Ayer os enseñábamos una gran idea para reciclar con estilo la cuna del bebé cuando ya no la necesita: convertirla en una mesa de trabajo, en consola o en estantería. Hoy os enseñamos otra buena idea que también os encantará: convertir la cuna en escritorio para los niños.
Precisamente, una de las "pegas" de la mesa de ayer era que no quedaba sitio para que un adulto colocara las piernas, y por tanto no podía servir de escritorio. Pero si la cuna tiene una posición alta como para recién nacido, es la medida ideal como mesa para los más peques, y pueden ser ellos mismos quienes sigan disfrutando de la cuna que ya no utilizan.
A la cuna se le ha quitado uno de los laterales y se le ha añadido una tabla a medida a modo de mesa, la cual ha sido pintada con pintura de pizarra.
También se ha aprovechado el lateral que queda para colocar ganchitos de los que colgar cosas o cajas de almacenaje para para guardar lápices, tijeras, ceras, rotuladores o papeles.
Sólo queda colocar una o dos sillas a medida de los pequeños y la cuna se ha convertido en un precioso escritorio para la habitación infantil o el cuarto de juegos.
Vía | Lactabia Fotos vía | Little Learning for two