesional, con unos botes de pintura o un rollo de papel pintado, un fin de semana libre, ganas y paciencia, podemos conseguir en la pared todo lo que nos hayamos propuesto. Con esto no estoy diciendo que no sea buena idea contratar a un pintor profesional, que obviamente haría un trabajo excelente y nos ahorraría a nosotros la tarea, pero si no nos lo podemos permitir, podemos hacer el cambio nosotros mismos.
Si queremos pasar de blanco a color harán falta un par de manos para que el color nos quede bien, si el cambio es el contrario es posible que necesitemos hasta tres manos para recuperar el blanco, si queremos algún otro efecto como franjas o dibujos, obviamente nos dará más trabajo, pero con plantillas, cinta de carrocero y un poco de maña, podemos conseguir excelentes resultados.
Cambios en los complementos textiles
Una de las cosas que más marca el estilo decorativo de un dormitorio son los textiles, yo muchas veces recomiendo que los colores se introduzcan a través de los textiles porque son más fáciles de cambiar, las cortinas, la ropa de cama, la colcha, los cojines, la alfombra... hay un montón de cosas de tela, lana... en la habitación que se pueden cambiar con cierta frecuencia y que hacen que el cuarto parezca otro.
Por ejemplo en el caso de los cojines no necesitamos cambiarlos por otros, solo ponerles unas fundas nuevas y hacer una funda de cojín es lo más fácil del mundo, podemos coserla nosotros mismos a mano o a máquina, tal vez incluso podamos reciclar telas que tengamos por casa, de algún vestido o alguna camisa vieja, os aseguro que los he visto con resultados excelentes.
La colcha está muy de moda hacerla con calceta o ganchillo, también con restos de lana de colores diversos, claro que eso ya es más complicado que lo del cojín, porque hay que saber calcetar o ganchillar y porque obviamente nos llevará más tiempo. Cortinas y alfombras las hay de muchos precios, pero todos sabemos que hoy en día podemos conseguirlas a un precio realmente bajo del color de nuestra elección.
Lavado de cara de viejos muebles
Finalmente si lo que queremos cambiar son los muebles, hay varias opciones para modificarlos con poco esfuerzo, podemos lijarlos y pintarlos en otro color, o bien cambiar sus tiradores por unos radicalmente diferentes o podemos hacer las dos cosas a la vez. Hay cambios de imagen más complejos como el de las fotos, un mueble de televisor viejo y anticuado se puede convertir en una cocina de juguete preciosa, claro que para algo así ya hay que tener bastante maña.
Los muebles se pueden cambiar con pintura o también se pueden empapelar o entelar, hoy en día está muy de moda la pintura efecto pizarra sobre la que después se puede dibujar con tiza, aunque yo recomiendo usarla con cautela, porque queda muy bien, pero después la tiza mancha mucho.
En el caso de las cajoneras, los muebles de almacenaje o el cambiador, con un cambio de imagen es suficiente, la cuna si no es convertible, retirándole uno de los laterales la podemos convertir fácilmente en un asiento, también se puede hacer con ella un escritorio, retirando el lateral y subiendo la base... las opciones dependerán en cierta medida de como sea la cuna de que dispongamos, pero siempre se pueden hacer cosas con ella.
Resumiendo, diremos que una vez que hemos hecho la inversión inicial para amueblar el dormitorio del bebé, casi todos los cambios que queramos hacer en él, podemos hacerlos por nosotros mismos gastando lo mínimo en material y en ocasiones aprovechando cosas que ya tenemos en casa. Lo importante es tener ganas e imaginación, para imaginar la habitación de nuestros sueños y la de los sueños de nuestros niños y materializarla.
Fotos | Apartment Therapy, Everything Furniture, Avanthaus y Giggleberry Creations En Bebés y Más | Especial decoración de la habitación del bebé En Decoesfera | Dormitorios infantiles